— 'Summa Daemoniaca' [1] —la voz de Emily inunda mis oídos y me hace alzar la vista de golpe. Ella se sienta frente a mí en la mesa de la cafetería que siempre compartimos, y me regala una mirada escandalizada—. ¿De verdad, Bess?, ¿demonios?, dime, por favor, que no crees en esas estupideces.
El calor invade mis mejillas y cierro las páginas del libro que ha consumido mi tiempo las últimas horas.
—Yo sólo... —busco algo inteligente para decir, pero nada viene a mí. No sé cómo justificar mi reciente obsesión por los seres oscuros. No sé cómo justificar la inmensa necesidad que siento de investigar sobre este tema—. Lo leo por diversión, ¿de acuerdo?, no creo en esas cosas.
Su mirada me hace saber que no ha creído una mierda de lo que he dicho, pero se limita a abrir su jugo de uva y dar un sorbo largo. Ni siquiera yo misma comprendo qué estoy haciendo.
He pasado El fin de semana obsesionada con absolutamente todo lo que a demonios se refiere. Internet no ha sido de mucha ayuda. He visitado cada blog sobre demonios existente, pero, ¿cómo confiar en la veracidad de un par de datos al azar, en una página creada por alguien que utiliza la fuente 'copperplate gothic' en color rojo sangre?...
Wikipedia tampoco dice demasiado sobre el tema. El vago concepto de un ser de carácter oscuro que arroja, es lo más lastimoso y pobre que he leído jamás. Lo único que ha llamado mi atención, es cómo las distintas religiones en el mundo coinciden en una cosa: son catástrofes andando. Daño, dolor, devastación y destrucción. Los demonios son mal personificado.
Me he inclinado por los textos bíblicos, pero no han sido fáciles de interpretar. Hace unos días me topé con un par de títulos que me interesa leer. Summa Daemoniaca es uno de ellos; seguido de El libro de Enoc y La llave menor de Salomón.
No he conseguido los últimos dos textos, pero encontré el primero en una librería religiosa ayer por la tarde. No había tenido el valor de sacarlo de mi mochila hasta hoy por la mañana, justo antes de venir a la escuela; sin embargo, no he podido despegar la vista de sus líneas. Realmente espero que esto pueda aclarar todas esas incógnitas que rodean al ser de las alas de demonio que dice llamarse Mikhail.
—Como sea —mi amiga me saca de mis cavilaciones una vez más, y deja escapar un suspiro largo—, ¿a dónde te fuiste el sábado?, estuve buscándote como idiota por todos lados.
Mis cejas se alzan y la miro con incredulidad.
—Fuiste tú quien desapareció primero —la señalo con el tenedor de plástico que sostengo entre mis dedos—. No tienes derecho alguno a recriminarme el que me haya marchado cuando ni siquiera fuiste capaz de responder el teléfono.
Ella entorna los ojos en mi dirección.
—Eres una perra lista —una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios y añade—: ¿Cómo volviste a casa?, ¿pediste un taxi o algo?
—Yo la llevé —la voz ronca y aterciopelada me hace volver la cara en dirección al pasillo entre las mesas.
Todo mi cuerpo se tensa en el instante en el que Mikhail aparece en mi campo de visión. Viste completamente de negro, y eso sólo resalta la blancura de su piel y el intrigante color de sus ojos. Su cabello es un desastre, pero de alguna u otra manera ha conseguido que luzca bien.
ESTÁS LEYENDO
DEMON © ¡A la venta en librerías!
ParanormalTRILOGÍA DEMON #1 ¡A LA VENTA EN LIBRERÍAS! "El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí." -William Shakespeare.