9 (Lemon)

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Pov. Hoseok

Escuchaba al otro lado de la puerta la discusión, cansado. Pose la cabeza contra la cristalera que daba al despacho de Jungkook para mirar al techo en un suave suspiro. No sé por qué, mis ojos no querían volver la vista al chico que hacía meses casi acosaba. No tenía motivos tacitos para ese enfado, pero debía explicarme muchas cosas porque desde mi punto se vista, era alguien problemático. Las voces del señor Jeon y las de Namjoon casi se escuchaban fuera de aquel pequeño espacio insonorizado, yo podía oírlas sin llegar a entender lo que decían.

No llevaba una mañana muy buena, y mi relación con mi jefe no era la mejor. Desde que llegó a su puesto, había sido bastante desagradable con él, usando el absoluto silencio como método de presión, y las miradas de odio que le juzgaban en todo momento. Le odiaba por el simple hecho de que la envidia me comía las entrañas. Tan solo imaginar a Jimin sobre él, haciendo de todo mientras emitía esos pequeños gemidos con los que hacía horas deleitaba mis oídos... dirigidos a Jungkook... le odia... les odiaba por haberlo permitido.

Seguramente así fue como consiguió su puesto de trabajo, cosa que se hizo aún más plausible cuando el fotógrafo apareció por la puerta de su mano, pidiéndole al jefe de personal que le hiciera modelo. Entonces nos pidió que ambos salieramos, y así habíamos a la escena presente.

Notaba como el menor me miraba desde el sofá de la sala de espera donde estabamos. No podía reconocer sus facciones, pero no era una mirada de felicidad o alegría.

-Hyung... -se atrevió a murmurar en un suave hilo de voz- ¿Qué te ocurre...? -tengo carácter, lo admito, pero de aquella frase me arrepentiria el resto de mi vida-

-¿También te has follado a este en tu camino a la fama?

Ni un sonido se escuchó durante segundos, un silencio aterrador. Sólo entonces giré la cabeza y vi como seguía mirándome, mientras una lágrima recorría su mejilla derecha.

Mierda.

En un parpadeo salió corriendo hacía el pasillo. Lo siguiente de lo que me arrepentí fue de no detenerle, me quedé como un pasmarote, pero de igual manera incompleto; parte de mi se había ido con él.

Jungkook no tardó en salir del despacho, pero con unos aires muy distintos. Las suelas de sus zapatos iban dejando un rastro de furia contenida. Conté hasta diez y fue cuando me atreví a entrar con un caminar pesado y lento, viendo como Namjoon estaba sentado en la mesa directiva ojeando una especie de libro.

-Espero que no se haya escuchado mucho... -su vista no se volvía de las paginas- Joder... es que tiene una mandíbula tan marcada, una mirada tan penetrante a la cámara... y ese cuerpo... podía haber tenido un futuro muy próspero si no se hubiera topado con él...

Mi faz era desconcertante, le miraba con el ceño fruncido, sin saber a que se refería cuando llegue a la altura de su asiento y pude comprobar con mis propios ojos que todo lo que decía, se quedaba tremendamente corto.

Pov. Taehyun

Cerré los ojos y respire hondo, llenando mis pulmones del aire exterior. Estar todo el día encerrado, de arriba abajo, reunido con fotógrafos, en las sesiones... era agotador. Me sentía muy pequeño en ese mundo tan extenso, y eso me causaba ansiedad más de una vez. Por eso necesitaba mis minutos de parar y respirar hondo, dejando mi mente en blanco.

Casi lo había conseguido, cuando escuche la puerta tras de mi abrirse. Me sobresalte por el portazo, obligandome a girar y ver que era el señor Jeon. Nuestras miradas se cruzaron y un suave sonrojo se hizo con mis mejillas. Justo habíamos estado hablando esta mañana... y dijimos de vernos en unas horas. Aún no me creía que fuera cierto cuando lo volvía a ver. Se acercó a mi con paso tranquilo. Su expresión se relajó y descubrió era encantadora sonrisa que tenía.

El Apartamento {Hopemin~♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora