"Betas" - Larry Stylinson - Alfa/Beta/Omega

Parte 7: "Un excitante aroma a almizcle"

Harry entró a su camarín con una mezcla de sentimientos y sensaciones. Aún podía sentir celos hacia Liam, mezclados con la misma furia interna con la que venía luchando desde la mañana. Por otra parte, estaba muy avergonzado por haberle hecho saber a Louis y a los demás que estaba celoso, sentía tanta vergüenza que estaba casi al borde del llanto.

Además, su cuerpo estaba atravesando un montón de sensaciones extrañas. El calor estaba lejos de ceder, y su entrepierna comenzaba a apretar por segunda vez en el día. En serio tenía tanta frustración sexual como para tener una erección mientras sentía vergüenza, ira y estaba al borde de las lágrimas? Sin dudas su cuerpo le estaba jugando una mala pasada.

Después de cerrar la puerta con seguro, optó por quitarse su camisa de flores, sus botas y sus ajustados jeans. De todas formas, iba a tener que reemplazarlos para el concierto, ya que se encontraban empapados en sudor.

Se recostó en un mullido sofá negro que se encontraba en el lado derecho de la habitación, y puso el aire acondicionado en 17*C. Necesitaba con urgencia que el calor abandonara su cuerpo.

Se abrió de piernas y se recostó para ponerse cómodo mientras recibía con gusto el aire fresco del aparato, pero la presión en su entrepierna volvió a hacerle un recordatorio.

"No otra vez...! Por favor..." dijo en un murmullo para sí mismo. Su voz sonaba rota y agotada.

Ese no era momento para tener una erección. El concierto comenzaba en menos de media hora, necesitaba refrescarse y volver a vestirse. De seguro Lou iría dentro de poco tiempo a su camarín para arreglarle el cabello.

Instintivamente bajó su mano y se acarició sobre el bóxer, soltó un jadeo ante el contacto. Su cuerpo le pidió más, por lo que apretó con el talón de su mano.

De un momento para el otro, su mente bajó a la realidad.

"No! Otra vez no!" dijo en voz alta dirigiéndose a su pene y sacando su mano de inmediato. "Ya me trajiste problemas esta mañana y no estoy de humor para otro de tus jueguitos!".

Oh sí! Ahora sí que se había vuelto loco y estaba hablando con su erección...

Sacudió su cabeza, acomodó su cabello, y se dirigió a su perchero para elegir otra camisa y vestirse nuevamente. Si enfocaba sus pensamientos en otras cosas, seguramente su erección bajaría en un rato. No quería retrasarse y enojar a Lou, eso era lo único que le faltaba a su día.

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El calor continuaba invadiendo su cuerpo, sus músculos dolían y le costaba bastante concentrarse. Como si fuera poco, su erección seguía lastimosamente presente. A duras penas había podido ponerse sus ajustadísimos jeans. En esos momentos estaba odiando sus pantalones favoritos, la presión era constante y el dolor que le causaba era casi intolerable.

Harry no tenía idea de cómo iba a poder cantar ante miles de personas por al menos tres horas en esas condiciones. De lo único que tenía certeza era de que no tenía escapatoria, ya estaba en el estadio, cambiado, peinado y listo para salir al escenario. No había vuelta atrás.

Estar solo en su camarín con el aire acondicionado a toda potencia lo tranquilizaba, pero sabía que en cualquier momento alguno de los chicos iría a buscarlo para empezar el concierto. Solo era cuestión de minutos. La anticipación lo estaba matando, pero tenía que juntar fuerzas para no defraudar a su público.

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Louis cada vez entendía menos a Harry. Podía entender que tenga un mal día, que se sienta mal, que esté enfermo, que se enfadara con un par de personas... Hasta podía entender que le gritara. Pero había un solo evento en ese extraño día que no llegaba a descifrar: La ¿Escena de celos? ¿Podía llamarla así?