Katherine se estiro entre las sabanas de su habitación, giro perezosamente y cogio su teléfono para mirar la hora.
-Umm –bostezo dejándolo sobre la mesilla de noche –Las ocho
Era muy temprano pero ya estaba cansada de estar en la cama. Se quedo tumbada mirando al techo y recordando todo lo ocurrido el día anterior. Las miradas de todos puestas en ella, se sentía tan sexy. Debía admitir que la lencería le quedaba muy bien.
Suspiro y se levanto de la cama, sin saber porque se dirigió hacia su maleta y comenzó a sacar cosas, hasta que lo encontró. Una pequeña parte de ella quería verse con ese conjunto, quería sentirse tan sexy como el día anterior. Se dirigió al baño y se cambio, al salir se quedo parada frente al espejo con una sonrisa Le gustaba, le gustaba verse así ¿Qué opinaría Daniel? Y entonces golpearon su puerta. Busco algo con lo que cubrirse, cogio rápidamente un fino batín largo de tela, que la verdad no es que cubriera mucho.
-¿Si? –Abrió la puerta y sus ojos se abrieron sorprendidos ¿Qué hacia el allí a las ocho de la mañana?
-¿Podemos hablar? –Daniel la miraba fijamente a los ojos
-Es temprano –Katherine permanecía tras la puerta, solo con la cabeza asomada –Aun no es hora de trabajar
-¿Puedo pasar por favor? –Daniel parecía molesto
-Esta bien –Ella abrió completamente la puerta dejándole pasar, después la cerro y se giro para mirarle -¿Qué pasa?
-Necesitaba hablar contigo de. . .-Pero en ese momento el la miro completamente y sus pupilas se dilataron ¿lencería? Llevaba lencería, podía distinguirlo perfectamente y le quedaba genial. Entonces recordó la conversación con su hermana lencería azul, era ese el conjunto –Azul
-¿Qué? –Katherine se miro y tiro de la tela para cubrirse
-Te queda muy bien –Daniel no dejaba de mirarla de forma penetrante
-¿Has venido para eso? –Ella levanto una ceja ¿Estas muy bien? ¿Qué tal un lo siento? ¿No debí decir aquello?
-No –El levanto la vista para mirarla a los ojos –La verdad, no recuerdo a lo que he venido.
-Entonces será mejor que te marches –Katherine giro sobre si misma y camino hacia la puerta, cuando estaba apunto de abrirla, sintió el cuerpo de Daniel presionándola contra la misma
-¿De verdad quieres eso? –Le hablaba susurrando al oído, acaricio con su nariz su cuello hasta parar en su hombro, entonces deposito un suave beso ahí. La giro para tenerla frente a el y acerco sus labios hasta casi rozarlos –Porque yo no quiero irme
Sentir sus labios tan cerca y su aliento rozándola era algo con lo que Katherine no pudo lidiar. Subió las manos por su pecho hasta rodear su cuello y adelanto su rostro lo suficiente para lograr que sus labios se tocasen. Fue entonces cuando ambos perdieron la razón, avanzaron hasta la cama a trompicones, chocando con todo por el camino. Una vez junto a ella Daniel le arrebato la bata y la admiro con ese precioso conjunto azul que resaltaba su piel. Era realmente hermosa.
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La Secretaria
Storie d'amore¿Por qué no? Liberarse, divertirse, solo una vez, una noche ¿Qué podía pasar? Constantemente su amiga Emilie insistía en ello y al final se decidió, ella Katherine Wolfth actuando sin pensar en las consecuencias. Pero solo seria una noche, después d...