Capítulo 26

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Me quedo inmóvil y después de un momento se separa lentamente, sin quitar su mano de mi cuello.

-Quédate conmigo.-Susurra y se acerca para besarme de nuevo pero la detengo quitando su mano.

Niego con la cabeza.-Vilú yo...

-Ían no... No lo digas...

-Yo... estoy con alguien.

Se aleja despacio hasta estar completamente sentada y mira al vacío.-Oh... Hm... Y ¿puedo saber quién es?

-Es la chica de la que te hablé, la que estaba en el hospital, bueno, está.

-¿Le llamas ''estar con alguien'' a un cuerpo en coma?-Frunzo el ceño y Violetta suspira.-Lo siento, yo... no quise decir eso.

Niego con la cabeza.-Está bien, tienes razón, ella era ''un cuerpo en coma'', pero ya no más, ella despertó y está bien ahora.

-Oh... Es... una excelente noticia...

-Lo es.

Asiente.-Y ella es... ¿tu novia?

Suspiro.-No, no realmente...

-Pero la quieres, ¿verdad?

-La amo.

Asiente mordiéndose el labio con fuerza. Sus ojos castaños brillan entre la oscuridad del auto.-Esto es un error.-Dice con voz ronca.-Yo soy un error, siempre lo he sido.-Sonríe forzadamente.

-Vilú, no digas eso, tú...

-¡No me llames así!-Una gruesa lágrima corre por su mejilla.-No finjas que te importo, nunca ha sido así, no soy nada para ti.

Trago saliva.-No hables por mí.

-Si no estuvieras con ella, ¿estarías conmigo?-Pregunta y yo esquivo su mirada.-Eso pensé.-Abre la puerta intentando salir del coche pero la detengo del brazo.

-Vilú, espera... Tú eres importante para mí, tú fuiste...

-Fui.-Interrumpe.-Fui.-Ríe con sarcasmo.-Ya lo has dicho, no ''soy", ¿cierto? Y no voy a ser, ¿no es así?-No digo nada y ella ríe sarcástica de nuevo.-Claro, tenía que ser.

Abre la puerta y sale antes de que pueda detenerla. Azota la puerta y desde la ventana me dice por último.-¿Sabes? Creí que con el paso del tiempo iba a dejar de sentir esto por ti, pero no es así, Ían, estoy enamorada de ti, y nunca he dejado de estarlo.

Y con eso se da la vuelta para correr hasta la puerta de su casa. Me quedo aquí, con el coche apagado, el corazón agitado, y la mente confundida. Después de unos minutos conduzco hasta mi casa. Me alegra que mamá no haya corrido a la puerta, nerviosa y preocupada como siempre a recibirme. Llego a mi cuarto y me quito la sudadera, la playera y el pantalón, vistiendo únicamente el bóxer. Pateo la ropa bajo la cama y me recuesto en ella mirando al techo.

Alicia...

¿Qué diría ella de todo esto? ¿debería decírselo? No, no debería. O quizá... No, definitivamente no. Pero y si no le digo, ella confía en mí... Yo no hice nada malo, ¿verdad? Pobre Violetta, la quiero, sí, ella fue muy importante para mí y...

''Fui, lo has dicho, no soy''.

Ella está enamorada de mí, y yo estoy enamorado de Alicia. No quiero que le pase nada, ojalá que no le pase nada a Vilú, está tan indefensa y... Estoy sintiendo lástima por ella. Por Alicia nunca he sentido nada parecido a eso. Sabía que ella despertaría, confiaba en que ella despertaría, no pensaba en un ojalá, no pensaba en que quisiera poder ayudarla; la ayudaba. Simplemente lo hacía, nadie me obligó a hacerlo. Y nadie me obligó a hacerlo, porque yo quise hacerlo, porque la amo, porque estoy enamorado de ella, porque lo daría todo por verla sonreír.

Imposiblemente destinado TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora