Lo que pasa en Las Vegas ¿se queda en Las Vegas? (EN CORRECCIÓN)

CAPITULO 5 "Conviviendo juntos"

La cara de Samuel cambio de sorpresa a una sonrisa de oreja a oreja. Agradeció mentalmente el no haber recibido noticias sobre el menor para encontrarse con tan linda sorpresa, con paso cauteloso se acerco. Por su parte Alex maldecía mentalmente a Samuel y es que ¿porque tenía que tardar tanto? Obvio estaba enterado que trabajaba, aunque aun no sabía en qué, pero eso no era escusa de su demora, unos pasos a su lado atrajo su atención notando a el dueño de sus pensamientos parado a su lado.

-Hola-dijo Samuel haciendo que el enojo y la furia del menor aumentara.

Este solo lo miro con enojo, mientras se levantaba del piso. Queda de más decir que Samuel esperaba otro tipo de recibimiento, lo que no se imaginaba era ver un Alex con la cara demacrada, ojeras y los ojos irritados de tanto llorar.

-¿Que te paso?-pregunto preocupado acercándose mas. El pelinegro levanto su mirada para observarlo con molestia. No le quedaba otra que tragarse su orgullo y pedirle alojo a su "esposo" en su departamento.

Al día de hoy, Alejandro jamás pensó que alguien llegara a preocuparse tanto por su persona y es que él no era de revelar sus sentimientos a la gente, prefería mantenerse alejado después de lo que paso con Guillermo. Samuel le había demostrado que no era tal como él creía, no, Samuel era una persona con un gran corazón hacia aquellas personas que son importante para él. Aun que estaba completamente agradecido, no cambiaba el hecho de que le haya mentido todo este tiempo.

Una vez más lo miro, pues se encontraba frente a frente, mientras que él se había hundido en los recuerdos, Samuel por su parte leía atento el acta de divorcio. No quería, se negaba a firmar aquel monstruoso papel, pero por más que quisiera no podía retener a Alex contra su voluntad y obligarlo a que lo ame, él en cambio estaba perdidamente enamorado del menor.

-Entonces el departamento del doctor Samuel De Luque no quedara en la repartición de bienes.

La voz seria del abogado del castaño atrajo su atención. Alex no quería nada de Samuel, solo la libertad de ese matrimonio que fue un error desde el comienzo. Ojala ese matrimonio se hubiese quedado en Las Vegas como el recuerdo de una noche loca y nada más, pero ahora tenía repercusiones y graves.

Mientras los abogados volvían a debatir las clausulas del acta de divorcio, Alejandro se volvía a hundir a ese mar de recuerdos donde vivió su primer año con Samuel.

_*_

Cuando el castaño abrió la puerta del departamento, Alex se llevo una gran sorpresa de que su esposo viviera en un *piso. Pensó que sería un departamento muy lujoso como aquellos que se mostraban en la revistas, pero aunque tenía lujos no dejaba de ser un simple piso. No había habitaciones, la cama estaba al lado del living y el ropero hacia una pequeña división para la cocina y la única puerta que llevaba a la privacidad absoluta era la del baño. La cara de Alex en esos momentos decía todo.

-¿Decepcionado?-pregunto el castaño mientras terminaba de entrar las maletas del menor.

-¿En donde dormiré?-logro preguntar con un hilo de voz.

-En mi cama, es obvio.

El pelinegro miro con horror de solo pensar que dormiría con él. El solo imaginarse a Samuel durmiendo desnudo a su lado hizo que se sonrojara a sobremanera, y es que no podía negar que el castaño tenía un muy buen cuerpo.

-Yo dormiré en el sofá, para que te sientas más cómodo.

La voz lo despertó de su trance sintiéndose tonto de pensar tales situaciones. Un gracias murmuro para luego sentarse en la cama, mientras que Max se subió a la cama echándose a su lado.

-¡Max bájate!-dijo nervioso, pensando que Samuel seria como Eva, ella siempre se enojaba cuando el perro se subía a la cama. Mientras el menor intentaba bajar el can de la cama, Samuel miraba sonriente la escena, así que se acerco a ellos y con ternura acaricio la cabeza y detrás de la oreja del animal.

Aquel gesto sorprendió a Alex que miraba atento cada movimiento.

-Siempre quise tener un perro-confeso sin dejar de acariciar al animal.

-¿Y? ¿Por qué no tienes uno?

-Mi padre es alérgico a su pelaje, por eso nunca quiso un perro en la casa.

Aquello fue el comienzo de algo, aun no sabía que pero le gustaba. Cuando se hizo de noche, Samuel observa como Alex y Max dormían tranquilos en su cama y es que la escena era por demás tierna. Con la sonrisa pintada en sus labios le mando un mensaje a sus padrinos de bodas por haberle ayudado a que Alex viviera con él.

_*_

La primera semana se había vuelto un caos y es que acostumbrarse cada uno al horario del otro. Samuel con el horario del hospital y Alex con el entrenamiento y los partidos se hacían tediosos y penas coincidían horarios para almorzar juntos.

-¿De que trabajas Samuel?-se animo a preguntar Alex mientras el mayor manejaba por las calles de Madrid, y es que sí, después de tres días pensando en cómo le haría la pregunta. No temía el preguntarle sino saber que trabaja en algo feo como sicario o ladrón de guante blanco o algo por el estilo.

-Soy cardiólogo en el hospital central de Madrid.

-¡oh!-exclamo sorprendido mientras llegaban al club donde entrena el menor.

-Sorprendido-dijo sonriente y es que desde que Alex llego a su vida y su departamento no paraba de sonreír-hace poco me gradué y ya estoy ejerciendo mi titulo-claro mientras estacionaba el auto.

-Gracias por traerme-dijo Alex mientras tomaba su bolso y bajaba del auto.

-De nada. Te paso a buscar mas tarde chiqui-dijo sonriente para luego irse antes de que le echara la bronca por llamarlo "chiqui" y es que Samuel no podía evitar llamarlo así, le gustaba la cara de enojo que ponía Alex cuando lo nombraba con ese apodo tan característico.

Ya en el camino al hospital recordó que se había olvidado de unos papeles importantes para la consulta de hoy y es que hoy por fin vendría ella a su consultorio. Así que con rapidez llego a su piso, abrió la puerta y se adentro en busca de las hojas, sin darse cuenta Max había salido del apartamento a toda prisa. Por su parte, Samuel una vez que encontró los papeles los tomos y se fue cerrando la puerta, sin verificar que el perro siguiera dentro del apartamento.

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Hola a todxs!!! Después de una semana sin subir nuevo capítulo regreso y es que tuve unos inconvenientes, como dije antes en una publicación, no me encontraba de ánimos para escribir algo. Lo bueno es que ya estoy mejor y les traigo nuevo capítulo!

Espero les guste mucho, no olviden comentar y dejar una estrellita!^^

Este capítulo se lo dedico a MarvadadeLuque

*Piso: Es un departamento en donde no hay habitaciones, ni cuartos. Solo una habitación en donde se encuentra todo (cocina,living,comedor, dormitorio), claro como dije en el fic a excepción del baño que si es lo único "privado".