Prólogo

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·Esther en multimedia·


    Desde un principio creí que el amor no existía, más bien, para mí nunca existió, pero entonces me subí a ese avión y la conocí, aquel día de verano que recuerdo con exactitud, estaba muy cálido, el calor azotaba mi cuerpo y agradecí el hecho de que los aviones tuvieran aire acondicionado, ese día la miré a los ojos, un azul celeste increíble, un azul que recordaría hoy, mañana y el resto de mi vida. Mi estómago se removió, creí que sólo era el hambre, pero recordé que ya me había comido dos hot dog antes de subir al avión, por lo que deje esa teoría atrás y acepté que era amor lo que estaba sintiendo.

    No la vería más, entonces, ¿Cómo podía sentir amor? La respuesta no la supe hasta el día de hoy, sí, y es que, cuando es tú destino, nada ni nadie podrá contra eso, ya estaba escrito, y en lo más profundo de mí, sabía que ella era el amor de mi vida pero en ese momento no lo acepté.

    Hay quienes dicen que las oportunidades sólo se aparecen una vez, pero yo digo que no, si es el destino, entonces vendrá una y otra vez, hasta que la aceptes; hasta que así reconozcas tu futuro. No me dejo llevar por las personas, ya que la gente es una sociedad, y la sociedad, es guiada por un sistema, asimismo, los sentimientos no pueden ser tan gélidos como eso; prefiero guiarme por el corazón y la razón, y no por lo que diga el resto.

    Ellie West fue una mujer increíble, fue mi amiga, fue mi amor y pronto iba ser mi querida esposa, pero supongo que el tiempo estaba celoso de mí y por eso se la llevó antes de su hora, tal vez, ella no era exactamente la correcta, quizás ella sólo me dejo un regalo, uno que me ayudaría encontrar al verdadero amor... ese regalo, tenía nombre y se llamaba: Esther, mi querida princesa.

    Todos nos encontrábamos en el funeral de Ellie; unos lloraban, como su padre, su madre y yo; otros, en cambio, no lo hacían, estaban reprimiendo esas inmensas ganas de llorar por algún motivo, entre ellos estaba Erick, mirando al vacío, escuchando con atención cada palabra del sacerdote, y Nicky, que se hallaba a unos pocos metros tranquilizando a su bebé, que lloraba desesperado.

    Esther, a diferencia de Adam, estaba tranquila y me miraba con atención, era tan parecida a su madre, tan hermosa, tan delicada.

    Extrañaba a Ellie West, necesitaba tenerla conmigo...

—¿Alguien quiere dar unas palabras? —Dice el sacerdote.

    Carraspeo mi garganta y dejo a Esther con su abuela, para luego levantarme del asiento e ir hasta el micrófono donde éste hablaba.

—Yo... eh. Ellie West fue una persona hermosa, me duele decir eso: "fue", ya no la tengo y eso me duele, quería tenerla por más tiempo, ver crecer a Amber Esther juntos, los tres, como una familia. Duele decir estas palabras. Es difícil decir "adiós" a una persona con la que se suponía pasar el resto de tu vida —Una lágrima se desliza por mi rostro, y luego otra más—. Quería poder llegar a darle el "acepto" en el altar, poder verla vestida de blanco y ahí poder decirle en un susurro "te amo", aunque nunca me cansé de decírselo, en el altar iba ser más especial —Limpio mis lágrimas y trato de no quebrar mi voz, pero el nudo en mi garganta lo impide—. A veces las personas se esfuerzan mucho por algo —Trago grueso—, y la mayoría de las veces perdemos a ese "algo", yo me esforcé por este amor y lo perdí, pero jamás me arrepentiré de haberla conocido. —Miré a Esther y esbocé una pequeña sonrisa—. Ellie West, lo mejor que pudiste darme fue a nuestra princesa —Respiré hondo y vi los árboles lejanos— te lo diré una vez más, cariño: te amo.

    Bajé la cabeza y fui nuevamente a mi asiento, giré mi mirada a Erick y éste ya no podía contener las lágrimas, estaba desmoronado. Todo esto era un balde de agua hirviendo, nos había caído encima y ahora nos quemaba las entrañas sin piedad.



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Hola, hola, holaaa. ♡ He aquí el prólogo *redobles de tambores* ¿Qué les pareció? ¿Ah, ah? bonitico ¿Verdad? Bueno, en realidad es un poco triste... pero me encantó, je. 

Sin duda alguna, Brian es el amor de mi life. 

—Oye, Brian, no te enamores de alguien más, ¿Okay? —Dije en momentos de depresión con lágrimas en los ojos.

Creo que me estoy volviendo loca... pero shhh, no le digan a nadie.

SI TE GUSTÓ, dale a la estrellita, y sino... también. COMENTAAAAA, me encanta saber que es lo que piensas a cerca de esta historia llena de amorsh y tragedia. yes, yes. Tu opinión cuenta.

 

  —Nao♡ 


 

 

Un viaje sin ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora