capítulo XVI

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No conocía a la persona que tenía a unos cuantos metros de mi. Nunca pensé que podría odiar a la persona que me dió la vida, a esa persona que durante 20 años vi como alguien hermoso y bondadoso. Esa persona que me vio crecer, me dió de comer y un techo a mi cabeza ya no era mi madre. Ahora frente a mi tenía un monstruo, un demonio cuya apariencia iba más hacia el lado demoníaco que al de un humano, con sus tres cabezas y esos ojos más negros que la misma noche.

Aquella mujer podría ser la pesadilla de cualquier humano o ser sobrenatural, pero en estos momentos se convirtió en mi pesadilla al tratar de lastimar a mis amigos, que no han hecho otra cosa que ayudarme todo este tiempo en tratar de rescatarla, cuando ella no necesito nunca que la rescataran.

Liz aún estaba acostada sobre el suelo, parecía muerta, pero solo estaba desmayada.

- ¿porqué hiciste eso? - demande

- tu amiga estaba muy hipertinente. ¿Quién se cree ella para hablarme así? -

- Nathaniel - me giré hacia Tayler que aún tenía la cabeza de Liz sobre sus piernas - tenemos que conseguir esa piedra y salir de aquí - sabia que Tayler tenía toda la razón, ya no había nada que hacer aquí.

- espero jamás volver a verte - dije con desprecio hacia ella, vi como Tayler levantaba a Liz sobre sus hombros y comenzaba a caminar hacia un pasillo cerca de Hecate

Tyler paro en Seco cuando el pasillo salió un hombre, parecía muy normal pero ante los ojos de Tyler y Hecate sabía que no era alguien normal. Pude escuchar cuando Tayler susurró " Leviathan " y en ese mismo instante mis sentidos se alertaron

- Leviathan cariño - corrió Hecate a su encuentro - te lo puedo explicar - él pasó su vista por todos nosotros buscando algo que no estuviera bien con esta visita.

- ¿qué hacen en mi reino? - nos gritó, sus ojos eran por completo de un azul claro como el agua. Hecate volvió a ser mi madre en su forma humana.

- Leviathan to te.... - no pudo terminar la oración. Leviathan había tomado a Hecate por el cuello y levantado del suelo como si de una pluma se tratara, mi madre trataba de zafarse de su agarre

- déjala - las palabra salió de mi garganta antes que pudiera retenerla

- ¿porqué defiendes a este demonio niño? - leviathan apretó más el agarre en el cuello de Hecate haciendo que soltara un grito apagado - ¡dime! ¿Quien eres? -

- mi.. Hijo - pudo decir Hecate mirando a los ojos a Leviathan - es... Mi hijo -

- ¿tú hijo? - parecía mucho más furioso de lo que estaba anteriormente - ¿por él fue que me abandonaste todo este tiempo? ¡¿Quién es su padre?! - apretó más su agarre en ella.

Traté de moverme un poco hacia ellos, pero la mirada que me dió Hecate me hizo saber que era una mala idea - está muerto - no sé qué pasaba que no podía controlar mi boca - ella lo mató -

- era de esperarse - él soltó un poco el agarre que tenía en Hecate, pero aun seguía haciéndole daño.

- ¡lo siento amo! - Liz parecía estar despertando, Tayler la colocó sobre sus pies pero al ver el panorama en donde estábamos creo que quiso volver a estar desmayada

- no puedo creer que hayas hecho algo como eso. ¡Me traicionaste! - Hecate se estaba poniendo colorada por la falta de aire, creo haber visto caer una lágrima por su mejilla. En toda mi vida que conocí a Hecate como Erika nunca le vi una lágrima mucho menos llorar - tú sabes lo que le pasa a cualquiera que llegue a traicionarme - Leviathan apretó tanto el agarre en Hecate que ésta se puso a dar pequeñas patadas en el aire. El demonio mayor se veía realmente furioso y levantó más a Hecate del suelo y con su otra mano libre atravesó su pecho y sacó su corazón.

Nathaniel Y El Don De La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora