Salí de mi habitación rumbo hacia las escaleras. Estaba verdaderamente furiosa. Se lo había repetido ya una cantidad de veces razonables, me exasperaba que fueran tan abusadora en tomar mis cosas.
-¡Mamá! ¡Mamá!–grité dirigiéndome a la cocina.
-¿Qué sucede?-preguntó ella desinteresadamente viendo algún programa en la tv.
-¡Mariana de nuevo!-acusé molesta.
-¿Qué te hizo?-preguntó viéndome fastidiada.
-¡Me quitó mi kit nuevo de maquillaje! ¿¡CUANTAS VECES LE DIJE QUE NO!?
-______ entiéndela, está en su edad…-contestó ella tranquila.
-NO. Mamá-reproché.-¡DILE ALGO!
-¡Mariana!-llamó-¡Mariana!-llamó otra vez sin obtener ninguna respuesta. Y se encogió de hombros. Claro… ¡Como no es algo de ella!
-Agh-chillé y volví a subir desesperadamente las escaleras pero ahora en dirección a la habitación de mi pequeña y fastidiosa hermana menor, Mariana.
Toque la puerta bastante fuerte.
-Vete descerebrada-me gritó Mariana desde el otro lado.
-OH MOCOSA, ¡¡¡¡ABRE LA MALDITA PUERTA!!!!-Grité tocándola más fuerte.
-¡Mamá!-llamó en modo de defensa- DEJAME EN PAZ DE UNA VEZ-bufó ahora a mí.
-¡ABRE LA PUERTA! -pedí nuevamente notablemente furiosa. No solo era por tomar mi kit, sino porque también desde hace unos meses se empeña en meterse en mi habitación y husmear.
-Ya basta ______, Mariana dale su maquillaje-ordenó mi papá que apareció mágicamente, gracias a Dios soy su... Digamos que favorita.
Mariana abrió la puerta con cara de pocos amigos y mi kit de maquillaje en sus manos.
-P-pero papá…Y-yo… te dije que quiero u-un maquillaje-sollozo Mariana hacia mi papá.
Se lo quite enseguida y me metí en mi habitación cerrando la puerta fuerte.
-No Mariana, no tienes edad para maquillarte-le contestó mi padre con autoridad.
Yo sonreí, escuchaba todo.
-P-pero, ¿Por qué ella sí?-preguntó ella.
-Ella tiene diecisiete años, tu once. Dije no. –escuché que dijo.
-¡Aggghh!!-grito y cerró su puerta.
Yo sonreí victoriosa.
Me senté en mi cama y empecé a leer mi libro como antes hacía, antes de percatarme que mi maquillaje no estaba.
Después, me aburrí un poco y decidí tomar una siesta.
+
Sentía como alguien me movía de un lado a otro.
Abrí los ojos, y pude observar a Mariana.
-¿Qué quieres?-pregunté de mala manera adormilada.
-Mi tío esta aquí, y mi mamá me dijo que te despertara-contestó ya yéndose-LEVANTATE-me mandó bajando las escaleras. Suspire para luego bufar. Estaba durmiendo muy plácidamente.
Decidí levantarme, me duche. Salí y me puse un short blanco, con una camisa morada con un corazón en frente, era muy linda. Y unas sandalias blancas, me hice una coleta y baje.
Al bajar, estaba mi tío conversando con mi padre. Mi madre no estaba ahí, y…
¿Justin? Si joder, ¡Era Justin! Mi primo. Estaba con su teléfono. Me sorprendió verlo, tenía un año sin hacerlo.
-¡Justin!-me lance a él-¡Te extrañe!-exclamé sonriendo.
El me correspondió el abrazo y beso mi mejilla.
-¡Nena!-saludó el-¡también te extrañe!
Justin y yo éramos inseparables desde que éramos bebés, pero él se fue durante un año porque mi tío y su madre de separaron, y entonces él se fue a vivir una temporada con mi tia política. En España.
Dejamos de tener comunicación. Los primeros meses si hablábamos, pero después ya no. el era una gran persona y un hermano para mí. Le amaba mucho, y es algo increíble que este de nuevo aquí. Lo había super extrañado.
-Hola tío, bendición-saludé besándolo en la mejilla.
-Hola hija-me saludó y luego me abrazo. Yo le sonreí.
-Ven, vamos arriba-sugerí a Justin y él me siguió.
Entramos a mi habitación y yo me senté en la cama y él en mi puf.
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Pero... Él es mi primo.
FanficUna amistad de niños a una de adolescentes es muy diferente. (Así sea de amigos o primos) Aun mas, cuando se reencuentran luego de años. Es decir, tu mejor amigo ya no es el niño de 13 años si no que es un "SEXY" medio "HOMBRE" con 17. No te vez igu...