Capítulo 17:

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-¡Aléjate de mí! Por favor si me dejas ir no le diré a nadie sobre esto, lo juro. Pero no me hagas nada- Dije apartandome de él. Me encontraba nerviosa no sabía que hacer, no tenía quien me ayudara. Jacqueline se había ido para dejarme sola con Roberto. Reuní todas mis fuerzas para poder pararme y haci protegerme de él. Pero fué mucho más rápido y me agarró una pierna tirándome haci él, intenté soltarme de su agarre pero él es mucho más fuerte que yo.

-De hoy no te escapas de mí, sabrás lo que es ser un hombre de verdad. Una vez que te haga mía, rogarás porque te toque, eso te lo aseguro- dijo apretándome más a él.

-Eso es lo que piensas- dije con lágrimas en los ojos, pero con una rabia que cada vez aumentaba más en mi interior -Hazme lo que quieras pero yo nunca dejaré de lado la repugnancia y odio que siento por ti. Me das asco y todo lo que sale de ti no vale nada, Jacqueline es la única que te aguanta un momento, pero después se arroja a los brazos de otro hombre, porque no eres lo suficiente para ella ni para ninguna mujer- Ví su mirada de odio hacia mi, pero también ví la lujuria reflejado en sus ojos. Al instante sentí miedo de no haberlo apartado con mis palabras.

-Ya veremos lo que dirás después, sólo espera que te haré tragarte todas ésas palabras- se subió encima mío y recorrió con sus manos todo mi cuerpo. Se paró un instante para buscar algo en una cajonera que había en el lugar, al voltearse haci mí me pude fijar que era una soga, me amarró con ella con mis brazos detrás de mi espalda, a pesar del intento de salir de su agarre no pude hacer mucho. Me desnudo lentamente disfrutando del momento y de mi sufrimiento. Después que acabó de quitarme toda mi ropa hizo todo lo que a él se le antojaba conmigo.

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Desperté porque un llanto me hizo sobresaltar de la cama del hospital. Era Joulaine que seguro había despertado porque tenía hambre.

Otra vez tuve el mismo sueño, no siempre era el mismo lugar ni las mismas circunstancias, pero si se repetía que siempre estaba Roberto en ellos, y siempre me lograba poner bajo su merced. Quería dejar de pensar en ésa noche, pero con mis sueños que más bien eran pesadillas era imposible hacerlo.

Sentí que una enfermera entraba a la habitación, con algunas cosas para la bebé. Ya estaba acostumbrada a todo ésto, siempre las enfermeras cuidaban más ellas de mi hija que yo de ella. Por un lado no me molestaba tanto, ya que una vez cumpliera los días que le quedaba estar en el hospital podría estar con ella todo el tiempo que quisiera.

Además que yo no tenía mucha idea como cuidar de un bebé, nunca lo había hecho. En mi vida sólo había cuidado de niños más grande pero de alguien tan pequeña como Joulaine jamás, haci que ver a las enfermeras como la cuidaban me ayudaba a aprender a cómo hacerlo. Para que una vez que esté bajo mis cuidado todo salga bien.

Mañana ya me daban el alta para volver a casa, pero no tenía mucha idea a donde iría. No sé como se habrán tomado los padres de Matt la noticia que les habíamos dado, tampoco sé si me volverán a aceptar en sus vidas. Si eso pasaba por lo menos tenía la casa de Jacqueline que al ir presa inmediatamente pasó a ser mía, yo como no quiero vivir en ella podría venderla y sacar dinero suficiente para vivir yo y mi hija tranquilas. Además tenía el dinero ahorrado que tenía desde que entré a trabajar al cuidar a Seba.

A pesar de tener dinero y la disponibilidad de poder vivir bien, el dinero no lo es todo. No tendría jamás ése cariño que me brindaba la familia de Matt. Ni la tranquilidad de saber que tenía personas que me apoyaban todo el tiempo como lo hacían ellos. Sólo espero que acepten lo que tengo con Matt, y comprendan que nos queremos.

Una vez que se fué la enfermera me acerqué a Joulaine, quien estaba más calmada, pero que aún no podía dormirse. A pesar que no podía tenerla en mis brazos me puse alrededor de la cunera y le comenzó a cantar la primera canción que se me vino a la mente, luego de que terminé de cantarle la canción, ví como caía en un profundo sueño , con esa imagen en mi mente volvía a acostarme, esperando no volver a tener la misma pesadilla de siempre.

No juzges sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora