Escondido de la realidad (peter pan y tu)

Capitulo 16

Di un último suspiro y dirigí mi mirada a la gran piedra que habia frente a mi, aun mojada gracias al agua del mar. 

Así es, estaba en la playa, Pan no lo sabe, aunque tampoco creo que le importe, no hay manera de huir de aquí de todas formas.

Cada día parece peor que el anterior. Me siento sola, triste, extraño a mi familia...todo va de mal en peor.

Sigo sin comprender como estos niños siguen aquí, como si nada. Se que no se pueden ir, pero ellos tampoco quieren, están bien aquí, se divierten aquí, para ellos esto es mejor que su vida de antes.

Me limpio la lágrima que desciende por mi mejilla rápidamente y continuo admirando el mar. Se me ha pasado por la cabeza la idea de construir una balsa, pero ¿para llegar a dónde? Necesito un barco y poder volar para salir de aquí, y yo no puedo volar.

Cuando comienza a anochecer me levanto y caminó en dirección al campamento, pero ha cambiado de posición, por lo que me pierdo.

Y es por esto que Pan no me deja salir, si es que lo hago todo del revés siempre.

Las manos comienzan a sudarme cuando me doy cuenta de que no se donde estoy, pero lo que más me preocupa es el cabreo que pueda tener...

Me giro de golpe, observando el gran arbusto que se mueve, frente a mí.

Este es mi fin.

Comienzo a correr alejándome de él, y como en toda buena ocasión de pánico y miedo, me caigo al suelo. Escucho pisadas tras de mi, por lo que rápidamente me pego a un árbol, haciéndome bolita.

-Tn! ¡Te estamos buscando!- me levanto de inmediato al ver a uno de los niños perdidos.

-Oh Dios me había asustado- me llevó una mano al pecho, calmando mi respiración. -¿Pan te ha mandado?-

-Esta cabreado, dice que si no te encontramos no cenamos-.

Cierro los ojos con fuerza y le sigo hasta el campamento, que estaba más cerca de lo que yo creía.

Todos los  niños gritan cuando me ven, y la hoguera se hace más grande incluso, pero yo por dentro estoy sufriendo.

Cuando llega Pan todos guardan silencio, mientras yo me muerdo el labio inferior nerviosa.

-¿Dónde estabas?- en cuestión de segundos ya ha cogido mi brazo, y yo tengo una mueca de dolor en la cara.

-Por favor-

-Responde- exige, aprentando más.

-Por favor no les dejes sin cenar- suplico y él alza una ceja, soltandome.

-Podéis comenzar a cenar, luego os daré noticias- informó Pan, para después cogerme del antebrazo y llevarme a rastras frente a él.

Me obligó a subir a la caseta del árbol con él, y yo estaba cada vez más nerviosa. No puede estar tan furioso conmigo, yo no quería perderme.

-Yo no quería perderme- digo sin tartamudear.

-Pero ¿me puedes explicar por qué me tienes que desobedecer siempre?- me grita y veo dos pájaros que salen de dos árboles en la oscuridad de la noche. Si yo pudiese hacer eso...

-Yo solo quería...-

-¡No me importa!- grita y caigo al suelo por el golpe.

Cierro los ojos con fuerza tratando de no llorar, mientras me levanto y me limpio las hojas secas que hay en mi ropa.

-Se me acaba de ocurrir un juego excelente- sonrie sádicamente, y yo me estremezco por dentro.

-Peter- susurro y él me mira arqueando una ceja, tengo miedo de saber qué está pasando por su mente- ¿Por qué me haces esto?- preguntó de repente, bajando todas sus guardias al momento. Su cuerpo deja de estar tenso,y de un momento a otro se aleja un paso más de mí.