Lo que pasa en Las Vegas ¿se queda en Las Vegas? (EN CORRECCIÓN)

CAPITULO 2 "¿Qué paso?"

A pesar de las blancas cortinas, la luz del sol las traspasaba haciendo que se iluminara toda la habitación mucho mejor que cualquier luz eléctrica. Claro, esa fue la principal causa de que Samuel De Luque se despertara tan perezosamente.

Un olor a alcohol y perfume inundo sus fosas nasales mientras que poco a poco se incorporaba en la cama, pero algo detuvo su movimiento. Un fuerte mareo hizo que llevara sus manos a la cabeza mientras cerraba los ojos con fuerza. Cuando por fin los volvió a abrir su vista se enfoco hacia al lado suyo en donde una persona dormía plácidamente cubierto por la sabana carmesí hasta la coronilla.

¿Qué rayos paso? Se pregunto el castaño mirando como la sabana subía y bajaba al ritmo de la respiración de su compañero de cama. Cuando se animo al fin a quitar la sabana por lo menos para ver a su acompañante una ola de recuerdos lo inundaron al ver su rostro.

-Alex-murmuro recordando el nombre del chico que dormía a su lado, pero lo que más lo impresionó fue la sortija que ambos tenían en sus respectivas manos. Una alianza dorada se hacía lucir en sus manos. Por su parte Samuel miraba atónito el anillo sin creerse que se casó con ese chico.

Aparto su mirada para notar como el cuarto estaba hecho un desastre: tenía botellas tiradas en el piso; ropa por doquier, incluso en el plasma que colgaba de la pared se encontraba su camisa blanca. Con tranquilidad se deshizo de sus sabanas y se levanto de la cama notando su cuerpo desnudo a lo Adán y Eva. Un sonrojo se hizo notar al darse cuenta que sus "votos" matrimoniales fueron consumidos.

Solo un paso alcanzo a dar, cuando piso algo que confirmo sus sospechas y es que al bajar la mirada se encontró con un preservativo usado.

-Madre mía-dijo por bajito mientras se pasaba la mano por la cara y su sonrojo aumentaba más.

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Una carcajada se hizo oír por todo el patio de comidas del hotel haciendo que todos miraran a un grupo de chicos desayunando "tranquilamente". Por su parte Rubén ignoro las miradas que le dieron de su escandalosa risa para concentrarse en la imagen que tenía entre sus manos.

-Que no te burles del niñoh-dijo Mangel con reproche aun que la imagen también le causo gracia. Y es que la misma situación parece haberse salido de una película comica-romantica.

-¡Bah!-exclamo el noruego volviendo su vista a la persona que le entrego la imagen-¿enserio se casaron?-pregunto mostrando una gran sonrisa.

-Sep-dijo Luzu mirando al padrino de Alejandro. La misma risa se hizo oír otra vez, ahora contagiando al padrino de Samuel mientras que un Frank a punto de estallarle la cabeza los miraba de forma asesina.

-¡Que se callen ya parguel*as!

El grito del pelinegro los hizo callarse asustándolos, mientras que se volvía a apoyar la cara contra la mesa fría. Sus risas se convirtieron en murmullos sobre la boda de sus dos mejores amigos.

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El sonido del agua correr en la ducha lo despertó. Con pereza Alejandro se quito las sabanas para luego sentarse en la mullida cama, cuando noto que estaba completamente desnudo.

-¡Pero qué leches!-exclamo molesto pensando que fue alguna broma de Rubén, pero esa idea se esfumo cuando noto que no estaba en su habitación, sino en una cualquiera.

La misma escena que presencio Samuel ante el desorden de su habitación fue la misma que observaba Alejandro en ese instante.

-P-pero ¿en dónde estoy?-se pregunto así mismo asustándose un poco.

-Veo que ya despertaste-dijo una voz que salía del baño, frente de la cama se encontraba un hombre con solo una simple toalla blanca cubriéndolo desde la cintura dejando ver su musculoso torso, esos músculos no son normales, pensó el pelinegro un momento para luego mirarlo con enojo.

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Un Alejandro caminaba como podía, mientras Samuel lo miraba divertido por detrás. Por su parte el de menor estatura miraba con enojo infinito como sus amigos sonreía a otro chico que hablaba con ellos muy alegre, mientras que su compañero "dormía" sobre la mesa. Cuando al fin estuvo cerca de ellos escucho con claridad.

-Fue muy tierno cuando Alex dijo acepto-comento el desconocido.

-¡Wah!-dijo Rubén extendiendo la A hasta que Alejandro apareció enfrente y golpeo la mesa sorprendiendo a todos.

-¡Es tu maldita culpa!-grito asustando a sus dos mejores amigos, aun que ahora dudaba que fueran sus amigos, pues lo que hicieron podría tomarse como traición.

Y es que como dejaron que él, él que tiene una hermosa novia y una vida tranquila se terminara casando con un desconocido en Las Vegas. Y es que ya lo presentía que nada iba a salir bien de este viaje.

-¡¿Cómo se pueden ser tan míseras?!-pregunto mirando a sus traicioneros amigos.

-Cálmate Aleh-

-¿Quieres que me calme Mangel? Si tú y Rubén no impidieron mi boda con un completo desconocido, que por cierto podría haber sido ¡un psicópata o un violador o un asesino serial!

La sonrisa de Samuel se borro al instante al escuchar a su "esposo". Y es que Samuel De Luque podría ser de todo, menos asesino y psicópata, lo de violador lo dejaba a su criterio pues no se sentía ningún santo al ver como intentaba caminar Alejandro después de su noche de bodas.

-Alex déjame explicarte-dijo Rubén levantándose de la silla para mirar a su amigo cara a cara.

-¡No!-negándose retrocedió para luego cruzarse de brazos-lo único que me interesa es librarme de esta situación y regresar a España con Eva y Max.

A pesar de conocerse poco o mejor dicho nada, las duras palabras de Alex se clavaron en el corazón del castaño dándose cuenta que no le importaba y que lo único que quería era alejarse de él.

-Vegetta ¿ah dónde vas?-pregunto Luzu al ver a su amigo marcharse sin decir nada.

-Voy a hablar con el "padre" para que me diga como anular el casamiento-explico para luego marcharse. La primera sonrisa del día se poso en el rostro de Alejandro al ver alejarse Samuel, aun que no le gusto el tono que uso, se alegro de que al menos tenga la disposición de anular esta locura.