"Betas" - Larry Stylinson - Alfa/Beta/Omega

Parte 22: "El veredicto"

"Lou..." Su facies de alfa omnipotente se ablandó al mencionar al ojiazul, y el dolor se hizo visible en su mirada.

Liam se apiadó del sufrimiento de su amigo y se apresuró a sacar su celular para llamar al irlandés. Nada de lo que se avecinaba iba a ser fácil de resolver.

El castaño buscó entre sus contactos y rápidamente seleccionó 'Nialler'. Por más que intentara tomar la situación con calma, la mirada desesperada y hambrienta del alfa en celo a su lado pesaba sobre sus hombros.

Un pitido... Dos pitidos...

"Liam... Dime dónde estás" lo apremió Niall desde el otro lado de la línea.

"Ni, estoy en la camioneta, estacioné a unos metros de la puerta del hotel" comenzó a explicarle, hasta que un gruñido lo sobresaltó. Harry se estaba poniendo impaciente, y si Liam tenía que ser cien por ciento sincero, estaba empezando a sentir algo de miedo por las medidas que el rizado pudiese llegar a ser capaz de tomar si no le permitía bajarse pronto del vehículo.

"¡¿Qué fue eso?!" Preguntó Niall al escuchar el sonido gutural que el alfa acababa de emitir.

"Niall... Necesitaré ayuda... En serio dudo bastante que pueda hacer esto solo. Digamos que Harry esta algo... Impaciente" el miedo era evidente en la voz de Liam.

"¿Ese fue Harry?"

"Si Ni... Como te dije, está algo impaciente... Necesito que bajes a ayudarme... AHORA POR FAVOR" el castaño intentó ser muy claro con su pedido de ayuda.

"Emm...si, bajaré cuanto antes. Solo...intenta contenerlo un par de minutos más en la camioneta" le respondió el irlandés mientras se acercaba al picaporte de la habitación donde se encontraba Louis para asegurarse de que la puerta estuviese correctamente cerrada.

Repentinamente, un fuerte aullido de dolor invadió el pasillo del hotel. Sonaba como un animal agonizando. Transmitía el profundo sufrimiento del alma que lo había emitido a cualquier ser que fuese capaz de oírlo.

Niall se quedó estático en el lugar, sintiendo como si su sangre se helara en sus venas. Sin dudas el sonido provenía de la habitación delante suyo, sin dudas el sonido provenía de Louis. El omega estaba sufriendo, no le hacían falta más pruebas para asegurar que su amigo estaba pasando por un momento desgarrador, agónico. Con ese simple sonido pudo sentir casi como si el ojiazul le transmitiera parte de su dolor. Casi, porque no era él, sino su amigo, el que lo estaba experimentando en carne propia.

Niall no pudo emitir palabras, y su silencio fue acompañado por la ausencia de sonidos al otro lado de la línea. Liam también lo había escuchado. Pero el silencio tardó muy poco en desaparecer.

Harry había escuchado el aullido de dolor de su omega, y su alfa interior pudo sentir el dolor casi con la misma precisión que su alma gemela. En ese instante, la necesidad de aliviarlo opacó ampliamente a la necesidad de saciar sus deseos. Su omega era su prioridad.