Prologo

3.4K 76 36
                                    

A ver, a ver. Recapitulemos. Hace dos horas era una chica totalmente normal y ahora soy una de "la realeza", para ser más específicos una princesa.

De solo pensarlo se me ponen los pelos de punta, ¿que les parece si les cuento de mi "maravillosa sorpresa"?

Flashback

Estaba esperando a mi mama la cual lleva dos horas sin aparecer y ya me estoy empezando a preocupar, ¡y además tengo hambre y mis barras de chocolate ya se acabaron!

Un sonido de una bocina me sacó de mis pensamientos haciéndome mirar al frente. ¡Wow! ¿Quien alquilo una limosina? Mire a mis costados y me sorprendió no ver a nadie, por lo que el auto seguía dando bocinazos y no paraba. Tal vez pasaron unos diez minutos y salió un señor del auto, estaba vestido de negro, con lentes negros, guantes negros... Total, todo era negro.

Se fue acercando hacia mi, pero decidí hacerme la tonta y mirar a otra parte.

-¿Señorita, Michelle Jones? -dijo el hombre misterioso pronunciando mi nombre... ¡¿QUE?! ¿De donde sacó mi nombre?

-¿Como sabe mi nombre? -dije tratando de mirar a través de esos oscuros lentes negros.

-Acompañeme -me dijo e hizo una seña para que pasara primero.

¿Deberia acompañarlo? Umm... No creó que pase nada malo, puede que tenga comida.

Sin decir palabra empecé a caminar hasta el auto. Iba abrir la puerta de la limosina y el señor se apresuró en abrirme la puerta.

-Gracias -le dije dándole una sonrisa un poco fingida. Odio que me hagan eso, no soy una princesa, reina o cualquier otra cosa que tenga que ver con la familia real.

Sólo se limitó a asentir con la cabeza e ir hasta el asiento del piloto.

Ya dentro del auto me di cuenta de dos cosas:

La primera, era lo suficientemente espacioso y privado para dormir y la segunda ¡que si había comida!

-¡Quiero un auto así! -exclame emocionada.

Comencé a tomar todo tipo de golosina y a comermela, debería comprar más esta marca de golosina no sabia que era tal buena...

Y digamos que asi fue todo el trayecto desde la escuela hasta... ¿a donde me llevará este señor?

Toque la ventanilla que separaba el paraíso de atrás con la parte de adelante y el señor la bajo.

-¿A donde me llevara? -le pregunte.

Y empezó a subir la ventanilla, ¡Empezo a subir la ventanilla! ¡Degenerado!

-¡Señor!

Sentí como el auto se estaciono y el motor del auto se apagaba, creo que aquí me va a dejar. Cruzaré los dedos porque sea mi casa... o una sala de patinaje. Por cierto, amo el patinaje -no mucho el patinaje sobre hielo, pero a veces lo practico-

El Diario de una Princesa © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora