Caída libre /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 5 "No existen las casualidades"

Díganme la parte positiva de tener que volver al trabajo, porque realmente no la encuentro.

Suspiré mientras me depositaba frente a la computadora comenzando a teclear pedidos sin detenerme. Hoy había llegado más temprano de lo acostumbrado simplemente para adelantar un poco de trabajo y así irme a casa antes. Tenía que continuar estudiando, el examen estaba cada vez más cerca y lo que menos quería era que me fuera mal en este haciendo que tenga que volver a cursar todo nuevamente.

Bostezo mientras bebía un sorbo de la bebida con cafeína de la maquina que teníamos en la sala de descanso. Acomodé mis lentes en el puente de mi nariz antes de escuchar el sonido de mi celular, era Ana. Me pareció extraño que llamara teniendo en cuenta la hora que era y que ella no entraba a trabajar hasta la noche.—¿Ana?—Respondí sin poder evitar el tono de confusión en mi voz, mi expresión cambió cuando escuché un suspiro del otro lado, algo no andaba bien. Me coloqué de pie. -Ana ¿que ocurre?

—Jack, Thaiel está en el hospital.—Soltó suavemente con la preocupación instalada en sus palabras, oh mierda.

Parpadeé. —¿Qué ocurrió? ¿Él está bien?

Oí claramente como tomaba aire mientras que yo volvía a caer en mi asiento.—Algo así, un idiota chocó contra él, esta muy herido y tendrá que quedarse unos días en el hospital. A pesar de que fue ayer por la mañana nos enteramos por la noche y no encontré otra oportunidad para avisarte. —Se disculpa.—Por desgracia su familia no esta en la ciudad, así que tendremos que encargarnos de todo lo que necesite entre nosotros. Puedes venir a verlo si quieres esta tarde, pero no es eso por lo único que te llamo. Necesito un favor.

—Por supuesto, en cuando termine de trabajar iré. —Le aseguro.—¿Qué necesitas?

—No le digas a Drew de esto.—Sus palabras fueron tan firmes que me causaron un escalofrió.

Después de lo que habíamos visto el otro día en esa fiesta de año nuevo supuse que el primero en enterarse de esto hubiera sido Drew. Si no le contáramos sobre este asunto se enojaría muchísimo con nosotros.—¿De verdad no quieres decirle?

Escuché como tragó saliva.—Sabes que él perdió a sus padres en un accidente y Thaiel se salvo por muy poco, esta situación podría hacerlo sufrir mucho y no quiero eso. No de nuevo.

—Lo sé Ana, pero...—El tintineo de las campanas de la puerta llamó mi atención interrumpiendo mis palabras y mi mirar se encontró justamente con el del chico del que hablábamos en este instante. Drew me sonrió pero su expresión cambió al ver mi notable expresión de preocupación. —Oh, aquí esta Drew.—Dije casualmente, pero al mismo tiempo indicándole a Ana que este era el fin de nuestra conversación.

—De acuerdo, te llamo luego.—La llamada finalizó despues de sus palabras.

Me acerqué hacía el chico frente a mí con una sonrisa completamente artificial mientras que le di un juguetón golpecito en la espalda. Se debe notar a kilómetros de que no estoy actuando con normalidad, jamas tengo este buen humor en la mañana.—¡Buenos días!

Drew me mira unos instantes extrañado por mi actitud.—¿Pasa algo?— Qué perspicaz es, se da cuenta de absolutamente todo. Aunque nadie tendría que ser un genio para notar que algo no está bien.

Niego con la cabeza.—No, no, solo unos problemas familiares.—Miento bajando la vista.—Pero ya se solucionarán.

Él aún no se encuentra completamente convencido ante mis palabras. No se me ocurrió nada mejor para excusar mi comportamiento. Me siento terrible por estar mintiéndole de esta forma, pero no sé que más hacer, tal vez no se enfade tanto y lo comprenda más tarde.