Trenzando mi destino

Capítulo XIX

Me desperté con un terrible dolor en la cabeza y en la espalda. Intente estirarme para desentumecer todo el cuerpo pero no pude. Estaba atada a una pequeña silla. Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la penumbra y observé mi entorno. Estaba en una reducida habitación, tenía que mantenerme con la cabeza agachada para no golpearme con el techo. Mi campo de visión no era muy amplio pero por lo que veía la sala está totalmente vacía salvo por la silla en la que estaba y una antorcha que había en la pared. A la derecha había una puerta y a la izquierda otra. Ambas de madera y oxidadas. Salvo por mi respiración todo estaba en completo silencio.

Vale. Intento aclarar mi mente y recordar todo lo que a pasado.

Primero los cinco nos internamos en el Bosque Silvestre.

Segundo, Ro, Eric y yo nos caímos por una especie de agujero y acabamos en un túnel. Ahí nos separamos de Cali y Will.

Dios. Los chicos, no había vuelto a pensar en ellos. Espero que estén bien... Bueno, mucho peor que yo no creo.

Tercero escuchamos unas voces y las seguimos por los túneles.

Cuarto, todo está oscuro y alguien nos ataca me golpea y caigo inconsciente.

Quinto, estaba atada en una silla a saber donde.

Había que encontrar a Ro y a Eric, pero primero tenía que salir de aquí. Me habían quitado todas las armas que llevaba así que no tengo con qué cortar las sogas.

Necesitaba algo afilado. Miré frente a mi. Nada. A los lados, tampoco. Solo quedaba detrás. Intenté apoyarme en los pies y levantar la silla del suelo. Lo conseguí y me giré lentamente. No hay nada... espera, si que hay algo, en la pared hay un pequeño gancho. Esperé que estubiera lo suficiente afilado para poder cortar la cuerda. Volví a ponerme sobre los pies y con pasitos muy cortos me fui acercando cada vez mas a la pared. Al ser tan pequeña no tarde mucho en colocarme de espaldas a la pared. Tuve que mantener el equilibrio de puntillas para que mis manos estuvieran a la altura del gancho. Me paré a retomar aire, me había costado más de lo que pensaba.

Vale, y ahora a cortar. Con cuidado me puse a pasar una y otra vez la soga contra el gancho. Repetí lo mismo tantas veces que se me entumecieron los brazos. Finalmente logré que se rompiera. Tenía las muñecas rojas por lo fuertes que estaban apretadas.
Me desaté las cuerdas que me quedaban cuando oí voces. Me quedé inmóvil, venían de la puerta de la izquierda. Corrí agachada hasta la puerta de la derecha.

-Por favor que este abierta...

Las voces estaban cada vez más cerca. La puerta estaba oxidada y me costó abrirla por lo que la dí una patada, otra, y otra más. La puerta se abrió y me escabullí por ella justo cuando oí como se abría la otra. Cerré la puerta lo mas rápido que pude y arrastré una silla para bloquear la puerta.

Genial, ¿y ahora que? Estaba atrapada. Me encontraba en una sala un poco mas grande que la anterior en la que solo había una mesa, la silla y un armario cerrado con llave. No había ninguna puerta aparte de la que acababa de atravesar.

Estaban dando golpes en la puerta, cada vez mas fuertes. El miedo me inmovilizó. No hay nada que pueda usar de arma. La puerta cayó y entraron dos... ¿¡enanos!?

-¿Quienes sois? ¿Y qué queréis de mi?

-Tranquila, no te mataremos, al menos aún no.

-¿Qué? -no habían contestado a mis preguntas y además no les conocía de nada. ¿Por que querían matarme? ¿Acaso eran uno de esos grupos que estaban en contra del reinado de papá? ¿Sabían quien era yo?

Ambos se miraban entre si y avanzaron hacia mi, iban armados y me atacaron los dos a la vez. Uno me golpeó en el estómago y el otro en la cabeza con fuerza. Para ser tan pequeños eran muy fuertes...

Noté como perdía la consciencia y luché por mantenerme despierta, pero no puedo. Otra vez.

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Esperamos que os haya gustado. Íbamos a publicarlo ayer por la noche pero el Wattpad nos iba fatal y no cargaba 😥 Pero hoy ya nos va bien así que aquí lo tenéis 😃

~Se despiden las doncellas literarias~