Caída libre /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 18 "Imposible de ocultar"

La noche continuaba sobre nosotros bañándonos con su oscuridad pero brindándonos un poco de luz a través de ese cielo estrellado que tan embelesado me tenía. Las estrellas diariamente eran casi imperceptibles por culpa de la contaminación lumínica, pero desde aquí arriba todo se podía apreciar un poco mejor, quizás fuera porque se veía desde otra perspectiva, no estaba seguro, pero tampoco me interesaba averiguarlo en este momento.

Un cuerpo se removió a mi lado soltando un quejido, lo rodee entre mis brazos sintiendo la calidez que desprendía para finalmente colocar mis labios sobre su frente dándole un pequeño beso. Luke sonrió en respuesta con sus parpados caídos, colocó su rostro en mi cuello sintiendo mi aroma. Aunque probablemente no olía a más que un poco de colonia que se había mantenido en mi piel, al exterior y a sexo. Esa insoportable pero dulce fragancia que actualmente estaba penetrando mis sentidos.

No caí en cuenta hasta ese instante de lo que había ocurrido, ¡Me había acostado con Luke! Después de tanto tiempo en que me prometí que no haría nada con este chico finalmente había ocurrido todo tal cual como él lo había predicho. Nunca pensé terminar en una situación como ésta, pensé que todo entre nosotros se mantendría como un juego hasta el final y podría probarle que tenía razón, que nunca terminaríamos teniendo nada juntos.

Pero ya era demasiado tarde para volver atrás, lo hecho, hecho estaba.

Tal vez que esto sucediera no fue lo más extraño, es decir, habíamos estado a punto de hacerlo en muchas situaciones pero siempre terminaban interrumpiéndonos. Obviamente que al estar alejados de los demás en un lugar tranquilo no pudimos contenernos. Pero lo más raro de todo el asunto es que no me molestaba, al contrario, me sentía relajado y féliz. Como cuando llegan las vacaciones en la escuela y ya sabes que pasaste de año sin ninguna materia pendiente. Era una sensación parecida.

—¿Todo en orden?—La voz de Luke atrajo mi atención, nuestras miradas se cruzaron erizando mi piel, solamente asentí lanzando un suspiro. El castaño tragó saliva sin apartar sus orbes de mí rompiendo el agarre entre nosotros para colocarse de pié, comenzó a buscar su ropa esparcida por la terraza colocándosela de a poco. Debía hacer lo mismo, hacia frío y no sería bueno para mi salud que estuviera desnudo por mucho más tiempo.

Imité sus movimientos rebuscando mis cosas, comencé deslizando mis piernas por los boxers oscuros que traía para finalmente pasar mi camiseta por mi torso desnudo. Los ojos de Luke no se apartaron de mí ni por un segundo, me observaba en silencio, confundido, nervioso y hasta podría decirse asustado. Crispé una ceja en su dirección causando que él posara sus ojos en sus zapatillas.

Me acerqué hacia la ahora tímida figura del castaño, coloqué una mano en su hombro.—¿Estas bien?—Mi pregunta pareció descolocarlo por un segundo, pero al siguiente tragó saliva y asintió en silencio, solo pude sonreír ante aquello mientras lo rodeaba entre mis brazos. Sus manos se aferraron a mi ropa con fuerza y desesperación dejándome perplejo. ¿Qué estaba ocurriendole?

—No puedo creer que esto haya ocurrido.—Murmuró en un tono melancólico sobre mi cuello, parpadeé y sonreí colocando una mano sobre su cabeza acariciando su cabello, lo que causó que las lagrimas por su parte no tardaran en aparecer. La salada humedad bañó mi hombro al compás de unos quejidos y jadeos.—Jack, creo que podría morir de felicidad ahora mismo.

Mi corazón se detuvo por una fracción de segundo al estar escuchando todo esto, era verdad, Luke realmente me amaba. Sus sentimientos por mí jamas se habían ido, ni en las peores discusiones, ni esos lapsos que pasábamos sin vernos, él realmente quería que estuviéramos juntos y estaba dispuesto a esperarme aún sabiendo que mi cabeza era un lió. Que no podía tomar una decisión con respecto a lo que quería para mí.