capítulo XV

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Cuando tenía la edad de 12 años tuve un amigo llamado Thomas era mi mejor amigo, nunca nos separamos, estudió conmigo toda la primaria y el primer año de secundaria. Él era un chico normal como cualquier otro pero sus problemas familiares iban a otro nivel, era golpeado constantemente por su padre y su hermano mayor y como si fuera poco en la secundaria se burlaban de él por tener todas aquellas marcas en su cuerpo, desde que había empezado su secundaria nunca se sintió bien emocionalmente, yo siempre estaba con él cuando lloraba y entendía por lo que pasaba, muchas veces intenté de que hablara con algún mayor sobre lo que pasaba, pero él se negaba por miedo a su padre.

Un día llegó al instituto con un ojo morado y marcas en su cuello, a nadie a demás de mi le importaba lo que le pasaba. Ese día intenté hablar con él muchas veces pero se negó.

Al llegar a casa Thomas fue a su cuarto se colocó de rodillas y comenzó a hablar con Dios.

- Dios, sé que no hemos hablado en mucho tiempo, pero esta vez realmente lo necesito. Por favor, Dios ayudame, di algo, dame una señal, porque ahora estoy cayendo a pedazos y no creo que pueda hacerlo. Por favor, Dios, dame la.

>> Yo no sé si soy lo suficientemente valiente para hacerlo. Porque tiene que haber una manera mejor que el suicidio. Trate de esperar a cabo, darle tiempo al tiempo, que iba a estar bien. Pero ha pasado tanto tiempo y todavía no he sido capaz de conseguirlo -

Thomas espero unos minutos y al no conseguír respuesta supo lo que tenía que hacer. Tomó un lápiz y un papel y comenzó a escribir una carta una tarde de Diciembre con lágrimas en sus ojos. Cuando la hubo terminado fue al baño de su casa se metió en la tina y cortó sus venas con la afeitadora de su padre. Horas después llegó su hermano y lo encontró muerto con las manos desangrada, trató de ayudarlo pero ya era muy tarde, en el suelo del baño se encontraba la carta que había escrito, su hermano la cogió y se dispuso a leerla.

Escribo esta carta para cada uno de ustedes, mi Padre, mi Hermano, los chicos del colegio y mi Madre por abandonarme.

Sí, espero que todos se sienten culpables. Porque yo estoy roto ahora y ya no me pueden reparar y ahora todos son cómplices en este
asesinato, todos y cada uno de ustedes han aportado para matarme.

Así que la razón por la que escribo esta carta, es para decir adiós y para decirle que me han dejado.

Pero no contengan la respiración porque yo no nunca voy a volver.

Att. Thomas

El día que me enteré mi mundo se vino a bajo, llegue a casa y me encerré en mi cuarto, mi duelo duro mas de una semana, siempre parecía verlo en el colegio, desde ese momento no volví a ser el mismo.

Pero ahora en estos momentos aquel dolor que sentí cuando niño volvió pero mucho más fuerte del que Había sentido alguna vez, saber que Mitsuko murió por mi culpa, por ayudarme a encontrar a mi madre y no hubo nada que pudiera haber hecho para ayudarla me destrozaba.

El dolor que sentía quemaba por dentro y podría ser palpable, pero tenía que seguir con mi misión y luego de que ésto acabará buscaría la forma de traerla de vuelta, no podría perdonarme si la llego a dejar aquí.

...........

La montaña donde se encontraba Leviathan era tenebrosa, a pesar de que estaba rodeada de agua, encima de ésta se encontraba varios demonios voladores rondando el perímetro y cada vez los rayos eran más fuertes y más cerca de la montaña. Una vez a dentro todos nuestros sentidos estaban activos esperando que cualquier cosa sucediera, los pasillos de la cueva estaban iluminados por antorchas, caminamos por varios pasillos hasta donde se encontraban las celdas pero no Encontramos a nadie en ninguna de ellas

Nathaniel Y El Don De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora