Capítulo 13:

20 1 2
                                    

Intentaba abrir los ojos pero algo me lo impedía, mi cuerpo tampoco reaccionaba. No sabía en que lugar estaba, si estaba segura o no, desde lejos escuchaba voces, se me hacían conocidas pero no era capas de reconocerlas. Entendí algo como un "Tendremos que cuidarla", pero no fui capas de saber quien era. Sólo quiero desaparecer de donde sea que esté, no quiero que me vean haci. Aún no puedo olvidar la mirada de Matt cuando me vió, ¿Ahora le daré asco? ¿No me volverá hablar? No pude seguir luchando más por despertarme porque mi cuerpo cedió, y con él llevándose a la oscuridad.

~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·~·

Un luz de lo lejos me penetraba muy fuerte en los ojos, puse una mano hacia el lugar donde estaba la luz, por suerte había bajado la intensidad. Comencé a observar en que lugar estaba, había una máquina extraña a mi lado izquierdo, hacia la derecha un ventanal muy grande con rejillas, era una habitación blanca, y eso me lleva a que estoy en un hospital, ya que llevo una bata encima mío, me removí entre las sábanas porque me sentía muy incomoda, como si hubiese estado hace días en la misma pocision.

Comencé a observar todo mi cuerpo, al lugar que miraba me encontraba con un hematoma o raspaduras, algunas más intensas que otras, mi cabeza punzaba y no me permitía pensar con claridad, todo venía como pequeños recuerdos que eran difíciles de unir. Hice un movimiento para sentarme pero algo me lo impidió, miré hacia mi costado derecho encontrandome con una banda alrededor de mi costillas, no sabía porqué estaba ahí pero dolía mucho, me hizo pegar un pequeño grito del dolor. Al moverme me fijé que sólo tenía puesta la bata, ósea que alguien me vió desnuda, alguien más observó mi cuerpo todo magullado, alguien tubo que tocarme para vestirme. No me podía sentir más humillada de lo que ya estaba, quiero desaparecer no quiero que nadie me vea en éste estado. ¿Me habrá visto Matt haci? ¿Habrá pensado en venir a verme? Estaba muy desesperada, quería salir luego de aquí, no aguantaba estar en un lugar haci. Comencé a sacar todos los cables que tenía en mi cuerpo, hasta una máquina para que pudiera respirar mejor,  que nisiquiera me había dado cuenta que la tenía. Intenté sostenerse por mis propias piernas antes de caerme, no tenía muchas fuerzas, mi cuerpo aún no reaccionaba bien a los movimientos que me gustaría que hicieran.

Comencé a arrastrarme hacia la puerta con mis brazos, debía llegar a algún baño, cambiarme e irme  de aquí. Pero hice un movimiento con pie que provocó que votará una mesa que contenía agujas, parches, termómetros, y algunos frascos, como el ruido fué algo fuerte varias enfermeras se acercaron hasta mí, para saber que era lo que sucedía. Todas se alarmaron al verme tirada en el piso en un estado que seguro no era agradable de ver.

Una de ella se acercó hasta mí con la intención de ayudarme, pero grité como la desquiciada que soy, no quería que ninguna me tocara. Sentía como si en cualquier momento despertará de éste sueño y volvería a las manos de Roberto, y no quería que eso sucediera.

Reuní todas las fuerzas que tenía y corrí hacia el pasillo, no sabía hacia donde iba, pero eso no me importaba lo que quería era alejarme de ésa habitación. No duré mucho corriendo porque dos guardias me agarraron por la parte de atrás. Y donde había gastado el poco aire que tenía, y sin la ayuda de la máquina volví a caer en la oscuridad por segunda vez.

~·~·~·~·~~·~·~·~·~·~·~·~·~·~~·~·~·~·~·~·

Otra vez la misma luz me apuntaba hacia mis ojos, y otra vez intenté poner mi mano hacia ésa dirección. Con la diferencia que ahora no pude, algo me impedía hacer el movimiento. Miré hacia mis costados encontrándose con unas cuerdas de gomas, al parecer ésta vez si tomaron precaución para no escaparme.

Pero lo que me tranquilizó esta vez, es que al ver hacia mi derecha estaba Matt sentado junto a mi, por su rostro se podía ver que estaba muy preocupado, en cierto modo su mirada me relajó. No tenía que preocuparme porque me venga a ver, lo tenía aquí con migo. Y todo gracias a él, porque si no me hubiese ayudado no sé que habría pasado con migo.

No juzges sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora