Katherine llevaba ya dos horas en su mesa, había rellenado todo los informes y clasificado los presupuestos. Miro su reloj de nuevo, las once de la mañana ¿Dónde estaba Daniel?
-Katherine –La voz de Edward la sobresalto, estaba parado frente a su mesa
-Hola –Ella se levanto sonriente pero frunció el ceño al ver la cara de el -¿algo va mal?
-Anoche atacaron a Dani –El hablo mirándola con precaución
-¿Qué? -¿Atacaron? ¡Atacaron! Tuvo que apoyarse en la mesa tratando de recobrar la respiración -¿Esta bien?
-Si, un poco magullado –camino hacia ella y dejo un papel y unas llaves sobre la mesa
-¿Y esto? –Ella frunció el ceño
-Es la dirección de su apartamento y las llaves –El se encogió de hombros –Ya sabes lo cabezón que es, insiste en trabajar. Pero el medico le mando reposo.
-¿Y que quieres que haga yo con esto? –Katherine tomo las llaves y las miro
-Pues ir a su casa –Edward sonrió divertido –Necesita a su secretaria
-¿Ehm? –ella se sonrojo de inmediato ¿Su secretaria? Se puso roja, ¿para cuidarle?
Katherine aparco el auto frente al inmenso edificio, doce plantas y como no el vivía en el ático. Entro e inmediatamente el portero se dirigió a ella
-Disculpe señorita ¿puedo ayudarla? –la miraba desconcertado
-Vengo al apartamento de Daniel Jonson –Ella le mostró la llave y el papel –Soy su secretaria
-Ah, señorita Wolfth -¿Cómo? ¿El sabia que venia? –Adelante por favor
-Gracias –entro al ascensor y pulso el ático ¿Cómo estaría Daniel? No podía evitar sentirse preocupada ¿Atacado? ¿Qué le hicieron? ¿Por qué?
Las puertas se abrieron y camino hacia la puerta, se quedo unos segundos mirando la cerradura ¿Abrir o llamar? ¿Y si el no podía levantarse? Quizás estaba mal herido
Se decidió por abrir la puerta, entro despacio mirando a su alrededor. Un apartamento frió, de soltero, en tonos grises y blancos. Dejo las llaves sobre el mueble que había en la entrada y avanzo hasta el salón.
-Déjame ayudarte –Merianne colocaba dos cojines tras la espalda de su hijo
-¿Quieres que te traiga algo de tomar? –Melanie le miraba preocupada
-Estoy bien –El suspiro -¿Podéis dejar de atosigarme?
Katherine permanecía parada observándoles, aunque no estaba cerca pudo distinguir los golpes en el rostro de el. Tenia el labio hinchado y el ojo morado, su muñeca izquierda estaba vendada y como no llevaba camiseta se podía ver el morado en su estomago.
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La Secretaria
Storie d'amore¿Por qué no? Liberarse, divertirse, solo una vez, una noche ¿Qué podía pasar? Constantemente su amiga Emilie insistía en ello y al final se decidió, ella Katherine Wolfth actuando sin pensar en las consecuencias. Pero solo seria una noche, después d...