Hogar Nuevo

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¡Dios...! ¿Qué es esto?, este chico quiere que yo... Le haga eso... No, no lo voy a hacer, ni loca, ni por todo el dinero del mundo haría tal cosa, bueno... Siendo sincera por todo el dinero del mundo si lo haría, ¡Pero este no es el caso...!.

- ¿¡Qué diablos te pasa!? - grité alterada y él se levantó de manera rápida, seguía aun desnudo.

- Solo quiero que lo hagas.... ¿Después de todo ese es tu trabajo no es así? - preguntó con una sonrisa perversa y acercándose hacia mi...

Me alejé de él, estaba más que ruborizada y él acercándose, me volteé, tenía vergüenza, jamás en mi vida había visto a un chico desnudo, nunca pensé en ver a uno, pero él... Él no tenía dignidad.

- Mejor me voy... - fue lo último que mencioné para luego salir de ahí corriendo a la oficina del señor Roshi, el dueño del lugar donde trabajaba.

Llegué al lugar designado por mi, y encontré al señor ese viendo una especie de televisor donde salían las imágenes de Trunks poniéndose su ropa... Era el cuarto donde yo le hacía los masajes... Aclaré mi garganta solo con el objetivo de llamar su atención y el volteó a verme, claramente miré que una gota de sangre se le derramaba de su nariz...

- ¡Pan...!,¿Qué haces aquí? - me preguntó y rápidamente se limpió la sangre que estaba por encima de su labio superior.

- ¿¡Q-qué... Está haciendo usted con eso viejo pervertido!? - grité alterada, esto era demasiado... ¿Qué se podía esperar de los clientes si el dueño es diez mil veces más pervertido que ellos?.

- ah... Bueno... Yo... ¿Qué se te ofrece? - cambió de tema el viejo ese...

- ¿Por qué me estaba espiando? - cuestioné, trataba de mantener la paciencia, pero sentía que no podía... era demasiado con lo que hizo Trunks... ¡Y ahora esto...!.

- Es parte de mi trabajo Pan... Además, no entiendo porqué te has ido del cuarto de trabajo, también era parte de tu trabajo lo que el cliente te pidió, recuerda, el cliente siempre tiene la razón - respondió.

- ¡Ya Basta!, no quiero seguir trabajando aquí... No haré las cosas que me piden los clientes, ¡no soy ninguna zorra! - volví a gritar golpeando su escritorio votando así unas cuantas hojas de papel que ahí estaban.

- ¡Vamos Pan... No lo hagas!, lo estabas haciendo muy bien, ya te has ganado bastante dinero - se sacó de su bolsillo unos dólares enrollados y los metió luego en mi sostén... Lo he dicho antes... ¡Creen que soy una prostituta! - además con ese cuerpazo tuyo, nos atraerás bastantes clientes y podrás ganar más dinero... - decía mirándome de pies a cabeza con cara de perversión... ¡Qué raro en él!.

- Le voy a decir esto de la forma más agradable posible... ¡VAYASE A LA MIERDA VIEJO PERVERTIDO! - grité, estaba harta, ya no lo soportaba, su cara, su cuerpo y todo de él me molestaba...

- ¡Está bien... Vete!, pero recuerda... Me necesitarás algún día - decía el también gritando para que lo escuchara ya que iba caminado enfurecida hacia el ascensor...

(...)

Iba en el ascensor, a mi lado iba también la chica rubia que antes me había acompañado a la oficina de Roshi, me miraba con cara de divertida, ¡otra que me está colmando la paciencia!.

- ¿Tengo changos pintados en la cara o qué? - le pregunté irónicamente y con una mirada que fulminaría a cualquier insecto que se me pusiera en frente.

- No, es que eres la primera que renuncia tan rápido - dijo entre risas y yo me enfadaba cada vez más...

- No importa, por cierto no me has dicho tu nombre... Y no entiendo, ¿Cómo es que puedes soportarlo? - cambié de tema.

- Soy Marron y lo soporto porque él es mi esposo - contestó y yo me paralice con esas últimas palabras... ¿O no escuché bien?.

- Disculpa... Creo que no te escuché muy bien... ¿Dijiste que él es tu esposo? - cuestioné y ella solo asintió sonriendo.

¿Qué le miró a ese viejo?, sabía que el amor era ciego pero ella abusó... ¡Bueno!, gustos son gustos.

(...)

Caminaba por la calle, ¿A dónde voy ahora? No sé. Tengo que buscar un lugar a donde ir... Tengo que buscar donde quedarme por esta noche.

Me senté en una banca del parque y me tomé el pelo porque no sabía que hacer, fue en ese entonces cuando recordé del dinero que Roshi puso en mi sostén, con eso me alcanzaría para pagar un apartamento, me alcanzará para unos cuantos meses, sí, eso haré...

Busqué un departamento pequeño, después de todo era solo para mí, era de noche, ni hambre tenía. En estos momentos de soledad extraño tanto a mi padre... Maldita Videl como la detesto... Ella me quitó lo más valioso que tenía...

Me dirigí al pequeño balcón de aquel apartamento y me puse a ver la luna... Ella me comprende tan bien, ella y yo hemos pasado muchos momentos de soledad juntas, ella y yo sabemos muy bien lo que significa esa palabra llamada «Soledad».

Me estuve viendo al cielo un par de horas hasta que me dio sueño y me fui a acostar, pero... No podía dormir... Sentía incomodidad... Era extraño... Nunca me había sentido así.

Me tapaba con las sábanas pero aun así sentía algo completamente extraño, era como si me observaran... Quité la sabana de mi rostro y estoy segura que lo primero que miré fue a ese chico... A Trunks, aclaré mi vista pero luego no estaba, ¿Qué fue eso?, ¿Qué me pasa?, estoy loca.

No supe cuando me dormí, pero de algo estaba segura, tenía miedo. A la mañana siguiente desperté por los bellos rayos del sol que pasaban a través del vidrio de la ventana e impactaban directamente con mi rostro... Dí media vuelta en la cama y en la mesita que estaba al lado de ésta había una pequeña hoja de papel en la que había algo escrito... Lo leí, sentí que morí del miedo... No estaba ni estoy loca... Pero ahora mi pregunta era.... ¿Quién dejó esto aquí?...

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continuará...


El chico de la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora