CAPITULO 2

91 13 0
                                    


Me quedé parada en el segundo tramo de escaleras sin poder reaccionar, leyendo una y otra vez aquella frase. ¿Era posible lo que estaban viendo mis ojos? Aquella nota la firmaba Pablo, pero ¿qué Pablo? No conozco a ninguno, excepto a Pablo Alborán, pero eso no podía ser, ¿por qué no recordaba nada? O tal vez... todo lo que yo pensaba que había sido un sueño, pasó en realidad... Me paré a pensar y todo tenía sentido, el coche no estaba en ninguna de las zonas donde siempre solía aparcarlo, miré en mi bolso y las llaves tampoco estaban, de pronto reaccioné y volví a bajar las escaleras para dirigirme a la tienda, tal vez haya dejado junto a las llaves algo más que me haga recordar.

-Buenos días, creo que han dejado aquí las llaves de un coche, vengo a recogerlas.

-Sí, tú eres Alma, ¿no? Ha venido un chico muy guapo esta mañana a primera hora.

La señora tenía una cara de felicidad a la que yo no estaba acostumbrada a ver las pocas veces que he venido a comprar -¿Dijo su nombre?- pregunté.

-No, solamente nos dijo que por favor entregáramos las llaves a una tal Alma, aquí las tienes.

La mujer me dio las llaves con una amplia sonrisa, agradecí y salí por la puerta.

Definitivamente no creo que Pablo haya venido a entregar las llaves, de ser así se habría montado una buena, ¿quién no lo iba a reconocer?

En lugar de volver a casa, me fui directa a buscar el coche, estaba convencida de que iba a encontrar algo que me hiciera recordar.
Estaba aparcado justo donde decía la nota, no muy lejos de donde lo suelo aparcar, ¿cómo no me di cuenta de que estaba aquí? Me senté en el asiento del conductor, con mil ojos en cada parte del vehículo por si veía algo raro, lo único cambiado que encontré fueron el asiento, que estaba más alejado del volante y los espejos, que los tuve que volver a regular, por lo demás, todo estaba normal. Respiré hondo, intenté pensar, devanarme los sesos no me iba a servir de nada, seguía sin recordar. Estaba claro que no había sido un sueño, lo de David tampoco, aunque eso más bien habría sido pesadilla... pero me obligué a apartar ese pensamiento de mi cabeza y centrarme en Pablo, me lo había encontrado por casualidad, o me encontró él a mí, no estoy segura, me había invitado a cenar y bailamos.. ¡Dios! ¿¿Bailamos?? ¿Eso fue real? Sus ojos, me acuerdo de sus ojos clavados en los míos, la proximidad de su cuerpo, su aliento, calor, mucho calor... y ya, no recuerdo más.

Decidí seguir con el plan que tenía, iría a la playa, necesitaba relax, el terral apretaba y aunque el agua estuviera más fría eso no era algo que me molestara, además, tenía que deshacerme de este dolor de cabeza y qué mejor manera que ahogarlo en el mar.
El día estaba igual que yo, insoportable, no paraba de darle vueltas a la cabeza sin llegar a ninguna conclusión. Estuve pensando, ¿cómo llegué a casa? ¿En qué momento me cambié de ropa? ¡Aaay Dios! ¡No lograba sacar nada en claro! Me vestí y volví a casa, no aguantaba más el sol, el dolor de cabeza había desaparecido, al menos algo me había salido bien.

Llegué a casa, comí algo, me di una ducha, me sequé el pelo y después de hacer un par de cosas en casa, decidí volver a aquel lugar, quizás no serviría de nada, pero por intentarlo...

Una hora después estaba frente a aquella roca, miré por todas partes por si había alguna señal de presencia humana, nada... aquello estaba completamente solitario, decidí andar un rato por el borde de aquel lago, mirando de vez en cuando a mí alrededor pero seguía sin ver a nadie, era tonta, ¿cómo iba a volver aquí al día siguiente?... volví a mi roca favorita, estaba a punto de ponerse el sol, esta escena me recordó a Pablo, él sentado a mí lado, mirándome... y no pude evitar sonreír.

-Voy a empezar a pensar que me estás siguiendo...

Pegué un gritito que ni yo misma esperaba, pero ¿cómo y por dónde había llegado? Ahí estaba junto a mí, con una camiseta blanca, vaqueros negros y con una sonrisa que iluminaba la oscuridad que se empezaba a notar en aquel lago.

CUANDO TE ALEJASWhere stories live. Discover now