Tras la sorpresa

Capitulo 29

Capitulo 29

-Yo...

Y ahí estaba, perdiéndome en su mirada, como antes. Reaccioné, me giré y encontré a Malú mirando el suelo, sonreí, cogí aire y volví a mirar a Ángel.

-Creía estar enamorada de ti, (sonrió) pero... Estaba equivocada.

Dejó de sonreír, pero sus manos seguían unidas a las mías y su cuerpo no dio ningún paso atrás. Noté como alguien detrás de mi clavaba su mirada en mi nuca, cogí aire, y fui yo la que di un paso atrás dejando caer nuestras manos, miré a Malú sonriendo, le cogí su mano y la apreté fuerte.

-Quizás hubiéramos sido felices...

Miré a Ángel después de oír eso, y pensé en lo que podría haber pasado, miré al suelo mientras mi cabeza intentaba situarse en ese pasado que algún día podría haber sido. Lo volví a mirar.

-Hubiera sido bonito... Pero nos habríamos cansado. Tu de mis locuras, y yo... de tu trabajo, de tus viajes...

-(Sonrió y yo hice lo mismo) Te mereces alguien mejor que yo, (miró a Malú) ¿sabes? Cuando llegó a estas oficinas era un completo desastre (rió recordándolo), pero es una gran traductora, y no sé si te ha contado pero (me miró), es mi mejor redactora, y si fuera por mi tendría mucho más espacio en nuestro periódico para sus textos.

Me sonrojé, creo que nunca me había dicho algo así, y no sabía porque. Noté como Malú me apretaba la mano, y sonreí.

-Así que ya sabes, (volvió a mirar a Malú) cuídala, y no le hagas daño. (Sonrió) Desde que os conocisteis en ese concierto la veo más viva que nunca. (Noté como Malú me miraba, y Ángel también lo hacía).

-Ángel, yo...

-Vanesa, no hay nada más que decir. Tomate el día libre, iros a comer, y a disfrutar.

-(Sonreí) Gracias...

Me giré hacia Malú, y le sonreí, cuando estábamos a punto de salir para la perta Ángel volvió hablar.

-Antes de que os vayáis, (le miramos) tener cuidado con Jorge... Yo puedo controlar los próximos números del periódico, y lo que puede o no salir de vuestra banda Malú, pero en vuestras vidas tenéis que mandar vosotras, y él no os lo va a poner nada fácil. Le conozco, y...

-Estaremos bien, Ángel. (Le contestó Malú)

-Lo sé... Pero, si necesitáis alguna vez algo, aquí estoy.

Le sonreímos, y noté como mi cuerpo necesitaba correr hacia él y abrazarlo pero me mantuve firme, al lado de Malú. Salí de mi oficina con ella de la mano, y me sentí libre, como nunca me había imaginado. Después de esa conversación me había dado cuenta de lo necesario que es a veces contar la verdad de un tirón, sin miedo a nada, sin temor a lo que dirán o a las repercusiones que puede tener, ¿Qué más da? Será difícil, pero estoy segura de nosotras. Y Ángel... siempre estará ahí. Quizás no hay más que decir, y será mejor no mirar atrás y dejar de buscar alguna explicación por lo que sentí. Él siempre seguiría siendo mi desorden y mi duda, y fue culpa mía imaginar de más, y sentirme invencible cuando le tenía a mi lado, pero me he dado cuenta de que no lo era, que puedo andar con fuerza sin él, y dar por vivido lo que sentí alguna vez. Fuese amor, amistad o admiración.

-¿Vamos a nuestro restaurante?

La miré y asentí sonriendo, dejando atrás mis pensamientos y centrándome en ella. Subimos al ascensor, y mientras bajábamos solas por él la acerqué cogiéndola de la cintura y la besé. Nos separamos cuando nos avisó de que habíamos llegado a la planta cero de ese edificio.

Nos encaminamos hacia nuestro restaurante, unas cuantas paradas de metro nos separaba de nuestro destino, avisé a mis amigas que hoy no comería con ellas, ya les contaría al día siguiente que había pasado, pero que no se preocupasen. Pocos minutos después nos sentamos en una mesa del fondo, nos sirvieron dos copas de vino y pedimos algo de pasta para compartir. Por un momento recordé nuestra primera vez en ese lugar, como nos descubrimos, y como de rápido pasamos de ser unas completas desconocidas a mirarnos como lo hacíamos ahora. Como el tiempo pasa de cualquier manera, y la vida nos cambiamos sin apenas darnos cuenta.

-¿Me estás escuchando? (Me preguntó Malú chasqueándome los dedos delante de mi)

-Perdón...

-¿Estás bien?

-¡Sí! (Sonreí) Estaba pensando en cómo ha pasado todo esto... (Sonrió) Malú, me gustaría ir dentro de unos días a Málaga.

-Tus padres seguro que tienen ganas de verte. (Dijo sonriendo mientras cogía un poco más de pasta) ¿Y cuando seria?

-Dentro de dos semanas hay un puente...

-Pues mientras tú vas a Málaga, yo podría visitar a mis padres, mi hermano me dijo el otro día que preguntaron por mi unos tíos y...

-Malú. (Le interrumpí, me miró) Quiero... quiero que vengas conmigo.

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