El color regresaba poco a poco al rostro de Alejandro, mientras que Samuel llegaba hasta él con un vaso descartable con agua y azúcar. Tomó asiento en frente del menor que bebía el líquido con rapidez sin respirar a lo que lo miraba expectante y es que vaya sorpresa se llevo el joven cardiólogo al ver a su pareja pálido como el papel y completamente perdido, sin esperar lo tomo de la mano y se lo llevo arrastrando al segundo piso donde estaba la cafetería del hospital.
-¿ya estas mejor?-pregunto al ver que ya termino de tomar, el menor asintió evitándolo mirar a los ojos a su esposo.
Alex no podía creer que había escuchado la voz de Guillermo aquí en el hospital. Tal vez el menor estaba delirando, el destino no podía tener tanta casualidad como para que Guillermo haya estado en este hospital o ser paciente de Samuel, tal vez solo necesitaba dormir. Ni sabia cuanto se había hundido en sus pensamiento que el castaño lo miraba preocupado.
-Samuel, yo...-
-¡Samuel!-llamo una de las enfermeras interrumpiéndolo para acercarse a donde estaban ellos.
-Samu-dijo con voz chillona posando sensualmente al mayor, y es que Alejandro no sabía pero todas las enfermeras, incluso algunas pacientes, se les insinuaban y le coqueteaban.
-Hola Liz ¿sucede algo?-pregunto el doctor intentando que se fuera lo más rápido posible.
-Sí, últimamente siento ciertos dolores en el pecho ¿podrías hacerme una revisión?-dijo desabrochándose un botón de su camisa mostrando un poco de sus atributos sin vergüenza. Por su parte Alex miraba con enojo a la pelinegra que coqueteaba a SU marido.
-Puedes pedirle al doctor Pereyra, yo ya termine mi turno-tras lo dicho se levanto haciéndole una seña a Alex.
-No importa, puede ser rápido-dijo interponiéndose al mayor. Harto el menor tomo a su esposo de la mano y lo arrastro de allí.
-¡Qué te revise el doctor Pereyra!-grito llamando la atención de todos en la cafetería mientras que Alex lo arrastraba con enojo.
_*_
A pesar que el día era pesado para ambos eso no les impidió pasar toda una tarde-noche juntos entre el sastre que tomaba las medidas de ambos para los trajes, como cenar en un lindo restaurante con sus mesas en la terraza. Y allí se encontraban ahora nuestros protagonistas, disfrutando de una deliciosa cena mientras charlaban amenamente.
-Estoy nervioso Samuel, nunca fui a una boda-confeso el menor revolviendo los restos de la lasaña en su plato.
-Tranquilo chiqui, yo voy a estar contigo-
El menor levanto la vista haciendo que sus miradas se cruzaran, la seguridad que mostraba las pupilas amieladas de Samuel lo hacían sentir seguro. A su vez el mayor disfrutaba ese sencillo momento con su persona favorita en el mundo.
_*_
-¿Estás segura Claudia?-pregunto tras el auricular Guillermo, mientras que su hermana lo miraba molesta desde el marco de la puerta de la habitación del mayor-gracias Claudia, nos vemos este fin de semana-
Karol negó viendo como su hermano cambiaba la expresión a una seria. Y es que el pelinegro desde que regresaron del hospital se le ocurrió averiguar del matrimonio de Samuel, investigando a fondo el chico con el que se caso.
-No deberías hacer eso-dijo la pelinegra acercándose hasta el mayor.
-¿No deberías estar acostada?-pregunto ignorando lo que dijo, o tal vez no-Karol no voy a dejar que Samuel este con cualquiera ¿quizás se caso con él por el dinero?-
-Oh quizás no, no sabes Guille-recrimino la adolecente.
-Ya vete a dormir-dijo echándola de la habitación.
-Ay Guille-murmuro triste mientras su hermano azotaba la puerta detrás de su espalda.
_*_
El ruido de la cerradura resonó en el departamento haciendo que el bóxer de pelaje marrón se levantara de la cama para acercarse a sus dueños.
-¡MAX!-gritaron ambos al unísono haciendo que el perro moviera el rabo. Sonrieron al ver lo que hicieron.
Luego de llenar el comedero del bóxer, ambos se prepararon para ir a dormir. Alejandro se acostó mirando como Samuel preparaba el sofá.
-Hace frio-dijo Alex-porque no mejor te acuestas aquí-aquello captó la atención del mayor, quien no creía que su esposo se haya hecho a un lado para que duerma con él.
-¿estás seguro?-pregunto temiendo que respondiera un rotundo no. Sonrojado el menor asintió suavemente la cabeza para luego sonreírle.
Sin esperar dejo todo para acostarse a su lado, a lo que apagaban la luz de la mesa de luz. Todo quedó en una oscuridad absoluta junto con un silencio reinando el piso.
-Gracias-murmuro Samuel sonriendo en la oscuridad.
-Buenas noches Samu-
Su suave voz hizo que su corazón latiera a mil mientras se giraba para apreciar la figura de su esposo aun en la oscuridad. Un salto dio Max a la cama tomándolos desprevenidos.
-Max-se quejo el mejor acariciando la cabeza de su perro.
En esos momentos agradecía que el can interviniera, la constaste mirada de Samuel aun en la oscuridad lo ponía nervioso, pero no porque sea algo malo, sino por todo lo contrario quería poder tener el valor de pedirle acurrucarse en su pecho, pero su orgullo o tal vez la vergüenza no se lo permitía ¿acaso algún día Alejandro tendría al valor de decirle a Samuel sus sentimientos? Eso simplemente haría muy feliz al mayor que espera paciente a su esposo.
Sin saberlo su gran amigo Guillermo tramaba contra esa felicidad que es su chiqui. Nadie puede ser cien por ciento feliz, aunque no lo crean existen fuerzas que impiden que tu felicidad sea plena, tal vez es eso lo que confabula contra esta tierna y opuesta pareja.
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Hola a todo/as!! Nuevo capítulo al fin!!
Últimamente he tenido problemas para actualizar mis fics, pero por suerte aun sigo en linea! También les aviso que este capítulo es muy suave, lo interesante se pondrá en el próximo!! e.e
Bienvenidos a mis nuevos lectores!!Espero les guste mi fic! No olviden comentar y dejar una estrella!^^
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Lo que pasa en Las Vegas ¿se queda en Las Vegas? (EN CORRECCIÓN)
FanfictionLa vida se ha hecho para disfrutarla y pasarla bien, pero ¿que pasara si por error disfrutas demás? ¿Y cometes la locura mas grande de todas en Las Vegas? ¿Estas seguro que es un error?