21.- Simple distractions.

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(Daniel Sidera)

Una suave brisa, el aroma a café y pan tostado, el ruido de pájaros teniendo sus problemas maritales con otros de su especie, y un brazo que me golpeo con toda la intensidad posible en esta vida, fue todo un complemento para despertarme, especialmente el brazo de Max mientras se cambiada de posición estando a mi lado. Podrá ser la persona que amo y todo eso, pero realmente no dormiremos otra vez juntos, no sé si cree que está en algún rin de boxeo o cree que está siendo una hermosa bailarina en una tarima, pero el punto es que se mueve demasiado.

El aroma del desayuno impregnaba las paredes del cuarto, mi madre debía estar preparándolo. Intentaba bajar de la cama con la mayor sutileza y ponerme en la colchoneta en el suelo antes de alguien entrara al cuarto y nos viese juntos; a pesar de que mi familia sabía que era gay y realmente no les importaba, no quería decirle nada sobre todo éste ocurrido entre Max y yo, no todavía.

Los ronquidos seguían saliendo como lo estuvieron haciendo sin falta en toda la noche, eran realmente impresionantes. No estaba al tanto de ellos hasta esta noche, y eso que convivimos en la misma habitación. Una de mis piernas se estiraba hacia el suelo con el proceso de bajarme de la cama, pero no era muy fácil sin despertarlo, y menos si un brazo te está envolviendo la vida. Sustituyendo rápidamente una almohada con mi torso fue que logre salir de allí, y apenas unas palabra sin sentido salieron de su boca mientras que sus ojos seguían en completo cierre.

No sé el por qué, pero todo esto me traía una epifanía. Una especie de visión, o algo parecido.

Habíamos pasado una velada hermosa, besándonos en el techo de la casa, con millones de estrellas brillando en una infinidad de oscuridad que nos rodeaba. Había momentos en el que no nos hablábamos, no hacia ni falta. Solo nos quedábamos viendo hacia arriba, acostados en todo el tejado, perdidos cada uno en nuestros pensamientos. El recuerdo del pasado no invadía mi mente esa noche, por primera vez en mucho tiempo que no pensaba en la interrupción de todos aquellos pensamientos por acumulación de pasado. Existía una especie de calma dentro de todo aquello, dentro de esa atmosfera que se formaba en mi mente, todo ello en una completa calma, todo el efecto que me traía Max era eso.

Todo en la vida se trata de decisiones, todas aquellas que te traigan algo a cambio. Es de verdad mentir decir que vas hacer algo sin recibir algo a cambio, todo en la vida es un interés. Ya sea por beneficio interior de nosotros, o algún beneficio físico. Par sentirte mejor, para mejorar tus comodidades, para tu conciencia, para cualquier cosa que te traiga algo a cambio, por ello el amor que siento hacia Max trae de por medio el interés de la paz...y el sexo, quizás.

Ya estaba por llegar a la cocina, y el olor cada vez aumentaba. Al dirigir la mirada hacia la ventana, logre ver que quien preparaba el desayuno era mi hermano. No estaba acostumbrado ver que mi hermano preparase el desayuno, pero de igual manera mi cara no estuvo nada expresiva. Tenia años sin ver a mi hermano cocinando, de hecho tenia años sin verlo por completo. Antes nos la pasábamos mucho juntos, era uno de mis hermanos con las que tenia mayor contacto, era quien me defendía de mis otros hermanos, quien me contaba los cuentos antes de irme a dormir, quien me daba galletas a escondidas que robaba de la cocina cuando mamá dormía. El resto de mis hermanos los amaba, pero la conexión que tenia con este hermano en particular era mas fuerte, por el simple hecho de que hablábamos mas, y compartíamos mas.

-Buenos días-

-Buenos días, bello durmiente- respondió-

-Entonces -hice una pausa- ¿Comeremos tostadas con mantequilla de maní y polvo de oreo?

-Y con una taza de café de por medio. Sera super sano el desayuno -nos reímos al mismo tiempo-

Me senté a comer, y empezamos a hablar sobre nuestras vidas, le conté sobre la universidad, sobre mis amistades, sobre como fue la bienvenida en la Uni.  El me contó sobre su viaje  de mochileros, de que se reincorporara en la universidad, de las chicas con las que estuvo, y algunos platos de comida que aprendió hacer en varios de los países en los que estuvo. La conversación en sí, duro como una hora, y en cuanto el desayuno duro el mismo tiempo,  haciendo que las tostadas se enfriaran y el café tuvo el mismo resultado.

Simple Things (Wattys2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora