"La cara del chico parecía un cuadro. Yo simplemente no podía explicarlo, no podía pronunciar palabra porque tampoco sabía que hacia allí.
-¿Tú... eres su acompañante...?"
ATENCIÓN: En este relato hay alto contenido homo-erótico en los capítulos que...
No esperaba la reacción del menor, para nada. Estaba más que feliz, ya que lo mínimo me esperaba era un sopapo de su parte. Cuando me calló con un beso, incluso sentí como unas suaves lágrimas caer por mis mejillas. No hablamos más de aquel tema; yo no quería estropear el momento, y él simplemente lo dejó aparte. Tampoco pensé que tomara mi mano y me preguntara a donde íbamos de cita. Desde luego, ese chico era la cosa más dulce y tierna que había visto en mi vida. Si yo era un ángel, él era un bizcochito.
Había pensado que para una primera cita, no debía ser algo muy formal; a veces las cosas sencillas eran las que formaban esos recuerdos que quedan en la retina por siempre. Por eso le lleve a una cafetería a la que siempre había querido entrar, la veía desde el coche cada día de camino a la oficina y los dulces que la gente tomaba en la terraza, lucían caseros y con muy buena pinta.
Nada más entrar, el sitio me dejó alucinado: la decoración era industrial, con las mesas de madera, cristaleras bastante grandes, y bancos del mismo material a los lados. Me encantaba, era simplemente perfecto.
Nos acercamos a una de las mesas. No dejaba de mirar sus manos, no sabía si tomar una, ganas no me faltaban, pero ni quería incomodarle, no después de lo de esta mañana.
-¿Qué es lo que te apetece tomar? -deje la cartera encima de la mesa al igual que hacía él. Me quedé de pie mirándole mientras él se sentaba, quería llevarlo yo, me hacía una pequeña ilusión.
-Uhm... lo que tu quieras, Hobi~ -aquello me hizo sonreír como un idiota, más aún por esa manera tan asdfgh de llamarme.
Me acerque a la barra y pedí gofres para dos, que preparaban con helado, nata y chocolate, un café con crema, leche condensada y hielo (el favorito del menor ) y para mi un bubbletea de té negro. ¿Qué cómo lo sabía? Fácil, cotilleaba su twitter cada vez que podía, a veces me sentía un acosador, pero era una droga, no podía evitarlo. Sabía que algún día me servirían de algo.
Me sirvieron las bebidas en seguida, y sin mucha dificultad, las tomé para llevarlas a la mesa. Tenían una pinta...pfft. Relamí mis labios de camino, cuando sentí mi móvil vibrar. Los dejé en la mesa y me senté frente al menor, sacando en seguida el celular para echar un vistazo rápido a ver quien era.
No pensaba contestar, pero quería tan sólo mirar quien era, Namjoon. Volví a guardar mi móvil cuando sentí de nuevo mi móvil vibrar. Extrañado, desbloqueé el móvil y vi un mensaje de snapchat. ¿Snapchat? Pero si apenas lo usaba. Extrañado abrí la foto sin pararme a mirar quien era.
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Alcé la vista hacía Jimin, que me miraba con una amplia sonrisa y cara de pillín. Me sonroje al segundo.
-No pude evitarlo, estas demasiado bonito, hyung. -con la misma expresión, dio un sorbo al café, abriendo muchos los ojos. Su cara cambió totalmente- ¿Cómo sabías que era mi favorito?
