Capítulo 9 "Las promesas se las lleva el viento"

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Tenía un sabor amargo en mi boca, mi espalda me dolía y la luz que entraba por una de las ventanas estaba dándome directamente en el rostro. Abrí los ojos con dificultad antes de sobarlos con mi mano derecha rápidamente, giré mi cuerpo al notar que no estaba precisamente en mi cómoda cama de dos plazas. Sino que estaba en el pequeño sillón del living-comedor con una manta vieja cubriéndome.

Lancé un pequeño quejido antes de sentarme en este, miré alrededor, efectivamente estaba en mi hogar.

El recuerdo de los sucesos ocurridos la noche anterior me tomaron por sorpresa, coloqué una mano en mi frente masajeandola con mis dedos. —Mierda.—Murmuré para mí mismo. Me coloqué de pié yendo hacía el baño, necesitaba lavarme la cara para despertarme completamente. 

Llevaba puesta una camiseta de algodón sobre unos shorts oscuros, eso era bueno, por lo menos estaba vestido. Tenía unas pequeñas ojeras debajo de mis ojos, pero no se notaban mucho, presioné mis labios sin dejar de observarme en el espejo y suspiré agotado apoyándome contra el  lavamanos.

Luke estaba en mi casa, más precisamente en mi habitación, durmiendo en mi propia cama.

Comprendo que hubiera estado muy mal si lo dejaba en medio de la calle a su suerte teniendo en cuenta de que había vomitado y su estado era deplorable. Pero creo que tampoco medité bien la situación antes de traerlo aquí, prestarle mi ducha junto con mi ropa y darle un espacio para que descansara. ¿Como iba a encararlo cuando despertara? ¿Qué iba a decirle? 

Abrí el grifo tomando un poco de agua tibia remojando mi rostro, algunas gotas caían por mi cabello deslizándose hacía abajo. Tomé la toalla a un lado y la sequé antes de lanzarla a su espacio nuevamente. Necesitaba mis lentes, ya estaba sintiendo nauseas, aunque no creo que sea exactamente por eso.

Fui hasta el comedor nuevamente buscando mi estuche encima de la mesa y abriéndolo, no estaban allí. Pestañee un instante antes de encogerme de hombros y hacer mi camino a la cocina encendiendo la cafetera, necesitaba mi bebida con cafeína para comenzar bien el día, aunque fuera imposible teniendo en cuenta la situación en la que me encontraba.

Después de poner en marcha el electrodoméstico atravesé la puerta que dividía mi pequeña cocina del comedor sorprendiéndome al encontrarme con la figura de Luke apoyada contra una de las paredes de la habitación, tenía mis lentes girando en su mano derecha y una sonrisa socarrona pintaba su boca a pesar de que probablemente tenía una resaca de mil demonios.—Buenos días, Jack.—Llevaba puesta una de mis camisetas que usaba para dormir con unos pantalones grises. 

Lo miré en silencio unos segundos más antes de acércame hasta él, colocándome frente a su cuerpo, sus ojos me veían desde abajo, estos tenían ese sombreado negro que me indicaba que no había sido la mejor noche, tenia su cabello alborotado, sus labios estaban resecos, heridos y su piel estaba más pálida de lo normal. Coloqué una mano en su frente verificando que no tuviera fiebre ni nada parecido.—¿Como te sientes?—Aquel gesto causó que un rubor rápido tiñera sus mejillas antes de apartar su mirada a un costado. Sonreí divertido.

—Solo me duele la cabeza.

—¿Todavía tienes nauseas?—Negó en respuesta, bajé la mano y caminé hacía uno de los muebles que tenía en el cuarto. Abrí uno de los cajones en busca de algo que le quitara ese dolor infernal, encontré una tableta de aspirinas. Perfecto.

Después de servirle un vaso de agua se lo entregué y él se depósito en una de las sillas que rodeaban la mesa antes de llevárselas a la boca. —Gracias.—Murmuró. Parecía algo avergonzado.

Cuando sentí el aroma del café en el ambiente apagué la maquina sirviendo el liquido oscuro en dos tazas, deseando que esto me relajara un poco. Las coloqué sobre la mesa antes de darme cuenta que algo faltaba. Oh, había olvidado el azúcar, me giré para ir en busca de esta.

Caída libre /Yaoi/ [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora