Después de hablarme y presentarse, se volteo al frente para seguir con las clases, pero de vez en vez volteaba y me miraba con la sonrisa aun en el rostro.
Su sonrisa comenzó a permanecer en mi cabeza, hasta cuando no me estaba mirando podía proyectar su cara como si estuviera de frente. Era muy raro, pero se podía esperar ya qué su cara no era común, es de las que son fácil recordar.
Pasaron dos clases más hasta que comenzó el recreo.
Al ser nuevo, no conocer a nadie y sentirme un poco perdido decidí no salir del salón. Vi como todos se levantaban de sus bancas y comenzaban a reunirse en grupos para salir a comer.
Unas niñas me miraban y hablaban entre ellas, pero nadie se me acercó. Taemin fue de los primeros en salir, en cuanto sonó la campana se levantó y salió casi corriendo.
Por lo que en menos de cinco minutos el salón estaba casi vacío, solo estaba yo en él , decidido saqué mis audífonos de mi mochila y me disponía a escuchar música, cuando alcance a ver a alguien parado en la puerta de acceso.
Era Taemin, me miró a lo lejos de forma apenada pero emocionado, se acercó tranquilo y se sentó en su lugar frente a mi. Me miró sin hablar y después grito, ya que creía que no lo escuchaba por los audífonos, lo cual era falso ya qué no pude ni darle play a la música.-¿No saldrás al recreo? - gritó su pregunta con su encantadora y peculiar voz. No dejó que contestara y siguió hablando - Ah que cosas digo es nuevo no tiene con quien comer- dijo para él mismo
Fue hasta entonces que me retiré los audífonos y lo miré.
-Cómo ya dije quiero ser tú amigo, así que comeremos juntos - habló animadoAntes de poder responder, noté que no había sido una pregunta, por lo que cuando finalizó su frase, me tomó por el brazo y me jaló hasta la cafetería escolar.
En cuanto llegamos me acercó a una mesa y ahí me hizo sentarme con empujones suaves sin llegar a ser violento.- Voy por los almuerzos - dijo para seguir su camino hasta la fila de alimentos
Lo vi llegar y formarse en la fila, estaba parado tranquilo esperando su turno. No pude evitar mirarlo, llevaba el uniforme deportivo, al igual que todos, pero el uniforme parecía quedarle grande, como si fuera una o dos tallas más grande de la suya. Por lo que lucia aun más bajito de lo que era. Para tener nueve años, se podría decir que era de estatura promedio, mediamos casi lo mismo, pero él parecía medir mucho menos, se veía muy tierno.
Seguía mi mirada fija en él cuándo vi que unos niños más altos que él se le acercaron, uno comenzó a acariciarle el cabello a lo largo, parecían ser cercanos ya qué antes de irse le susurró algo al oído. Claramente desde mi lugar no podía escuchar lo que dijo, pero tapó su boca para evitar que vieran el movimiento de sus labios.
Taemin sacudió su hombro para alejar al niño, sin problemas alguno el niño se fue dejando a Taemin comprando los almuerzos. Vi como bajó su cabeza y mantuvo su mirada en su calzado hasta que regresó a la mesa junto a mi.-Toma espero que te guste- dijo poniendo la comida frente a mi en la mesa. Tomó asiento y forzó una sonrisa para mí.
-Gracias- sonreí lo más natural que pude.
No podía dejar de pensar cómo es qué había desaparecido la sonrisa más auténtica qué había visto en mi vida, se había desvanecido en menos de 5 minutos. Eso me alertó y no podía dejar de buscar una razón.
Termino el recreo sin que algo más pasará, me sorprendió que el niño animado qué me había obligado a comer con él me había ignorado en todo el almuerzo, no me molestaba, pero él solo miraba su comida y fingía comer.Cómo no nos conocíamos no insistí en que me dijera nada, ni pregunte por su cambio de actitud, solo lo miré y tuve una epifanía.
Solía pensar en que necesitaba a alguien que se preocupara por mi, pero al no saber que es eso, lo que realmente necesitaba es a alguien por quién preocuparme, a quien darle todo lo que yo no había tenido.
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PARA SIEMPRE 《2min》(finalizada /en Revisión)
FanfictionSinopsis: Choi Minho conoce a un tierno niño, del cuál se enamora perdidamente sin darse cuenta. Comienzan su relación con una simple amistad y está evoluciona poco a poco, transformándose en lo tan esperado.