Temor a mi "madre"

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Todos voltearon ante aquellas palabras, con dificultad también lo hice, miré con un pequeña sonrisa que a pesar de ser pequeña llevaba mucho agradecimiento hacia esa persona.

- p-papa - mencioné con mucha dificultad

Él solo corrió hacia donde estaba yo tirada y me abrazó con mucho amor, cuando me di cuenta mis agresores ya no estaban, ni mucho menos Marron y Pares, seguramente fueron las primeras en salir corriendo.

Mi padre me levantó con sus fuertes brazos y me llevo enrollada con éstos hasta su coche, me colocó el cinturón y no hizo ningún comentario durante el camino.

Al llegar a casa me llevo a mi cuarto y mi acostó con sumo cuidado en mi cama, antes de salir me beso la frente y me dijo que descansara.

No se en realidad cuantas horas pasaron, lo único que sé es que dormí por mucho tiempo.

Me encontraba aun acostada mirando el techo blanco de mi habitación, sin querer comencé a recordar cuando me estaban pegando, cuando me golpeaban mientras estaba tirada en el piso, aun me seguían doliendo cada uno de sus golpes, cada parte de mi cuerpo estaba morada, solo hacia falta un movimiento para poder sentir como si me estuviesen torturando.

También recordaba sus palabras, sus palabras también eran factores que afectaban mi estado emocional, ¿qué tiene de malo que sea adoptada?, ¿tan mala soy para la reputación de ésta familia?.

Pasaron los minutos y yo seguía acostada, pensando siempre en las mimas cosas, deseando no haber nacido, y también tenía mucha hambre... No probé bocado en todo el día, aparte de mis sollozos escuchaba también los rugidos de mi estómago.

Mi papá entró a mi habitación con una sonrisa en su rostro, me gusta verlo así, sigo con mi firme intriga de; ¿qué vio en la señora Videl?

- levántate Pan, iremos a cenar afuera - mencionó sentados en mi cama

Por mi parte asentí y me levanté muy rápido para luego buscar algo que poner e irme a cenar, lo primero que miré fue lo que me puse y salí de la habitación de la mano de mi padre.

Pasando por la sala nos encontramos a la señora Videl leyendo una revista, cosa que no me importó en lo absoluto.

- ¡amor!, ¿a dónde vas con... Pan? - cuestionó con su carita de yo no fui

- ¿es algo que te importe?, yo creo que no - le respondió mi bello papá con cara de enojo

La "refinada" señora Videl solo se quedó callada y me miró a mi con cara de "perra vete a la mierda".

Yo como una niña linda que soy hice pestañear a mi bellos ojitos negros un par de veces, di un sonrisa de lado y muy satisfactoriamente se enseñé mi lengua, ella solo abrió un poco sus ojos e iba a decir una palabra, pero fue ahí donde mi papá mencionó "nos vamos Pan" y ella cerró la boca, antes de salir le guiñé el ojo y me fui con mi papá.

Fuimos a comer pizza a un lugar muy bonito, era la primera vez que salia a un lugar como éste, me alegra mucho más estar con mi papá aquí, ¿que haría sin él?, a pesar de ser poco el tiempo que lo conozco cuando estoy con él siento que lo conozco de toda la vida... La verdad es que lo amo, a mi a mi papá.

Ya muy noche regresamos a la casa, estaba muy feliz, es la primera vez que me siento feliz después que regresé del orfanato.
Le di un beso de buenas noches a mi papá y me fui a acostar y con una sonrisa pequeña en el rostro caí en los brazos de Morfeo.
Durmiendo aun, sentí que la respiración me faltaba, no podía respirar, es como si estuviese debajo del agua, el aire no llegaba a mis pulmones, no sabía que era los que pasaba.

Comencé a mover los pies y las manos inconsientemente, ya no podía, ¿por qué no podía respirar?, en una de tantas patadas al aire sentí que le di a algo, o a ¿alguien?.

Sentía que tenía algo en la cara, era algo muy suave, con dificultad me lo quité de la cara y noté que era una almohada, ¿pero qué hacía una almohada en mi cara?, me llevé las manos al pecho y comencé a respirar muy rápido hasta que mi respiración volvió a su estado normal.

Me quede mirando la almohada con dificultad, estaba oscuro y la lámpara estaba del otro lado de la cama, la tomé pero en eso miré un bulto blanco en frente de mi, desde abajo hasta arriba lo divisé, abrí los ojos como platos al darme cuenta que...

- s-señora Videl - mencioné con miedo, ya que ella se acercaba hacia mi mientras yo solo retrocedía a cada paso que ella daba.

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Continuará

El chico de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora