"Betas" - Larry Stylinson - Alfa/Beta/Omega

Parte 28: "Triste realidad"

9:30am. Los rayos de sol se filtraban por los bordes de la ventana que las cortinas no llegaban a cubrir. Al parecer, el sol decidió posicionarse de tal manera que sus rayos cayeran precisamente sobre los ojos de Liam. Entre quejidos y contra su voluntad, el castaño se acomodó en la cama dándole la espalda a la ventana. Aunque quisiera seguir durmiendo por horas, era perfectamente consciente de que ya estaba despierto y no tenía muchas más opciones que levantarse.

De repente, recordó que debía salir temprano para una de sus numerosas entrevistas. Revisó su celular, haciendo un enorme esfuerzo para lograr abrir solo un ojo, y al ver la hora se sobresaltó. ¿Cómo era posible que nadie lo hubiese llamado? ¡Debía estar listo en tan solo diez minutos!

Sin embargo, su sobresalto duró muy poco, ya que recordó que la entrevista había sido el día anterior, y que ese sería su día libre. Sin entrevistas, sin conciertos, sin obligaciones. Solo él, su cama, su televisión, y tal vez más tarde se reuniría con los chicos a comer algo o jugar videojuegos...

"¡Los chicos!" Exclamó en voz alta al recordar los descabellados acontecimientos por los que habían pasado el día anterior.

Debía darse una ducha rápida y vestirse. Luego iría a buscar a Niall para que juntos idearan una estrategia para informar al management sobre los recientes... 'Cambios'.

Luego recordó la borrachera que el irlandés tenía la noche anterior... Se rió por unos minutos. El alcohol combinado con Niall siempre les dejaba anécdotas divertidas que contar. Lo consideró mejor, y decidió llamar al rubio al interno de su suite antes de prepararse para salir. Al irlandés le tardaría bastante en alistarse, y no tenían tiempo que perder.

Tomó el teléfono fijo que estaba sobre la mesita de luz al lado de su cama, y discó el número de la habitación de Niall.

Sonó cerca de cuatro veces y el irlandés no se dignó a contestar. Insistente, decidió llamar nuevamente.

Después de cuatro intentos más, al tercer pitido, pudo escuchar una voz adormilada y fastidiosa contestándole al otro lado de la línea.

"Hola" Niall sonaba destruido. Liam no pudo evitar reírse al escucharlo en ese estado, sin embargo, contuvo la carcajada para no aumentar su mal humor.

"Ni, ¿cómo amaneciste?" Preguntó el castaño casi con sarcasmo.

"¿Cómo crees...?" Liam casi pudo ver el ceño fruncido del irlandés. Probablemente tenía un fuerte dolor de cabeza. Resaca.

"¡Jajaja!" el castaño ya no pudo contener más su risa. "Anoche no te quejabas mientras hacías shots de tequila y tomabas todo lo que te ponían en frente..."

"Si llamas solo para despertarme y burlarte de mi estado... La conversación llegó hasta aq-"

"¡No! Espera Niall... ¡No me cortes!" Lo interrumpió Liam.

"¿Qué quieres...?" El rubio sonaba muy fastidiado.

"Debemos hablar con el management..." Le respondió el castaño más calmado.

"Oh... Cierto..." Niall sonaba sorprendido, como si se le hubiera olvidado por completo todos los problemas que debían afrontar.

"Ni, necesitamos hablar... Debemos pensar la mejor forma de hacerlo..." Sugirió el de ojos miel.

"Dame veinte minutos, nos vemos en el restaurante para desayunar, ¿Te parece?" propuso.

"Ahí estaré" le confirmó Liam.

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El reloj marcaba las diez de la mañana. Liam y Niall se encontraban sentados en una de las mesas más alejadas del restaurante, en un sector que les habían reservado para que nadie los acosara. Sus platos estaban colmados de comida, como si no hubiesen ingerido nada en días.