Las carpas se alzaban sobre lo que había sido un camposanto. La gente caminaba con sus hijos llevados de la mano y cercanos a ellos. Una niña curiosa llegó a las carpas más rápido que los demás, se fue adentrando lentamente en lo que llamaban el circo. Aquel payaso se acercó a ella, le tendió un globo y ella le sonrió, se sintió halagada al llevar aquella imagen de perrito de hule rojo. Lo acarició lentamente, sintiéndolo real y causándole cierta sensación. Aquel hombre, escondido detrás de aquel maquillaje barato que se perdía en el sudor de las funciones matutinas, vespertinas y nocturnas, miró a la niña acariciando la figura de hule. Atrapó el cuchillo sobre sus manos y lo lanzó a una ruleta que daba vueltas. Tomó a la niña entre sus manos, caminaron lentamenre alrededor de las carpas y se perdieron en los aires a través de un globo.
Días después el cuerpo de payaso fue encontrado en un páramo próximo a la ciudad donde el circo en el que trabajó se asentaba aquella temporada. Llevaba el globo rojo en forma de perro en donde antes hubo un corazón que ahora una niña de trenzas negras lanzaba a los perros de la casa en la cual se refugiaba.Pablo V.
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Corazones Desesperados ®
Cerita PendekEn ocasiones aquellos corazones desesperados necesitan tan sólo un rayo de luz para sobrevivir, pero no todo en esta vida se puede. Antología de Micro Cuentos.