capítulo XI

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Todo estaba en un silencio total, todos dormían menos yo, sólo pensaba en que todo el tiempo que estuve aquí y sobre la carretera le pudo haber pasado algo a mi madre. Aún no sabíamos como encontrar el reino de las hadas, quise saber sí mi madre aún vivía sino ella sería un ser ancestral y no creo que mi madre no fuera a tratar de comunicarse conmigo por encima de lo que digan los ancestros.

Todo aún seguía en silencio, así que fuí a la cocina y busqué sal y algunas velas, me dirigí hacia la sala en donde hice un pentagrama con la sal y coloqué las velas alrededor, me coloqué en medio del pentagrama en posición de meditación, cerré mis ojos y comencé a concentrarme en mi madre, a mi llegaron visiones del sitio donde estaba, por más que traté no pude verla, pero tenía la sensación y por las imágenes de que ella aún seguía en el inframundo.

Abrí mis ojos y allí estaba ella mirándome fijamente

- lo siento, no quise interrumpirte - dijo Mitsuko - pero no podía evitar ver lo que estabas haciendo -

- no te preocupes, ya había terminado, trataba de ver donde estaba mi madre, pero sigue en el mismo sitio  -

- que tipo de magia es esa la que utilizas? Esa que sale de tus manos? -

- no lo se, no se muchas cosas sobre mi magia - dije - cuando viste la esencia de mi magia salir de mi? -

- hace un minuto, cuando contactabas a tú madre tus manos estaban completamente envueltas en una llama azul -

- no se de donde proviene, sólo se que después de que los ancestros me expulsaron por revivir a Liz esa magia empezó a surgir -

- sobre eso te quería hablar, estuvo mal haberte tratado así después de lo que hiciste por mi, así que quiero disculparme contigo -

- eso está en el pasado, no hay de que preocuparse - le dije

- gracias... Que hay de tú padre? - preguntó - él no sabe nada de ese poder? -

- nunca conocí a mi padre, él murió antes de yo nacer -

- ohhh... Podríamos invocar a tú padre y preguntarle sí sabe algo sobre tú magia -

- quieres ayudarme? -

- sí!, quiero reinvindicarme contigo y quiero que me enseñes más hechizos y ser tan fuerte como tú -

- no soy tan fuerte como tú piensas pero tomaré tú idea de invocar a mi padre -

Ella caminó hacia mi y nos pusimos frente del pentagrama, y tomó mi mano - cierra tus ojos y piensa en éste nombre " Steban Blackstorm " y luego repite lo que yo, entendido? - ella asistió con su cabeza y cerró sus ojos - Phesmatos Obscuras, Ex Luces Est Umbres Nes - ella empezó a repetir las palabras conmigo una y otra vez - Phesmatos Obscuras, Ex Luces Est Umbres Nes -

- quienes son ustedes? - se escuchó una voz, los dos abrimos los ojos y vimos un señor como de unos 30 y algo de años, el debía ser mi padre, había mucho parecido

- eres Steban Blackstorm? - preguntó Mitsuko sin dejar de soltar mi mano, parecía querer darme fortaleza para que pudiera hablar

- sí lo soy! y ustedes quienes son y porque me trajeron acá? -

Mitsuko me miró y como vio que seguía sin poder hablar volvió a tomar la palabra - yo soy Mitsuko Lovely y él es Nathaniel Blackstorm - dijo sonriendo al decir mi nombre, luego miraba entre mi padre y yo

- Nathaniel Blackstorm? - preguntó frunciendo su seño

- sí - dije - soy tú hijo, mi madre es Erika Blackstorm - el abrió mucho sus ojos - te traje aquí por que mi madre ha sido secuestrada por demonios y quiero saber sí tú sabes algo de está magia - le mostré mi magia azul y el parecía sorprenderse más aún

- no! - gritó, parecía empezar a desvanecerse - tú madre, alejate de ella... Los ancestros no quieren que te ayude -

- no, por favor ayúdame! -

- sólo alejate de tú madre - dijo y desapareció del pentagrama apagando todas las velas

- porqué diría eso? - pregunté más que todo para mi mismo pero me sorprendió cuando Mitsuko dijo que ella podría saber - porqué lo dices? -

- creo que lo supe cuando dijiste el nombre de tú madre -

- que quieres decir? Por favor dilo de una vez! - ya me estaba poniendo furioso

- está bien, es algo que escuché cuando era una niña - empezó diciendo - mi madre me contó que en nuestro aquelarre había una bruja llamada Erika que se volvió loca y mató a su esposo Steban después de llegar del trabajo, nunca se supo el motivo por el cual ella hizo eso ya que huyó del aquelarre y se fue a vivir muy lejos y colocó un hechizo de encubrimiento sobre ella y en donde se encontraba - yo no Podía creer lo que me decía

- y como sabes que es mi madre? -

- son muchas coincidencias Nata, tú padre es Steban, tú madre Erika, se fue de su aquelarre cuando murió tú padre - me miró un momento y volvió a decir - lo siento, a lo mejor es eso, pura coincidencia y no es de tú familia la historia que te cuento -

- ahora más que nunca tengo que encontrar a mi madre, necesito respuestas - dije - hay que encontrar esa entrada al reino de las hadas como sea -

- al reino de las hadas? - preguntó

- sí, es la única entrada para ir al inframundo -

- yo se donde encontrar a las hadas - dijo Mitsuko - he ido muchas veces cuando pequeña -

- en serio? Porque no lo dijiste antes? -

- no sabía que querían ir allá pero para entrar al reino de las hadas hay que vestir elegantes o la reina no nos dejara entrar -

- trajes y vestidos? - pregunté y ella asistió, ya se estaba yendo cuando la llamé - espera, me quieres ayudar en una última cosa? -

- que es? -

- es un regalo para Tayler - dije mientras sacaba un anillo con un agujero en el centro y una piedra negra de mi bolsillo

- donde conseguiste la black kyanite? - preguntó - es muy difícil de conseguir -

- no me vas a creer, pero el padre de Liz la tenía como una incrustacion en una estatua, lo vi antes de salir de allí, el tercer ojo de la estatua era la piedra -

- harás un anillo lunar? -

- eso es correcto, me ayudaras? - ella asentió y coloqué la piedra en el anillo y los uní con magia, luego comencé con el hechizo para la piedra, tomé sus manos y le dije - repite conmigo, Maioribus Concessum Satis Magicae, Necesse Est Fueretur Transformatio Genus Lunae -

Ella dijo conmigo las palabras al unísono como tres veces hasta que el hechizo se fundio en la piedra

- está listo? - preguntó

- sí, ya está listo - la miré fijamente - serás una gran bruja, ya lo veo venir -

- muchas gracias Nathaniel, ahora sí voy a dormir - se fue a despedir de mi con lo que pensé que era un beso en la mejilla, pero no fue mi mejilla la que beso sino mis labios, por lo que le respondi besandola también

.......

Nathaniel Y El Don De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora