📰Soportando A Mi Jefe📰 L.T.

Tú eres el monstruo terrible del cual siempre me habla

Pasó una semana y hoy llegará mi hermano ¡Al fin! Ya quiero verle la cara de felicidad y bueno, conocer a su noviecita. Espero que no sea una más de esas zorras. Lo que sí, soy Muy celosa y espero poder contenerme, tratar de dar una buena impresión y mostrar mi aprobación hacia ella para mi hermano. A él siempre le importó si aprobaba esas cosas, obviamente no creo que le importe mucho ahora. Pasó ya un año desde que no nos vimos. La última novia que tuvo, me había caído bien, bueno más o menos, era decente, más que las anteriores. Pero terminó con ella porque decía que era aburrida y que casi nunca tenían sexo, pero yo creo que lo último era una tremenda estupidez.

Terminé de revisar los últimos papeles y se los lleve a Louis. Sí, como ustedes suponen... terminé siendo su secretaria y aparte, consiguió a otra chica para que me ayude con la limpieza así no se me complica tanto con esto. A la mañana limpiamos toda la casa con ella, que se llama Tatiana, y a la tarde soy secretaria.

Flashback

-Perdona mi comportamiento desubicado de ayer, sabes que tengo un carácter muy fuerte- me miró avergonzado. Suspiré y lo miré- Trato de controlarlo

-No te preocupes, ahora concentrémonos en el trabajo- asintió y me dio unos papeles

Fin del Flashback

Llegué a su despacho, y lo encontré con todos los papeles desordenados en el escritorio y algunos cuantos en el piso, mientras insultaba a la nada. Reí por lo bajo, pero se ve que no fue muy discreto

-Deja de reír y ven a ayudarme- dijo con tono fastidiado. Me mordí el labio, tratando de reprimir mi sonrisa.

Fui rápidamente y me agaché a juntar todos los papeles, los ordené y los puse en el escritorio. Lo ayudé a ordenar el escritorio.

-Listo, para la próxima trate de ser más prolijo- reí

-Ja ja muy graciosa lindura- dijo sarcásticamente, obvio.

- Eres muy malhumorado, deberías cambiar tu actitud un poco- sonriéndole falsamente

-Y tu deberías dejar de hablar y opinar tanto-Habló repitiendo mi misma acción

Cuando terminamos, él se sentó y siguió trabajando. Yo lo seguí ayudando, hasta que no me quedó más nada por hacer. Pero eso no me duró mucho, ya que él siguió dándome más cosas por hacer. No sé cómo él puede trabajar todo el día. Yo no podría, me estallaría la cabeza.

-Louis...-dije y esperé a que me respondiera

-¿Mhm?- dijo sin mirarme, mientras seguía concentrado con sus papeles

-¿De qué trabajas?- es que en todo este tiempo... nunca supe de que trabajaba

-Soy el vicepresidente de una compañía de maquillaje, y también soy el dueño más exitoso de una empresa de autos en Italia. Compré Fiat-lo miré impresionada. Con razón no deja de trabajar

-¿No paras nunca de trabajar?-dije terminando de ordenar todos los papeles

-¿Tú qué piensas?- dijo obvio. Asentí, suspiré y bajé la cabeza, para no hablarle más. Lo estaba molestando- Ni siquiera puedo darme el gusto de hacer viajes seguidos, a menos que sean por el trabajo, y ni puedo salir a conocer

-Deberías tomarte unas vacaciones. Te morirás estresado algún día de estos- respondí seria

-Exagerada-rió un poco

-Siempre- sonreí, y él también

-Bueno- carraspeó y guardó los papeles- Tengo que terminar con algunos temas más- él siguió con lo suyo y me lo quedé mirando. Pasaron los minutos