Capitulo 2

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Capitulo 2

-Pues díselo... ¡Porque es la verdad! (Dijo Alba mientras se reí y yo le daba un codazo)

-Perdónala, lleva un par de cervezas... Y se le sube rapidísimo.

-No te preocupes. Estoy acostumbrada a que le echen piropos a mi chico...

Entonces me reí yo, mientras Alba se atragantaba con su bebida.

-Lo... Lo siento... Yo... No quería...

-¡No lo sientas! (Rió la cantante y se acercó más a nosotras) Creo que si no estuviera bueno, no saldría con él.

Ninguna de nosotras dos contestamos a eso, supongo que el chico tenía suficiente con ser guapo y no le importaba que fuera muy inteligente.

-Bueno, (dijo Alba) voy a buscar a Ana y nos vamos.

-Sí, ya es tarde...

Le contesté yo mientras ella se iba a buscar a nuestra amiga.

-Podrías quedarte un rato más y así me enseñas las fotos. (Dijo mientras se ponía en el sitio de Alba)

No entendí porque me puse nerviosa, pero lo hice. Sonreí sin darme cuenta. ¿Por qué no? Pensé.

-Claro.

-Podemos ir a un sitio más tranquilo... Y charlar.

-Está bien. Voy a decírselo a las chicas. Nos encontramos en la puerta en... ¿diez minutos?

-Perfecto.

Me di la vuelta para irme cuando me giró cogiéndome del brazo.

-Mi nombre es Malú.

-(Sonreí) Vanesa. Encantada.

Me giré aún sonriendo, y fui a decirles a Alba y a Ana que no me iba con ellas.

-Yo me quedo también.

-Alba... No estás invitada. (Dije cogiendo mi bolso y chaqueta)

-Muy bonito... Pero Ana y yo nos quedamos igual. No te vamos a dejar sola con la chica guapa y sexy que acabas de conocer y que además tiene novio (dijo mientras me miraba de reojo)

-No, no.... A mí no me metas. En apenas cinco horas suena el despertador. Así que yo me voy para casa...

-Serás aguafiestas... Me debéis una noche de chicas, de esas de no llegar hasta al día siguiente a casa. Malas amigas.

Me reí ante el comentario mientras Alba recogía con desgana sus cosas y Ana hacia lo mismo. Era hora de retirarse. Las acompañé a la salida, ya que había quedado allí con Malú. Les di dos besos y se fueron.

-¡Vámonos! (Dijo Malú cuando salió de la sala)

-No conozco mucho la zona... Y no creo que a estas horas haya algo tranquilo cerca.

-Dos calles más abajo hay un pequeño restaurante, no cierran hasta muy entrada la madrugada. Podemos ir allí.

La seguí mientras íbamos callejeando por Madrid y el silencio de la noche nos visitaba. Llegamos al lugar minutos después, nos sentamos y pedimos dos copas de vino y una selección de quesos.

-Cuéntame, ¿Pasabas por el barrio y has dicho... 'Voy a ver este grupo' o hay algo más?

-No exactamente... Trabajo en un periódico y me han mandado haceros una critica. Pero no dudes que si hubiese paseado por aquí también me hubiera quedado a veros.

Tras la sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora