Pov. Jungkook
Hacía días que no sabía de él. La verdad sea dicha, necesitábamos hablar, de todo lo ocurrido estos meses atrás. Habíamos estado en contacto por nuestra amistad, pero hacía como un año que no nos veíamos. Tenía que contarle taaantas cosas, para empezar lo de Taehyung, que aún me molestaba y rondaba la cabeza a pesar de que habían pasado horas. Ese maldito niño... en fin, ya sabía que un culito bonito no se olvida tan facilmente.
Quedamos cerca del edificio donde él solia trabajar, donde nos conocimos, en Bantang. Curiosamente, la mayor parte de mi círculo de gente, pertenecía a esa revista que cada día me daba más calentamientos de cabeza y cada día más odiaba.
Vestía informal para mi gusto, con una sudadera negra por el frío y un par de vaquieros rotos por algunas partes cerca de las rodillas. Estaba apoyado en una de las farolas del parking esperandole, cuando ví su cabellera rubia acercarse desde la distancia. No sé por qué pero verle siempre me hacía sonreir, era de lo pocos amigos que me quedaban, y había pasado mucho tiempo, demasiado para ambos.
-Hola Kookie~ que alegría verte de nuevo –me abrazó con fuerza, como acostumbraba ha hacer.
-Lo mismo digo Jin.
Pov. Jimin
Era delicioso ver cómo se relamía los labios con tal lascivia. Sabía que le gustaría la sorpresa, pero no sospechaba que tanto, la verdad. Mordí suavemente el lóbulo de su oreja, y pasé las manos bajo su camiseta, delineando su formada figura, haciendo presión con las yemas en ciertos puntos. Bajé mis labios a su cuello, dejando broches a mi paso por su sensible piel, lo que provocaba sus gruñidos, y que sus dedos apretaran mi trasero con fuerza. Lo puse aún más en pompa para su regocijo, porque sus manos lo tomaron como si no fuera a soltarlo nunca. Me mordí el labio inferior sin llegar ha hacerme sangre y suspiré despacio y casi jadeante contra su oido.
-Por favor... -terminé la frase comenzada antes. Fue entonces cuando me tomó en peso, y mis piernas rodearon, como si estuvieran magnetizadas, su cintura casi al instante. Nuestros labios colisionaron en un húmedo y deseoso beso, que no cesó hasta que me posó sobre la mesa de maquillaje.
-Te voy a empotrar tan fuerte que no podrás sentarte en días –eso quería, lo necesitaba dentro de mi. Despúes de cómo me había comido con la mirada toda la sesión, no podía dejar de pensar en otra cosa. Comenzó a dejar lascivos besos por todo mi cuello, alzando yo la cara para dejarle más espacio mientras mis manos se encargaban de su cinturón. Una vez desabrochado, dejé que su pantalón cayera al suelo, aprovechando así para acariciar su miembro por encima del boxer con la palma de mi mano. Estaba muy hinchado, como a mi me gustaba. Volví a morderme el labio inferior al sentir lo duro que se ponía, solo podía pensar en una cosa.
-Quiero ternerla en mi boca –murmuré agarrandola posesivo, consiguiendo que su mueca se afilara más aún si se podía.
-Deseo concedido –se apartó de la mesa lo suficiente como para que me pusiera de rodillas frente a él. Teminó de desvestirse de cintura para abajo, y agarré su miembro por la base para lamer con mimo su glande.
Pasaba la lengua haciendo lentos circulos por la sensible zona, para luego lamer toda su extensión de abajo a arriba, preparandola para meterla en mi boca, algo que no tardé en hacer. Lo introduje casi entero, empezando un sinuoso vaiven que nos enloquecía, sobre todo a él que no dejaba de acariciar mi cabellera, y pronunciar indescifrables murmullos. Sentía como su polla palpitaba en mi cabidad y le hacía gruñir de placer.
-Ahora... el que necesita follarte soy yo –fue lo único que entendí entre sus jadeos. Lo saqué de mi boca y me volví al levantar. No me dio tiempo de colocarme cuando ya tenía sus labios devorando los propios, tomando con sus manos mis pantalones y desabrochandolos agil.
En cuanto me dejó igual de desnudo que él, me posicionó de nuevo sobre la mesa y alineó su miebro con mi entrada. Estaba impaciente. A pesar de no estar preparado, su polla estaba tan humeda y caliente que solo sentí placer cuando la sentí toda dentro de mi. Mis manos agarrarón en filo de la mesa con fuerza, y mi cabeza se apoyó en el cristal cuando sus embestidas me invadieron de placer. Parecía una perra en celo, gimiendo y lloriqueando mientras gemía y pedía más y más. El lento vaiven de su pelvis, pronto se volvió fuerte y desesperado. Mi cuerpo revotaba a lo ancho de la mesa, y mi voz inundaba la habitación.
Acabé posando los dedos en sus hombros, los suyos en mis muslos, y mis labios contra los de él. Me retorcía de placer contra su cuerpo, y por eso no quería que acabara nunca, y Hobi tampoco, ya que comenzó a cambiar de ritmo, a uno más lento, para alternarlo con fuertes penetraciones. Mis caderas se movian descompasadas, mi cuerpo pedía más pero yo no quería, deseaba que durara para siempre.
Entonces paró y se separó de mi.
-Date la vuelta, perra. –obediente, me bajé un poco de mi asiento para apoyarme en la mesa con el traseron en pompa. No tardó en meterse en mi interior y esta vez si, penetrarme sin piedad.
Alcé la cara para mirarnos en el espejo, cruzandome con su mirada. Sus dilatadas pupilas me decian lo poco que le quedaba; me erguí para besar sus labios, entrelazando nuestras lenguas lascivo, lamiendo su boca dulce.
-No... no te vayas aún... -entendía por qué lo decía, no quería ensuciar el camerino de Tae con mi semen.
Me llenó con su esencia muy poco después, y al segundo me subió la ropa interior consiguiendo tapar solo mi culo.
-Ahora te toca a ti pequeño~ -con sus fuertes manos me giró; ahora era él el que estaba de rodillas frente a mi y me la mamaba como nunca. Su boca se sentía exquisita, tan húmeda y caliente que los gemidos no tardaron en volver a salir de mis labios, más constantes que antes, pues ahora era yo el que estaba cerca del orgasmo.
-Ho-hobi... -no pude pronunciar más palabra antes de acabar en su cavidad- L-lo siento... -me mordí el labio inferior avergonzado, con la respiración todavía agitada, cuando él solo lo tragó y me respondió con una sonrisa.
Pov. Namjoon
Dejamos a ese par de tórtolas en el camerino, a saber qué estaban haciendo. Tae y yo terminamos de recoger lo poco que quedaba y salimos fuera del edificio. Estaba deseando llegar a mi casa, encerrado en esos muros me asfixiaba por mucho que me gustase mi trabajo.
-He traido el coche, ¿quieres que te acerque a casa? –le pregunté al menor ya dando un paso fuera. No vivía muy lejos de mi, de hecho la mayoría de días soliamos venir juntos en mi coche.
-Pues si no te importa, he venido andando desde allí, necesitaba pensar pero solo de imaginar que tengo que volver... pfft, me canso. –Taehyung me hacía demasiada gracia hablando, cómo se expresaba.
-¿Cómo fue anoche con Jeon? –caminabamos hacia el coche cuando vi dos siluetas paradas frente a él. Sabía quienes eran, y al parecer mi amigo también. Sentí como la sangre me hervía bajo la piel, odiaba cuando ellos dos se juntaban, me traía tantos recuerdos. ¿Cómo puede esperar presentarse aquí después de tanto tiempo implorando perdón, y luego verse tan feliz junto a uno de los causantes de la catastrofe acontecida?
Con agil paso avancé hasta ellos, siquiera me había acercado, notaron mi presencia, y la sonrisa de Seokjin se congeló en el aire.
-¿Qué haces con este? –le pregunté serio y tajante sin mirar al otro. Jin era de lo más expresivo, podía ver cómo se ponía nervioso, cómo tragaba saliva mirandome fijamente a los ojos.
-E-es... es mi amigo. No tienes derecho a decidir con quien salgo o cuando...-esa respuesta fue más inteligente de lo que me esperaba. El pobre modelo, a mi lado, solo miraba la escena confuso. Seguro que se creía que ellos dos tenían una especie de cita, y estaba celoso. Tan solo Suga conocía la relación que tenía con Jin, bueno, y el mocoso ese que estaba a su lado.
-Tienes razón, pero luego no vayas corriendo a mis brazos que te perdone si luego te juntas con este –era demasiado rencoroso, y la herida estaba muy abierta aún.
-Bueno –el menor de todos los allí presentes abrió su puñetera boca- ¿y vosotros qué haceis aquí? ¿Es con este con quien tenias la cita esta tarde? –vale, esa sí que era una respuesta inteligente.
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El Apartamento {Hopemin~♡}
Fanfiction"La cara del chico parecía un cuadro. Yo simplemente no podía explicarlo, no podía pronunciar palabra porque tampoco sabía que hacia allí. -¿Tú... eres su acompañante...?" ATENCIÓN: En este relato hay alto contenido homo-erótico en los capítulos que...