Tras la sorpresa

Capitulo 37

Capitulo 37

Cuando terminamos nuestras cañas nos levantamos y fuimos dirección el Búho Real. No voy a mentirme, iba muerta de miedo. No por Jorge, sino por si estaba Malú y cómo sería nuestra reacción al vernos después de este par de días sin saber nada la una de la otra. Noté como Alba me cogía de la mano metros antes de llegar, le sonreí, que bien tenerla cerca siempre. Noté como Alba me cogía de la mano metros antes de llegar, le sonreí, que bien tenerla cerca siempre. Alba es de esas personas que son necesarias, que te dan la vida, y lo más importante que cuando estas mal te cura, cuando la conocí la nombre mi particular aloevera, y cada día que pasa estoy más segura de porque lo hice. Y así, cogidas de la mano entramos en la sala.

-¿Qué es eso?

Preguntó Alba cuando íbamos entrando y oíamos unas voces cada vez más altas. Solté la mano de Alba y fui un poco más rápida. Me planté en medio de la sala y vi a dos hombres allí discutiendo.

-¿Ángel?

Se giró, y sí, era él.

-¿Qué haces aquí?

-Ya decía yo que no me gustaba nada este chico... (Susurró Alba)

-¿Perdona? No... (Negó Ángel) No, yo no... Quiero decir... Vanesa.

-(Di un paso atrás cuando él iba a venir a mi) No entiendo nada.

-He venido a que me cuente que hizo... créeme.

-(Negué con la cabeza) Dime la verdad.

-Es verdad. (Miró a Jorge) Dile lo que hiciste.

-No tengo que dar explicaciones a nadie (Dijo Jorge girándose para dirigirse al escenario)

-¡Eh!

Gritó Ángel tras de él antes de girarlo y cogerlo por el cuello mientras lo empotraba contra una de las paredes del local.

-Dile la verdad o...

-¡Angel! (Dije yo acercándome a él y poniéndome a su espalda) No vale la pena. ¿Vale? Te creo.

-él... él hizo daño alguien que quería (dijo apunto de llorar). No voy a permitir que te haga daño a ti Vanesa... NI a ti ni a nadie que te importe.

Aun tenía a Jorge agarrado contra la pared, era imposible que Angel estuviese detrás del daño a mi chica y a mí, no veía capaz de hacer eso, y menos después de confesar que aun tenia algo guardado por lo que odiar a Jorge.

-Escúchame.

Le pedí que lo hiciese, pero no hubo respuesta. Estaba concentrado en su mano en el cuello de Jorge, y este agarrando a Ángel sus brazos para que no hiciera más fuerza.

-Ángel, por favor (Dijo Alba detrás de mi) Yo... también te creo. Y me alegra saber que quieres lo mismo para Vanesa que yo. (La miré y sonreí) Pero así no se solucionan las cosas, y menos con gente como él.

El silencio inundo el Búho, si un paso más y puse mi mano encima de uno de los hombros de Ángel. Le apreté, y le susurré un por favor desesperante. No quería que se metiera en líos, no quería que hiciera nada de lo que se podría arrepentir.

-¿Te acuerdas... de la historia que te conté esta mañana?

-La chica que...

-Si (Me interrumpió). Esa chica... (Apretó aun más a Jorge en la pared y él ya no hacia fuerza, se dejó) era mi hermana.

Me quedé quieta, quité mi mano del hombro de Ángel y di un paso atrás.

-Cuando me has contado lo que pasó en Málaga recordé como se sintió mi hermana al despertar esa mañana, y el porqué no quise mirarle más a la cara. (Soltó a Jorge, y esté volvió a tocar los pies en el suelo) Pero... tienes razón (Ángel me miró) no vale la pena. No voy a perder el tiempo con él.

-Lo siento mucho, Ángel... yo...

-No, Vanesa. Tú no tienes la culpa.

-Puedo... ¿Puedo preguntarte algo? (Asintió y continué) Si te hizo tanto daño, y te falló. ¿Por qué volviste a confiar en él?

-Porque... hay que dar segundas oportunidad, y pensé que había cambiado (Miró a Jorge) Pero no. Eres un ser despreciable. Ojala algún día la vida te devuelva todo lo que has hecho.

Jorge no le miró, estaba aun recuperando el aliento que minutos antes había perdido.

-No me busques, no quiero saber nada de ti, olvida que existo. (Cogió su chaqueta para irse, pero antes me miró y se volvió a girar hacia Jorge) Deja que sean felices, se lo merecen.

Se giró hacia mí y me sonrió, yo le contesté de la misma forma aunque añadiendo una lagrima que caía por mi mejilla. Le susurré un gracias, y dejé que se fuera. Me giré para ver como se iba, pero para mi sorpresa alguien estaba observándolo todo desde la puerta. 

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¡¡Muchas gracias por leerme!!

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