CAPITULO 6

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Cuando abrí los ojos el sol entraba ya por la ventana del salón, me había quedado dormida en el sofá, me dolía la garganta y aún tenía ganas de llorar, aunque no sé si me quedaban lágrimas.
Me levante a ver qué hora era... las doce del mediodía, había dormido más de doce horas y tenía la sensación de que podría dormir otras doce más. Fui a mi cuarto a coger la toalla para ducharme y me dieron ganas de vomitar, me vino la imagen a la cabeza de ellos dos ahí metidos en mi cuarto, pisando mi suelo y vete tú a saber qué cosas más harían aquí metidos, no lo quise ni pensar. La idea de saberlos juntos ya me dolía sin conocerla a ella, pero ahora que los había visto juntos, me sentía tan hundida...
Me fui al salón y ahí los volví a ver, parados frente al montón de cosas que ya no estaba. Me fui a la cocina a beber agua y allí visualicé a David preparando el desayuno, abrazándome por detrás mientras intentaba fregar los platos, con la cabeza metida en la nevera los días en los que el terral apretaba con ganas. Me estaba pasando todo este tiempo delante de mis ojos, lo veía en el sofá con su cabeza echada sobre mí mientras veíamos una película, o asomado a la ventana del salón intentando ver si seguía su precioso coche aparcado donde lo dejó... siempre ha sido tan materialista. Intenté borrar todas esas imágenes de mi cabeza, ahora que pasaba un poco más de tiempo en casa me estaba dando cuenta de que todos esos recuerdos seguían y seguirán ahí y yo no los quería revivir, me eché las manos a la cabeza, aquel nudo en la garganta volvió a aparecer y me eché a llorar. No podía seguir así, tenía que salir de aquella casa.

Estábamos aún a mitad de julio pero me daba exactamente igual, el alquiler estaba pagado pero no seguiría viviendo ahí, así que decidí buscar otro piso.

Después de la ducha me fui a la calle, a pasear y a intentar ver si había carteles por la zona donde vivía, la verdad es que era un sitio que me encantaba, casi todo lo tenía a mano, el centro no me pillaba muy lejos y la playa tampoco, no quería cambiar de zona, era el piso lo que me ahogaba.

Tardé unos tres días en encontrar un piso un par de calles más arriba de donde vivo. Era un piso precioso, no muy grande, pero acogedor, un par de habitaciones, que para mí sola me basta y me sobra y además tenía terraza, cosa que el otro piso no tenía y lo mejor, el precio, mucho más barato que el otro.

Me costó más hacer la mudanza, los muebles del otro piso había que traerlos hasta aquí y volver a montarlos, pero con ayuda de unos amigos en un par de semanas ya estaba viviendo en mi nueva casa, así que justo empezó el mes de agosto y podía respirar con tranquilidad en mi nuevo hogar, este sí que lo sentía mío, no había fantasmas que me recordaran el pasado y por primera vez en muchos días sonreí aliviada.

Me senté tranquilamente en mi terraza, hacía calor, pero de vez en cuando corría una suave brisa fresca, eran las 9, aún era de día y se podía ver a la gente disfrutar del verano por las calles.

Miré mi móvil, hacía tanto que no me sentaba tranquila a "navegar" un poco por internet que seguramente me habría perdido un montón de novedades.
Entré en Instagram, fotos y fotos y más fotos de gente en la playa, de pronto me entraron ganas de darme un bañito en el mar, así que decidí que mañana era el día, desde que empecé con la mudanza no había tenido tiempo de ir.
De pronto me encontré con una foto que me dio un vuelco el corazón, era Pablo Alborán, estaba de espaldas en nuestro lago... quiero decir, en el lago donde nos encontramos por primera vez, aquella imagen me hizo sonreír, hacía 15 minutos que había subido la foto, estaba ahora mismo allí y me entraron unas ganas locas de coger mi coche y aparecer por aquel lago, pero sabía que cuando llegara una hora después posiblemente no estaría, así que deseché la idea, di "me gusta" a la foto y seguí mirando en su perfil. Foto de la playa, foto en el estudio, foto suya en la cama dando las buenas noches, esas fotos eran... en fin, indescriptibles, tampoco había subido muchas más, le di "me gusta" a todas y seguí viendo las demás fotos que subía la gente en Instagram, cuando llevaba unas cuantas fotos vistas recibo una notificación, no podía creer lo que estaban viendo mis ojos, casi se me sale el corazón por la boca al leer "pabloalboran ha comenzado a seguirte".

CUANDO TE ALEJASWhere stories live. Discover now