Capítulo XIX

21 2 0
                                    

Eran aproximadamente las 2:30 de la mañana del 30 de Noviembre, me encontraba en un bar a las afueras de la ciudad, era pequeña pero muy popular entre sus habitantes. Ya muchos de ellos estaban muy ebrios sentados o recostados sobre las mesas o la barra del bar, había un grupo de universitarios que jugaban en una de las mesas de pool. Ellos me hicieron pensar en lo que fuera sido de mi vida si fuera sido una persona común y corriente y no un maldito Brujo/Demonio, quizás estuviera a mitad de mi primer año de medicina, me pregunto si todavía fuera sido amigo de aquellos 2 chicos que estuvieron el primer día conmigo.

Quizás dentro de 10 años fuera sido un gran médico y no fuera estado tan preocupado por lo que fuera a pasar con mi vida en esos momentos por que hubiera vivido una vida normal y no estaría preocupado por lo que pasaría como en estos momentos que podría morir por la venganza del padre de Liz, la de los aquelarres para restaurar el balance y que posiblemente los demonios también estuvieran en mi contra por asesinar a Leviathan.

Como quisiera que todo fuera como antes y no tener que preocuparme por nada de eso pero ya no puedo cambiar mi pasado, quien soy y menos lo que soy.

- ¿algún problema que quieras compartir? - levanté mi vista hacia el chico que atendía el bar, ya tenía como 4 horas acá y este era mi segundo vaso de Whisky y todavía estaba entero - ¿alguna chica te tiene así? -

- bueno.... Digamos que si... -

- si quieres puedes contarme, no te imaginas la cantidad de veces que he hecho de Psicólogo en este bar -

- lo que pasa... Es que acabo de per... -

- aguarda un momento - me hizo una señal con su mano de que no me moviera y salto frente a la barra para separar a unos chicos que peleaban por algún asunto sobre el billar, él y los universitarios que jugaban separaron a aquellos hombres, aparentaban más de 30 años y parecían que vivían en la parte trasera del bar con sus ropas desgastadas y su piel mugrienta, uno de ellos salió por la puerta principal al exterior. Tomé mi vaso de whisky de un trago y salí de aquel lugar.

..........

A las 7:15 de la noche, la luna ya había hecho su aparición y el bullicio de la gente de afuera celebraban el día de las brujas mientras que los niños iban de casa en casa repitiendo sus palabras "Dulce o Truco" disfrazados de algún súper-héroe de cómic o algún ser sobrenatural (si tan solo supieran que algunos de ellos existen)

La sala principal de la casa estaba desocupada, en el centro solo se encontraba Steven, aquel tipo que se encontraba peleando en el bar, supe su nombre por su credencial ya que no me costó mucho traerlo a casa, estaba muy ebrio y solo necesite darle una pequeña punzada en su cerebro para que cayera desmayado.

Cada dos horas le daba una dosis de dolor para mantenerlo dormido. Coloqué velas al rededor de la sala y comencé a preparar todo para el hechizo. Eran las 7:43 cuando tuve todo preparado y con la hoja del grimorio que tenía el hechizo en la mano.

- ¡aquí vamos! - dije, tomé la mano de Steven que seguía sobre el suelo, este me serviría como ancla para poder regresar a mi cuerpo, sería mi guía hasta acá, sin él podría perderme en el otro lado - Phesmatos Tribum, Mehan Veras Ratas, Mas Anima Mal Vita Cadaram. Sus Phesmatos Oproctum, E Tramis Mehan Alis, Somos Susternam. Phesmatos Tribum, Mehan Veras Ratas, Mas Anima Mal Vita, Cadaram Hors! Somos Susternam, Phesmatos Tribum, Mehan Veras Ratas! Mas Anima Mal Vita, Cadaram Hors, Somos Susternam! Phesmatos Tribum, Mehan Veras Ratas, Mas Anima Mal Vita, Cadaram Hors! Reyertas Phasmatis Un Victas, Revertas Phasmatis Un Victas, Phesmatos Tribum, Mehan Veras Ratas! Más Anima Mal Vita, Cadaram Hors! - me levanté del suelo y vía a Steven todavía acostado, pero todo estaba en sumo silencio, el ruido que hace pocos minutos retumbaban en el exterior ya no estaba, volví mi mirada hacia él y allí estaba yo sosteniendo su mano. Me encontraba del otro lado, tenía que encontrar lo más rápido posible a Mitsuko.

Al salir de la casa me encontré con que todo había cambiado, la casa se encontraba a mis espaldas pero di daba un paso al frente entraba en un bosque que estaba en la penumbra, el bosque estaba cubierto de una espesa neblina, me adentré a ella, la poca iluminación y la neblina me dificultaba ver por donde caminaba, no podía llamar la atención de nadie aquí adentro.

Camine por varios minutos y aun no tenía pista de Mitsuko. Mientras atravesaba el bosque vi algunas almas de seres sobrenaturales que ir caminaban sin rumbo, me oculté tras un árbol hasta que el último de ellos desapareció de mi vista, cuando volteé me asuste de ver a Mitsuko tras de mi.

- ¡Nathaniel! ¿Que haces aquí? - estaba preocupada - ¿quien te hizo esto? -

- ¡he venido a sacarte de aquí! -

- ¿qué? - Ella estiró su mano y tocó mi pecho en donde se encontraba mi corazón - ¡estás vivo! Pero... ¿Cómo? -

- ¡eso no importa ahora! Te dije que te recuperaría, ¡ahora hay que salir de aquí! - agarre su mano y comencé a caminar por donde había venido, sentía el corazón de Steven que era el que me guiaba de regreso. Un dolor muy fuerte atacó mi cabeza haciéndome gritar y caer a la tierra.

- ¿que sucede? -

- ¡los ancestros! ¡Están cerca!, saben que estoy aquí, ¡no quieren que regrese! - el dolor cada vez era más fuerte - ¡Mit! ¡Me quieren matar! ¡Ayúdame! - ella, ayudó a levantarme y paso mi brazo por sus hombros para mantenerme de pie.

- ¿por donde? - le señalé el camino y ella aceleró el paso, cada poco tiempo miraba hacia atrás y podía ver unas sombras reflejarse en la niebla.

- ¡allí! - a algunos metros se podía ver mi casa, caminamos lo más rápido que el dolor en mi cabeza me dejaba caminar, entramos a la casa cerrando la puerta con seguro tras nosotros - ¡a la sala! - le indiqué

Cuando entramos a la sala yo todavía estaba de rodillas sujetando la mano de Steven, me solté del agarre de Mitsuko y le dije que atravesara mi cuerpo para que pudiera cruzar al mundo de los vivos.

- pero...  ¿Que pasará contigo? - se escuchaban estruendos en la parte de afuera de la casa

- yo cruzaré después de ti, el hechizo se romperá cuando lo haga - otra vez mi cabeza parecía explotar por lo que caí de rodillas en el suelo - ¡ahora! - ella se acercó a mi cuerpo, puso una mano en mi hombro y comenzó a desmaterializarse hasta que no quedó más de ella.

La puerta de la casa cayó fuera de su marco y comencé a arrastrar me para poder tocar mu cuerpo.

- ¡no vas a poder escapar Nathaniel! - se escuchó una Voz no muy lejos de mi - el balance tiene que reubicarse y ya has roto el balance dos veces -

Me levante como pude y gatee hasta mi cuerpo, cuando me di la vuelta para ver quien era el dueño de aquella voz, pude ver a mi padre.

- ¡lo siento Nathaniel! Pero tiene que ser así... -

- ¡noooo! -

.......

Nathaniel Y El Don De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora