Capítulo 25

77 6 3
                                    

-No sirves para hacer trenzas, Ían-Ríe.

-Oh por favor, soy el mejor en esto, es sólo que nunca habías visto este estilo de trenza.

Me da un empujoncito y le doy un corto beso en los labios.

-¿Qué están haciendo?-Entra su padre sonriente.

-Hola papi.-Lo saluda y le da un abrazo.-Ían me está peinando, pero no sabe hacerlo.-Ríe.

-Oh vamos, al menos lo intento.

-Veamos, ¿qué tenemos aquí?-El padre de Alicia inspecciona el nido de pájaros.-Hm, esto está muy mal, Ían. Te enseñaré a hacerlo.

Deshace los nudos que hice en su cabello y lo separa en tres, lo trenza hábilmente. Al final Alicia termina preciosa con su larga trenza de lado, en verdad se ve hermosa. Después de una hora más conviviendo los tres, su padre se disculpa para ir a trabajar. Y una vez más ella y yo estamos solos.

-¿Qué quieres hacer ahora?-Le pregunto.

-Hm... Esto.-Me toma del cuello y nos besamos suave, tiernamente moviendo y succionando los labios.

-Jamás me cansaré de esto.

-¿De besarme?-Pregunta.

-De ti.-Admito.

Sonríe.-Cada vez falta menos para salir de aquí.

Tomo sus manos.-Lo sé, ya no puedo esperar.

Nos besamos de nuevo un par de veces y cuando llega la hora de su almuerzo (la hora más difícil) la ayudo a comer. Mueve la cabeza evitando que pueda darle el pan tostado en la boca y hace un puchero.

-Vamos, princesa, déjame ayudarte.

-No me gusta esto, sabe horrible.

-No puede ser tan malo...

-Pruébalo.-Toma un trozo del plato y me lo pone en la boca.

Lo muerdo y después de dos masticadas lo escupo en mi mano.-No volveré a obligarte a nada.

Ríe.-Está bien, igual no tenía hambre, de hecho nunca tengo hambre.-Se mira las manos entrelazadas.

La tomo de la barbilla para obligarla a mirarme.-Hey, ¿qué pasa?

Niega con la cabeza, desanimada. Suspira.-¿Y qué pasa si nunca vuelvo a tener apetito? Debe de ser normal tener hambre de vez en cuando, ¿no? Entonces, ¿por qué no puedo pensar en comida sin que me den náuseas?

Suspiro.-¿Cuál es tu comida favorita?-Levanta una ceja.-Tu comida favorita antes del accidente, quiero decir.

Mira hacia arriba pensando.-La pizza, creo.-Asiento y me levanto caminando a la puerta.-¿Adónde vas?-Pregunta.

-A traerte tu comida favorita antes del accidente.

***

Unos veinte minutos después me entregan la pizza de peperonni. Cuando llego a la habitación de Alicia ella tiene un libro en sus manos.

-Toc toc.-Digo desde la puerta escondiendo la caja de cartón detrás mío.

-Hola.-Sonríe de oreja a oreja cerrando su libro.

En la mesita sigue la charola con su almuerzo intacto. Le muestro la pizza y se sonroja negando con la cabeza.-¿Qué dices ahora?-Abro la tapa de la caja mostrando la pizza con forma de corazón.

Me da un fuerte abrazo y se lo respondo.-Gracias, gracias, gracias, eres tan lindo...

-No te la traje para que me dijeras que soy lindo, así que come.-Bromeo.

Imposiblemente destinado TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora