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Pov. Jimin

Salí del taxi y me dispuse a entrar en Bantang con una gran sonrisa. Llevaba mi photobook en la mano junto a mi curriculum, y me había puesto el traje que omma decía que me quedaba tan bien.

Estaba realmente emocionado por empezar a trabajar en aquella gran revista, y podía decirse que haría lo que fuera. Entre decidido y me dirigí de igual forma con paso ligero a la planta 10, que era donde me dijeron que fuera. Ya me había puesto al día un modelo, se llamaba Yoongi, de como iban allí las cosas. Veía como los trabajadores de subían conmigo y luego bajaban en sus respectivas plantas como zombies. No podía dejar de temblar, y no porque se semejasen, sino porque comenzaba a comparar aquello con la pequeña agencia de modelos de Busan y... me entraba panico, para qué negarlo.

Bajé en mi planta y camine por el pasillo hasta ver un cartel que ponía "Sr. Jeon Jungkook // Jefe de personal"
Cesé mis pasos en frente y respiré hondo para asegurarme estar tranquilo. Había pedido cita con el, aún así, tuve alguna que otra pesadilla la noche anterior con situaciones de lo más absurdas.

Toqué dos veces antes de pasar despacio. Agache mi cabeza dando una pequeña y educada reverencia al pisar la sala y cerré la puerta.

-Tu debes de ser Park Jimin, ¿Cierto? Pasa, pasa -Jeon me recibió con una gran sonrisa. No esperaba que fuera más joven que yo, la verdad. Algo más confiado me senté en frente de él y coloqué mis carpetas sobre el escritorio- Veo que traes mucho material para la entrevista~

Tomo mi curriculum y empezó ha hacerme preguntas triviales. Al principio estaba con la piel de gallina, pero la tensión se fue calmando hasta el punto de que ambos reíamos mientras miraba algunas sesiones en mi photobook. Paro de golpe en una página en la que estaba con el torso desnudo y mojado. Me daba algo de vergüenza esa foto, porque parecía sacada de algún tipo de revista porno.

Me tensé de nuevo. No dejaba de mirar la escena cuando en la sala reinó el silencio, uno nada bueno. Al fin cerró el álbum y me miró de nuevo con esa cálida sonrisa.

-Jimin, voy a serte sincero... creo que tu perfil no cuadra con los de Bantang. A lo mejor en una agencia más pequeña pero... esta revista es aspirar muy alto, y más para alguien como tu.

Algo se rompió en mil pedazos dentro de mi. Mi sueño, mi trabajo, todo a lo que aspiraba en la vida, se había roto en mil pedazos, y nunca llegarían a ser realidad. ¿Y si me operara? A omma la disgustaría, pero a lo mejor si se lo explicara...
No podía volver a Busan de nuevo, no estando ya en Seoul. Tenia que encontrar algún empleo de lo que fuera para pagar un alquiler y poder ir a agencias.

Agache la cabeza meditando esa opción a le vez que notaba como los ojos del jefe de personal se clavaban en mi con tristeza.

-Hay otra solución. El puesto de recepcionista esta libre y puedo ayudarte a buscar en alguna otra agencia.

-¿Haría eso por mi...?

-Claro~ ¿Te apetece cenar conmigo esta noche?

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El calor de mis mejillas no era superior al que había entre nosotros dos. Nada más abrir la habitación, estampó mi espalda contra la pared y sus labios contra los mios. Aquellos besos eran furiosos, intensos, en los que se intuía nuestras intenciones. Habíamos bebido mucho durante la cena y para ser sincero, hacia mucho que no tenía contacto con un hombre, no de esa manera. Era de esperar que no me resistirá cuando comenzó a meterme mano ni cuando me besó.

Nuestra embriaguez nos llevó a la más infinita pasión y a querer deshacer el traje del otro. Pero aún quedaba algo de cordura en mis acciones me separe de sus labios y mire a sus ojos, lo que aprovecho para atacar mi cuello y manosear bajo mi camisa. Contenía los gemidos tras mis sellados labios.

El Apartamento {Hopemin~♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora