Capítulo 27

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Abro los ojos lentamente adaptando mi vista a la luz natural. Un segundo después me levanto de golpe y recojo mi ropa para vestirme a toda velocidad.

Realmente lo hicimos.

Corro a la puerta para mirar por la ventana y veo a un montón de enfermeras y doctores caminado en varias direcciones por los pasillos. Pongo el seguro a la puerta y regreso a un lado de la cama. Veo la espalda desnuda de Alicia cubriéndose por la mitad con la sábana. Su piel blanca casi transparente resalta su delgadez dando vista a su columna vertebral y los huesos de sus costillas. Suspiro.

De verdad es hermosa.

Rodeo la cama para verla a la cara pero esta está enterrada en la almohada. Sonrío al ver su cabello enredado cubrir su rostro. Recuerdos de anoche llegan a mi mente y no puedo evitar ruborizarme.

-Aly, princesa, despierta.-Muevo su cabeza. Un quejido se escucha y la levanto de los hombros.-Despierta ya, tenemos que...-Me cubro la boca con una mano al ver su rostro. Tiene manchas de sangre seca cubriendo su boca y nariz. La almohada tiene un enorme círculo rojo justo donde estaba su cara.

Mira la almohada y luego se toca la nariz.-Ían... Trae a la enfermera.

Cuando regreso con ella, Alicia está sentada en su cama. Ya se ha puesto la bata que traía ayer y al parecer hizo un intento de limpiarse ya que hay varias toallitas húmedas sucias en la mesa.

-Nena, buenos días, ¿qué pasa?-Saluda la enfermera acercándose a ella.

-Me ha sangrado la nariz mientras dormía.

-Creía que ese problema se había solucionado ya con la vitamina K y los sueros intravenosos, ¿recuerdas?

-Sí, pero... No sé qué pasó, o qué pudo influir para que regresaran los sangrados.

-Veamos, ¿qué hiciste anoche antes de dormir?

Nos miramos.-Nada.

-Correcto, iré por los registros de la última suministración y veremos qué podemos hacer. Por ahora hay que cambiar las sábanas, le diré a...

-Yo lo hago.-Ofrezco rápidamente.

-Bien, las sábanas y almohadas limpias están en el cajón de la base de la cama. Ya vengo.-Sale.

Alicia y yo nos miramos y sus mejillas se tiñen de un tono carmín. La ayudo a levantarse de la cama.

-Ían...

-¿Sí?

-Con cuidado que me duele.

-¿Qué te duele?-Pregunto preocupado y ella alza una ceja juguetona.-Oh...

Al quitar la sábana de descubrimos otra pequeña mancha de sangre, pero esta de un tono café y a la altura media del colchón.

Reímos apenados recordando lo que pasó anoche.

***

-Hora de almorzar.-Sonrío exageradamente.

-¡No me obligarás!

Su madre entra con la charola y un sobre. Le tiende todo a Alicia. Ella mira el sobre con el ceño fruncido.

-Llegó en el buzón, es para ti.-Contesta a su pregunta no formulada.

Alicia abre el sobre y apenas ve la primera línea de la carta la cierra y la deja a un lado. Del cajón de la mesita saca otro sobre cerrado, el que le había llegado hace un tiempo. Me los entrega.

-Tíralos, quémalos, no me importa qué pero no quiero leerlos.

-Hey, tranquila.-Los tomo y los meto en las bolsas traseras de los jeans.-No te preocupes, ¿sí?

Imposiblemente destinado TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora