Pasaron alrededor dos semanas desde esa noche en el bar y no había vuelto a saber de Luke.
Desde que dije todo aquello buscando herirlo había dejado de encontrarme con él, no me llamaba y ni siquiera me mandaba mensajes de texto. Nadie de mi entorno había vuelto a nombrarlo, ni siquiera Yanet que estaba comenzando algo parecido a una relación con su hermano Darrel desde hace unos días.
Me sentía culpable. No quise ser tan duro con él, pero la confusión que me causó mi estado alcohólico, nuestra cercanía, el calor del momento y sus palabras sobre mis labios hicieron que la rabia creciera en mi interior. Me molestaba saber que perdí la cordura por un momento, que había deseado corresponder a ese pedido.
Quiero besarte.
Aquello no paró de rondarme por la cabeza por muchos días, tan solo quería olvidarme de él. Tan solo había sido un bache en el camino, ahora todo seguiría como antes, justo como quería. Todo volvería a la normalidad, a la típica, simple y aburrida normalidad.
Masajee mi cien intentando concentrarme en las hojas frente a mí, pero no podía, necesitaba eliminar esta tensión que me corrompía pronto o no podría estudiar con tranquilidad ni centrarme en mi trabajo y no me convenía mucho teniendo en cuenta que la fecha del examen estaba a la vuelta de la esquina. Parecía un zombie con mi cabeza en cualquier lado menos en mis ocupaciones matutinas. Y todo por culpa de Luke.
Tomé mi celular que estaba a mi lado mirando la pantalla en negro. ¿Qué estaba pensando? ¿Debería llamarlo? ¿Enviarle un mensaje? Pero ¿qué conseguiría al hacer algo como eso?. Solamente causaría que este volviera a ingresar en mi vida cuando días atrás estaba quejándome de eso mismo. Pero quería disculparme, no podía seguir sintiéndome de esta forma, la culpa me estaba comiendo vivo.
—Mierda.—Dije tomando el pequeño aparato y comenzando a buscar su nombre en mis contactos. No pasó mucho tiempo antes de que lo encontrara, mis dedos temblaron y tomé aire antes de presionar el botón verde de «Llamar». Los primeros tonos se hicieron presentes mientras intentaba calmar mis nervios dibujado pequeños círculos sobre una de las hojas sin escribir que tenía a mano. Me quedé a la espera unos segundos más y cuando creí que no iba a contestar su melodiosa voz se hizo escuchar del otro lado, haciéndome contener mi respiración.
Se lo oía normal, como si no hubiera sido una basura con él esa noche en el bar, como si nada hubiera ocurrido entre nosotros.—¡Jack, es bueno saber de ti!
Pasé mi mano por mi cuello incómodo.—Eh, hola—Tenía que decir algo más.—lamento molestarte tan temprano.—Apenas eran las nueve de la mañana y a mí se me ocurría llamarlo. Volví a sentirme estúpido, siempre pasaba cuando se relacionaba con él.
—No te preocupes, todavía no me acosté a dormir así que no me despertaste.—Su tono de voz era desinteresado, pero a mí me dejó pensativo escuchar aquello. ¿Se había ido de fiesta o algo así?—¿A que debo el honor de tu llamada?
Me coloqué de pié comenzando a caminar por el pequeño comedor de mi departamento, era una costumbre moverme por toda la casa cuando hablaba por teléfono.—Luke iré directo al grano—Solté de golpe.—quiero disculparme por mi actitud la otra noche. Realmente no medité mis acciones ni palabras antes de hablar y me he sentido culpable todos estos días, de verdad, lo siento.—Escuché su respiración del otro lado durante un momento que pareció una eternidad. Tenía miedo de su respuesta.
Estaba esperando que me mandara al diablo o cortara la comunicación, pero nada de eso llegó.
Pude escuchar como una sonrisa se formaba en su rostro.—¡No te preocupes por esas tonterías!—Dijo divertido.—Tú mismo lo dijiste esa noche, solo estaba jugando.—Soltaba risas nerviosas entre frase y frase, era extraño.—¿Infantil no lo crees?—Aquello me había dolido y no entendía el porqué. Obviamente había tenido todas mis sospechas sobre que estaba bromeando, probándome o buscando una diversión rápida, pero el confirmarlo había sido más angustiante de lo que pensé.—Pero no conseguí que cayeras, eres muy listo.
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Caída libre /Yaoi/ [Finalizada]
RomanceJack Hill se sentía atrapado en la rutina desde hace años, sentía que los días después de la preparatoria se habían convertido en grises y predecibles. Aunque seguramente no contaba con la repentina aparición de un chico como Luke Solano en su vida...