Capítulo 2 - Un día en la vida de David.

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Primera parte.

Tu turu tu, tu tu turu tu tiruriruriruru

Ahaaa (PARAR).

Sssss Aaa son lasss 7, como dormí, me dormí tan profundamente que ni siquiera soñé o por lo menos no me acuerdo. Bueno a levantarme... me cuesta un poco desde que compré el colchón de espuma viscolástica, es realmente cómodo.

Abrí la ducha como siempre al máximo me gusta el golpeteo del agua, siento como que me está dando un masaje, me vino a la mente Patricia el solo pensar en ella pone una sonrisa en mi cara, recuerdo constantemente sus ocurrencias, sus ya clásicas salidas que me hacen reír. De repente mi sonrisa desapareció y por un instante se convirtió en una mueca, me acordé que anoche me dijo que teníamos que hablar ¿hablar de qué? Se escuchaba rara. Mejor la llamo no entendí ¿porqué no me quiso decir nada?

Puse a calentar el agua para el café mientras cortaba 3 rodajas de pan para hacerme unas tostadas, la tecnología ha avanzado y hoy basta con colocar el pan para tostadas en la tostadora pero a mi me gusta como hacía mamá, la vieja lata perforada sobre el fuego de la hornalla vuelta y vuelta y ese inconfundible olor a pan quemado, ahora un poco de manteca y mermelada de durazno, es lo que tengo en realidad la que más me gusta es la mermelada de higo.

Mientras tomaba el desayuno llamé a Patricia, que raro dice que el teléfono al que está llamando esta apagado o fuera del área de cobertura. Lo intente algunas veces y lo mismo es raro pero seguro que ella me llama en cualquier momento.

Con la mochila preparada para el trabajo y para el liceo salí de la casa hacia el galpón del fondo a buscar la moto, estaba un poco distraído pensando en que no me podía comunicar con Patricia... de repente me sobresalté, varios pájaros salieron revoloteando de adentro del viejo aljibe contra el cañaveral, miré la hora en el celular, eran las 7:46 y no tenía llamadas, ni mensajes, busqué la llave en el llavero y abrí el candado, empujé el portón del galpón entré y saqué la moto, la encendí y la dejé calentando mientras volvía a cerrar.

12 minutos me lleva llegar a mi trabajo y el ir en la moto no me representa problemas porque en el depósito de la empresa hay lugar para estacionarla mientras no la uso.

Yo: Buen día,
Tere: Buen día David.
yo: Tere es la telefonista y recepcionista de la Empresa, Me crucé con Jorge mi jefe al dirigirme al taller, Buen día Jorge.
Jorge: Hola David, te espero en la oficina tengo un par de reclamos para atender a la mañana.
Yo: Ok ya regreso.

Estar solo no es fácil tengo que trabajar, por suerte encontré en este taller de bombas de agua trabajo a mis 17 años y además muy buena gente, en poco tiempo me han enseñado mucho sobre electricidad y tableros electrónicos.

Jorge es el dueño de la empresa y a su vez el jefe del taller y organiza el trabajo de los técnicos. Me entregó dos reclamos miré el primero era en 18 de julio y Ejido decía que la bomba de agua no paraba y se desbordaba el tanque. Até mi valija de herramientas y a la moto, la prendí y salí.

Buen día le dije al portero, ya nos conocíamos,.

Portero: Buen día pasa, ayer a la noche se empezó a desbordar el tanque de agua y la bomba no paraba, tuve que apagar la llave general del tablero de bombas, a la mañana la gente se baña y consume mucha agua pero todavía queda.

Mientras me contaba lo sucedido llegamos al sótano donde se encontraban las bombas elevadoras y el tablero electrónico. Prendí el tablero y la bomba Nº2 comenzó a funcionar, eso era normal ya que estaba faltando agua, abrí el tablero, tomé un pedazo de cable e hice un puente en los bornes simulando el electrodo que indica que el tanque llegó al nivel superior y la bomba se detuvo, definitivamente tenía un problema en el cableado al tanque o en los electrodos, tenía que subir al tanque en la azotea.

LA VERDAD TARDÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora