Capítulo 12 "Tal vez están enamorándose"

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*Advertencia: Este capítulo tendrá un poco de lime. 


Cuando Samuel despertó al día siguiente la luz del sol de medio día lo había dejado segado, con pereza se incorporo mirando el reloj digital de su celular.

-Las doce-murmuro con el seño fruncido, solo había dormido cuatro horas, por suerte era domingo y no le tocaba trabajar en el hospital.

Giro su cabeza y noto a su pequeño esposo durmiendo tranquilamente a su lado, por desgracia no pudo disfrutar de la bella imagen ya que las palabras de Guillermo volvieron a su mente haciendo que una sombra se posara en él. Por años había estado rodeado de gente falsa, llegaban a su vida por su dinero o su apellido no por cómo es él, ahora un miedo lo invadía al saber que Alejandro era igual que todos ellos.

Un suspiro salió de sus labios mientras miraba al can delante de él, Max lo miraba inclinando la cabeza al costado, con suavidad acaricio el animal mientras ideaba un plan para evitar a su esposo, aun que hoy sería imposible.

_*_

El ruido de la ducha lo despertó, pasando sus manos por su cara en un intento de desperezarse para luego enfocar la vista en Max, su perro que lo miraba expectante, imito la acción que hizo su esposo hace unos minutos atrás sin saber que el castaño había acariciado al tierno animal también.

"Él es grandioso Alex" le había dicho Guillermo hace mucho tiempo atrás mientras caminaban rumbo a sus casas. "A Samu le gustan los videojuegos y es muy bueno" le comentaba con una sonrisa, desde el primer momento en que Guillermo Díaz empezó a hablar de Samuel De Luque supo que su recuerdo sería un gran rival para enamorar al de mejillas abultadas, aun así con todas las de perder lo intento hasta el final solo para darse cuenta que él no valía la pena.

Con una pequeña sonrisa dirigió su mirada achocolatada hacia la puerta del baño donde cierto castaño musculoso se bañaba, si sus cálculos hechos la noche anterior eran ciertos todo lo que dijo Guillermo y lo que experimento desde el primer momento con Samuel era verdad, entonces él es una gran persona. Al principio pensó que había caído en las manos de un depravado y abusador pero Samuel cada día rompía con esa creencia con gestos sinceros, hubo un momento en que creyó que solo actuaba y cuando él bajara sus defensas lo atacaría sin piedad, ahora se sentía ridículo ya que Samuel desde el primer momento fue muy bueno y paciente con él.

El sonido del agua paro, pero no los pensamientos de Alex entorno a ese hombre que estaba detrás de esa puerta de caoba negra. Con una sonrisa se prometió darle una oportunidad al castaño, aquella que le denegó desde el comienzo.

-Buenas-dijo el pelinegro desde la cama al verlo salir del baño con vapor aun emanando de su torso desnudo.

Decir que él menor no se lo comió con la mirada sería mentira, prácticamente se lo devoró, lo observo desde sus pies pasando por la toalla que cubría desde sus pantorrillas hasta su ancha cintura, su torso marcado, su brazos fuertes con algunas venas marcadas, sus omoplatos que hicieron que se relamiera los labios ante semejante espécimen. No, no era la primera vez que Alejandro miraba de esa manera a Samuel, pero si la primera que se permitió de forma descarada mientras que el mayor se quedo estático ante los ojos que lo observaban sin escrúpulos. Un poco incomodo carraspeó llamando la atención del menor.

-Hola-le respondió con una sonrisa un poco forzada.

No quería lanzar la primera piedra hacia Alex sin primero tener pruebas, por eso mientras piensa que hacer iba a crear una barrera antes que fuese demasiado tarde, aun que creo que ya lo era. Evitándolo se sentó al borde de la cama sin mirarlo para cambiarse de ropa, un movimiento del colchón hizo percatarse que él menor se había levantado.

Lo que pasa en Las Vegas ¿se queda en Las Vegas? (EN CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora