En agosto mis padres me inscribieron a un nuevo instituto, hasta ahora solo había recibido educación en casa, ya que nunca estábamos mucho tiempo en un mismo lugar. Por lo que ir a una escuela para mi era completamente nuevo.
No solo por el hecho de que significa que ya no viajaríamos todo el tiempo, para mi significaba asentamiento, poder concretar una vida y sobretodo conocer gente.
Sin querer analizarme mucho, siempre he sabido que lo que le falta a mi vida es amor, siempre he buscado obtener el amor de familia que no me han dado en casa, por lo que mi objetivo era encontrar ese afecto en cualquier otro lugar.
Con mis maestros particulares, con mis entrenadores deportivos, hasta con las personas de limpieza en la casa, con ellos habia formado vínculos magníficos, sentía que estaban para mi en todo momento, aún que todos eran personas adultas. Eso me ayudo a cambiar mi forma de pensar, con nueve años rodeado de adultos y sin contacto con menores, no había otra opción más que crecer como un adulto pequeño.
Mi sueño, encontrar a alguien con quien poder ser un niño, con quien jugar, divertirme, estar para él y que él esté para mi, buscaba una relación eterna, de las que ves en películas o lees en libros y prometen no tener fin.Por la mañana antes de que mis padres salieran de casa hacia el trabajo me advirtieron qué ir a la escuela significaba qué tendría que ser el mejor del inatituto, qué no podía desperdiciar mi tiempo y si dinero llenado por ahí haciendo el tonto. Después de sus palabras de aliento para su hijo de nueve años, el cual iría a una escuela por primera vez en su vida, se fueron a sus respectivos trabajos.
Ya había dejado de esperar muestras de amor o cariño por parte de mis padres.Me iría a dejar y a recojer el chófer de mi padre, por lo que no había por qué preocuparse ya qué ellos trabajaban todo el día.
Llegué al instituto y fui recibido por una señora alta, muy bonita y limpia, fue muy amable y se dirigió a mi como cualquier adulto cuando habla con un niño.
- Hola pequeño- estiró la mano para estrechar la mía - mi nombre es Luna, soy la directora de la primaria H. Espero que estés muy emocionado y nada nervioso ya qué es tu primer día.
En todo momento mantuvo una sonrisa muy cálida y amable, me sentí abrumado por su amabilidad pero no dije nada, solo la miré y trate de sonreír.- Es un honor que hayan elegido nuestro instituto para que usted estudie en el-
La amabilidad de antes cobró sentido justo en el momento en el que hizo alusión de mi familia, claramente mis padres habían elegido el mejor instituto de la ciudad.
Mantuvo su plática en todo momento, a pesar de que yo no respondía a nada de lo que decía, ella parecía no reparar en ello. Me dijo que me llevaría a mi aula y que me presentaria ante el grupo, sin decir palabra alguna la seguí, entramos al aula después de tocar la puerta.
La clase parecía haber iniciado por lo menos veinte minutos atrás, seguramente fue el tiempo que la directora estuvo hablando sin parar, rezaba porque fuera una razón válida para que mi padre no se enojara por llegar tarde a mi primer clase.La directora me metió al salón tomándome por los hombros, me entregó al profesor y salió despidiéndose del grupo.
El maestro me miró amablemente e invito a que me presentará.
¿Presentarme?, jamás había hecho algo así ante un grupo de niños de mi edad, pero en las cenas de negocios y eventos familiares, mi madre siempre me hacia presentarme como si fuera un socio de la empresa. Por lo que no me sentí nervioso al tener que hablar ante el grupo.
Trate de no ser mezquino, parecer educado y amigable, lo que menos quería era parecer engreído.-Hola, me llamo Choi Min Ho, me gustan los deportes y quisiera hacer muchos amigos, espero que nos llevamos bien-
Desde mi posición podía ver a todos mis nuevos compañeros. Nunca había pensado en las niñas de forma romántica o algo así, pero su actitud ante mi presentación anterior era muy tierna. Me sonreían de forma tímida y algunas hasta se tapaban la cara de forma apenada. Me resultó muy divertido y me hizo sentir más seguro ya que me estaban recibiendo de buena forma.
Al fondo había una niña que me llamó mucho la atención, ya qué ere muy bonita y a diferencia de las demás niñas del salón ella me miraba fijamente con una enorme sonrisa en su cara. Si ella no hubiera sido una niña bonita, tal acción habría sido aterradora. En ningún momento despegó su mirada de mis ojos, transmitía curiosidad y se sentía cálida la forma en que miraba.El profesor habló haciendo que corriera mí mirada de esos hermosos ojos marrón, me indicó que tomará asiento.
-Puedes sentarte atrás de Taemin- dijo en voz alta
El nombrado levantó la mano y yo lo miré para poder dirigirme a mi lugar. Me sorprendió bastante al mirar que el nombrado era la linda niña que no dejaba de mirarme.
¿Taemin? ese es su nombre, lo que significa que no era una niña sino un niño.
Me quedé un poco impactado debido a que lucia realmente como una niña, cara pequeña, ojos grandes, labios pequeños y rosados, nariz respingona, y Cabello Largo, muy largo, de un color muy bonito que hacía resaltar sus hermosos ojos color marrón, no me importaba qué fuera un niño y que pareciera una niña, era más bien que era un niño demasiado llamativo debido a su belleza, no parecía una persona común.
Cúando volvimos a cruzar miradas me sonrió aun más grande y señaló la banca de atrás suyo.Me senté en ella sin dirigirle la palabra y tratando de no mirarlo por temor ha hacerlo sentir incómodo.
La clase pasó rápida, solo habló el profesor hasta finalizar la clase después se despidió y salió del aula.- Hola soy Taemin, Lee Taemin y yo también espero que nos llevamos bien-
Oí una voy chillona y trabado de ser discreta, levante la vista y la cabellera larga qué antes solo veía de espaldas ahora me miraba de frente. Seguía sonriendo hacia mi de la misma forma que cuando lo miré por primera vez.- Claro - respondí torpe y simplemente
Sus ojos me decían que si quería un amigo sin duda podía ser él.
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PARA SIEMPRE 《2min》(finalizada /en Revisión)
FanfictionSinopsis: Choi Minho conoce a un tierno niño, del cuál se enamora perdidamente sin darse cuenta. Comienzan su relación con una simple amistad y está evoluciona poco a poco, transformándose en lo tan esperado.