Capítulo XXV

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Cuando los chicos llegaron al Reino era de noche en este, el cielo estaba vacío, no había estrellas solo 2 lunas una mas cerca de la otra haciendo la ver mucho más grande, el reflejo de su luz iluminaba el lugar como farolas en la ciudad.

A medida que caminaron se adentraron en el bosque observando como las flores se volvían luminiscente por la noche brillando por si solas, convertían el bosque en algo hermoso e inimaginable. Los chicos podían ver con total claridad en la oscuridad gracias a la visión de vampiro que les proporcionaba Liz, con esta pudieron ver desde lejos que cerca del Castillo se encontraba el ejercito de la Reina Eliza con ella y Carrick al frente de este. Entre aquel ejercito había hadas, vampiros, licántropos y otras especies que habían sido encerradas por los brujos dentro de la Piedra Fénix con el fin de que no causaran mas daño a la humanidad, pero también por protección hacia ellos y otras especies de seres sobrenaturales.

Más alla de los chicos la Reina Eliza junto con Carrick el padre de Liz comenzaban a preparar a su ejercito para la batalla contra los brujos para luego ir por los licántropos y vampiros que estuvieran en contra de sus ideales para su nuevo mundo. Ambos querían exterminar a los brujos, eliminando cualquier tipo de magia que pudieran utilizar contra ellos, de por si, ya se creía que la especie de brujos era la más poderosa de todos los seres sobrenaturales ya que poseían magia y otros tipos de dones que podían emplear para su defensa, también eran guardianes de la naturaleza y la vida en el planeta, eran los protectores de la paz en el mundo y tenían que hacer lo que sea para hacer su trabajo y para ello tenían que ser muy poderosos pero no podían ser inmortales ya que iba en contra de lo que protegían y eso los hacia vulnerables.

Cuando el ejercito estuvo preparado para salir al mundo humano la Reina creó un portal que los llevaría hasta allá. Un licántropo comenzó a caminar hacia el portal pero antes de poder siquiera tocarlo cayó de rodillas y comenzó a sacudirse frenéticamente hasta que dejó de hacerlo una vez muerto. Carrick y Eliza no sabían que fue lo que había sucedido hasta que vió a Nathaniel con su mano extendida hacia el licántropo que yacía muerto y junto a él su grupo de amigos.

- ¡No permitiremos que lo hagas! - gritó él

- ¡Jajajaja! - se carcajeó Carrick - ¿Solo ustedes han venido a detenernos? Los superamos en números -

- ¡La fuerza no se encuentra en el número! ¡Sin embargo podemos acabar con todos ustedes! -

- ¿Como se atreven a venir a mi Reino y amenazarme? - dijo Eliza cerrando el portal tras de ella - ¡Acabaremos con ustedes y luego iremos por aquellos a quienes protegen! -

La Reina hizo que sus guerreros dieran una vuelta de 180° y quedaran todos frente a los chicos.

- Chicos, creo que es hora – dijo Theressa y todos comenzaron a utilizar el poder de demonio de Nata quedando completamente cubiertos de aquella flama azul. 

Mitsuko utilizó un hechizo de aceleración en Tayler para sacar a su lobo a la superficie, como se encontraban en otro mundo la luna llena no tenia efecto en los licántropos. Tayler comenzaba a tomar la forma de su gran lobo negro, su pelaje desprendía aquella magia demoníaca que lo volvía más fuerte aun de lo que su lobo ya era. Liz y los brujos utilizarían la velocidad y fuerza de los vampiros con las garras y los colmillos de los licántropos. 

- ¡A POR ELLOS! - gritó la Reina haciendo que sus tropas corrieran al ataque

- Mucha suerte chicos -  dijo Liz y a lo lejos se pudo escuchar como su padre gritaba “Acabenlos” y ellos comenzaron a correr hacia el ejercito que se dirigía a ellos a gran velocidad encontrándose en medio de aquel hermoso campo.

Tayler en sus cuatro patas saltaba hacia sus enemigos mordiendo y arrancando las extremidades de quien encontrara en su camino. Mitsuko y Nathaniel trabajaban juntos, este paralizó a un vampiro mientras que Mit con un golpe certero arrancó su corazón luego ella con el hechizo de Dolor Mental colocó a varios seres que estaban a su alrededor de rodillas y él a gran velocidad comenzó arrancar sus cabezas una por una.

Nathaniel Y El Don De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora