Descontrol. (Stony)

13.

-Vete.-le tembló la voz por un segundo.-No lo repetiré otra vez.-

-Cap...-intentó tocarlo.

-Aún tengo fuerzas para partirte la cara, Tony.-

Stark abandonó el dormitorio. Steve pudo escuchar el potente portazo que causó su compañero al salir del apartamento. Ante aquel sonido pudo relajarse, abandonando la postura imponente y dejándose caer en la cama destrozado. Aquel estúpido hombre lo estaba deshaciendo lenta y dolorosamente. El no poder compartir sus sentimientos con él no era la peor parte. Lo peor era saber que Stark había sido claro, sólo le iba a ofrecer su cuerpo por una sola vez. Él no quería eso, no le bastaba con su físico, quería algo más. Si se acostaba con Tony y este luego desaparecía, simplemente no podría superarlo. No estaba enamorado de él, pero sabía que no faltaba mucho para eso. Empezaba a comprender como Stark había conseguido llevarse a la cama a más de media población, los volvía locos primero. Todas esas personas eran los juguetes de Anthony entre las sábanas. Él se respetaba, y sobre todo respetaba sus principios, era fiel a todo lo que creía, y aún sí, casi cae en las garras del millonario. Esa noche no iba a poder dormir, aún sentía las traviesas manos del castaño en sus abdominales marcadas a fuego. "Maldita sea, Rogers. Tuviste que aprovechar la oportunidad." Se maldijo. "Quizás fuese la última."

[...]

Se sirvió un largo vaso de Whisky y lo apuró de un trago. Iba desvistiéndose mientras caminaba hacia la habitación, dejando la ropa esparcida por la torre como un rastro. Se metió en la cama abrazando el cuerpo femenino de su novia, apegándose a ella. Pepper se frotó contra la cálida anatomía de Tony y dibujó una pequeña sonrisa en su cara.

-Pensaba que no vendrías.-musitó.

-Pero aquí estoy, nena.-la apretó contra él pretendiendo sentirse reconfortado, escondiendo su cara en el pelo rubio de ella.

Virginia se giró entre sus brazos y le plantó un beso prolongado en los labios.

-¿Cómo está Steve?-

-Mejor.-respondió tajante. No quería acodarse de él. El capitán lo había dejado a medias, igual que él le hizo la primera vez, y aunque pudiese pensar que Rogers lo había hecho aposta, sabía que no era así. Se culpó sin saber el motivo, pensando que sedujo al rubio sin saberlo ni pretenderlo... ¿O sí? Desde luego por mucho que no lo tuviera premeditado algo le atraía del contrario, y le atraía de una manera brutal.

-Mañana por la mañana recuperaremos esta noche.-aseguró la rubia coqueta, girándose de nuevo entre el tórrido abrazo de Tony y recuperando su postura para dormir.

Anthony la abrazó con más fuerza. Odiándose repentinamente y repasó en su mente el beso que protagonizó con Rogers en la ducha y las lujuriosas caricias que intercambiaron. La había engañado, quizás no tan drásticamente, pero de seguro que Pepper consideraba eso una infidelidad. "¿Los hombres cuentan?" Se preguntó en silencio en la oscuridad. Llegó a la conclusión que eso era lo de menos, lo realmente insólito es que estuvo a punto de cometer aquella estupidez de nuevo, y lo peor de todo era que lo deseaba fervientemente. La palma de su mano acarició el suave y plano vientre de Pepper, el que tanto le encantaba, y se durmió así, deseando estar tocando de nuevo los abultados y duros abdominales de Steve.

[...]

-¡ANTHONY EDWARD STARK!-

Aquel grito lo sacó de su sueño profundo y le hizo dar un respingo despavorido en la cama.

Natasha apareció por la puerta caminando rápidamente hasta su posición con el semblante reflejando enfado en estado puro.

-Stark...-