Trenzando mi destino

Capítulo XVI

Estábamos caminando con cuidado para evitar tropezar con las raíces cuando el suelo bajo mis pies se desmorona. Ro y Eric caen delante de mi. Nos estrellamos contra el suelo a un par de metros bajo la superficie. Por suerte mi golpe a quedado amortiguado por los cuerpos de mis compañeros.

-Levantate ya Triana -gritó Ro, que se encuentra debajo mio.

-Si, lo siento -murmuro.

Nos levantamos y observamos a nuestro alrededor. Estábamos en una especie de túnel subterráneo. Debía de ser usado a menudo porque cada pocos metros había una antorcha que iluminaba el camino.

-¿Y ahora que hacemos? -preguntó Ro.

-No lo se. Las paredes son demasiado lisas como para escalarlas, y Will y Cali no tienen ninguna cuerda con la que sacarnos -pensó en voz alta Eric, mientras se masajeaba la espalda que había amortiguado el choque de Rosaura y a su vez el mio propio.

-Solo hay una opción. Ver a donde nos lleva este túnel -decidí mientras empezaba a avanzar por aquel enorme pasadizo.

-De acuerdo. Nosotros te seguimos.

Avancé con cuidado atenta a cualquier sonido. De vez en cuando me parecía oír pasos, pero tan pronto como los escuchaba dejaba de oírlos. El suelo estaba lleno de pisadas. Esperaba no cruzarnos con nadie, no sabíamos si seria amigo o enemigo. Caminamos durante lo que me parecieron horas hasta que llegamos a la primera bifurcación. El camino se dividía en tres posibles direcciones.

-¿Por donde vamos ahora? -les pregunté, sin saber que camino elegir.

-No tengo ni idea. Son exactamente iguales -indicó Ro.

-¿Y si nos separamos?

-No creo que sea muy buena idea Triana. Lo mejor es ir todos juntos -explicó Eric.

-Pues adelante, como no sabemos por cual ir elijamos uno ya y avancemos. Estar aquí no nos sirve de nada.

Entramos en el túnel de la derecha. A medida que avanzábamos el techo era cada vez más bajo y el pasillo estaba menos iluminado, cada antorcha se encontraba más lejos de la anterior. El túnel iba descendiendo poco a poco. Daba la impresión de que seguiríamos bajando hasta que el techo nos impidiera seguir avanzando.

Andábamos a cuatro patas y sin luz, pensando en dar media vuelta, pero al oir unos ruidos me paro.

-¿Habeis oído eso? -pregunté.

-Si. ¿Que será? -respondió a mi espalda Ro.

-No lo se. A veces parecen voces -dice Eric mientras se apoya en la pared a descansar.

Rosaura y yo hicimos lo mismo. Permanecimos unos segundos en silencio para intentar adivinar que eran esos ruidos.

-Viene de ahí -dije señalando hacia delante. -Es como si alguien estuviera golpeando las paredes con algo.

-Solo hay una manera de averiguarlo -añadió Ro a la vez que comenzaba a avanzar de nuevo.

Eric y yo la seguimos. Avanzamos hasta llegar a una amplia sala con forma circular. El techo era lo suficientemente alto como para andar de pie por lo que nos levantamos.

La sala estaba iluminada por antorchas una encima de cada una de los doce caminos posibles. Recorrí todo con la mirada y examiné cada opción. La sala debía de ser muy antigua ya que algunos de las bifurcaciones se habían venido abajo por el tiempo. En dos de ellos se podía ver que el pasillo acaba a tan solo un par de metros de distancia. Tres están en penumbra y luego hay otros cinco que están iluminados.
 
-¿Y ahora que? -preguntó Eric.

-Sigamos las voces como hasta ahora.

-Vale. Vienen de allí -dijo Ro. -Vamos.

Entramos en uno de los túneles iluminados y seguimos nuestro camino en busca del origen de la voz.

A medida que nos íbamos acercando las voces se hacían cada vez mas fuertes. Tras un par de metros las voces dejan de oírse y el silencio lo invade todo.

-Ha dejado de sonar.

-¿Creéis que se han ido? -dice Ro mientras pega la oreja a la pared.

-Tal vez nos han oído y por eso se han callado.

-Puede ser pero... -no puedo terminar la frase porque algo me  golpea en la cabeza y caigo al suelo. Lo último que veo antes de perder el conocimiento es a Eric y a Ro caer inconscientes.

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Como la semana pasada no publicamos capítulo este fin de semana publicaremos otro aparte de este.

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~Se despiden las doncellas literarias.~