CAPITULO 3 "Nuestra boda"

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Cuando Samuel De Luque al fin llego a la capilla, esta se encontraba en plena boda entre una pareja muy risueña.

-¿Acaso esta capilla solo casa a parejas borrachas?-se pregunto a si mismo mientras finalizaba la boda y la feliz pareja se iba.

Ya cuando el juez se quedo solo se acerco pero la mirada sorprendida del hombre lo descoloco.

-¿Qué haces aquí muchacho?-pregunto el juez vestido de traje negro impecable-deberías estar disfrutando con tu esposo.

Los colores se le subieron al rostro al pensar en que podía estar "disfrutando" su matrimonio con el de menor estatura, claro en vez de venir a pedir la anulación del matrimonio.

-Veras...pues Alex-dijo usando su apodo-quiere anular nuestro matrimonio.

Su vista fue a parar al piso por la vergüenza de la situación. Pero queda demás decir que el mismo juez se llevo una gran sorpresa ante tal petición, pues si mal no lo recuerda el menor era el más interesado en casarse.

-No lo entiendo-dijo con sinceridad.

-¿Qué no entiende?

-Pues ayer el joven era el más insistente con la unión, de hecho casi se agarra a pelear con unos de mis ayudantes porque pensó que lo estaba coqueteando a usted.

Aquella respuesta lo dejo aun más sorprendido al castaño, acaso en verdad Alejandro siente algo por él. Sea cual sea la respuesta tenía que intentarlo, pero sus planes se vieron interrumpidlos cuando el juez siguió hablando.

-El matrimonio se puede anular ahora mismo-dijo el juez, haciendo que su corazón diera un vuelco de solo saber que ya Alex es un hombre libre de él. La cara de pánico de Samuel hizo que el hombre se diera cuenta que no quería divorciarse.

-Hay una opción para no anular el matrimonio inmediatamente-el castaño lo miraba atento con un brillo de esperanza en sus ojos-si el matrimonio se consumió, puede divorciarse en seis meses. Ya que el matrimonio se transforma en legal y por lo tanto tendrían que tener abogados para los trámites de separación de la pareja.

La sonrisa de Samuel fue sutil pero demostró el gran peso de encima que le quitaba al brindarle esa información. A pesar de que solo sean seis meses, aun tenía oportunidad con el pelinegro.

-Gracias-dijo para luego salir. Ya afuera de la capilla sonrió internamente.

-¿Por qué no, unos meses más?-se pregunto a sí mismo en un susurro.

_*_

Cuando Samuel vio la esperanza en los ojos de Alex mientras se acercaba al grupo, un sentimiento de culpa lo invadió. El solo hecho de mentirle de esa forma tan descarada y sin vergüenza lo hizo sentirse la persona más miserable.

-¿Y? ¿Qué te dijo?-pregunto desesperado.

-Dijo que el matrimonio no se puede anular hasta dentro de un año.

La cara de Alejandro se desfiguro ante la respuesta de Samuel. ¿Cómo que dentro de un año? ¿Qué hacia él con un año casado con un completo desconocido?

-Alex...yo-intento acercarse, pero él lo rechazo.

-¡Aléjate de mí!-grito apartando su mano, para luego irse con los ojos nublados por las lágrimas.

_*_

Luzu miro con tristeza al ver a su amigo deprimido en el sillón de su habitación.

-¡Vamos Vegetoide, que no es tan malo todo!-intento levantarle el ánimo pero no funciono, la mirada decepcionada de su mejor amigo lo invadió.

-¿Cómo no? ¡Si el chaval me odia!-dijo sin ánimos levantándose del sillón para mirar la ventana donde se mostraba resplandeciente la magnífica ciudad de Las Vegas. El paisaje era grandioso, las luces de los hoteles y los edificios brillaban haciéndote pensar que tal vez estabas en la Vía Láctea.

Lo que pasa en Las Vegas ¿se queda en Las Vegas? (EN CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora