Su cuerpo y su corazón en mi.

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Entramos al cuarto, besándonos mientras el mundo nos daba vueltas, colorido, todo era tan único. Empezamos a desvestirnos, todo era tan increíble, y la misma vez un poco bizarro, recostados en la cama.—Nunca he conocido alguien como tú.—Me dice mientras se masturba entre nuestros besos.

—Quiero tenerte para mi esta noche, lo he estado anhelando.

Completamente desnudos comenzamos a tocarnos, imaginando miles de cosas, el mundo era muy feliz y más estando a su lado, ella era muy cálida, su combinación a un toque de dulzura con pureza en su corazón, ella era lo que estaba esperando y ahora esta desnuda en cuerpo y alma.

—Quiero que digas lo que tanto te has callado antes de que insertes y vayas a penetrarme.—Me dijo.

—Eres la chica de mis sueños,  ahora estás hecha realidad, y no quiero dejarte.

—Ya soy tuya, ya puedes hacer lo que quieras conmigo.

Su piel tan sensible, no encontraba una zona en su cuerpo que no me haya encantado, era tan perfecta, llena de pureza, internamente es una bendición, sus movimientos, su hablar, su orgasmo, su clímax.

Extrañamente comenzamos a masturbarnos frente a frente fijamente mirándonos, controlando las ganas que nos dominaban, quería experimentar algo más que sexo y se que ella igual, me acerqué a ella, no pude controlar mis deseos intensos, comencé a masturbarla, ambos estamos excitados de una manera muy rápida, con tan solo tactos, ella comenzó a bajar lentamente mientras besaba mi cuerpo, hizo lo que esperaba, ella estaba allí mientras la masturbaba, ella era algo vivo y puro. Nos levantamos de la cama, y nos colocamos de pie, ella me sentó en el lateral de la cama mientras me mira de pie, sin vergüenza alguna comenzó a tocarse frente a mi de una manera muy sumisa. Me acerqué a ella y no aguantaba las ganas de penetrarla y hacerla completamente mía, se lo introduje mientras ella estaba allí mirándome, con una de esas miradas lúcidas, de que estaba confiando en mi, estaba seguro de que nunca he sentido esto, tantas sensaciones por alguien, su calor y su respiración agitada, ella es bendita, su vagina, sus senos, cada zona de su cuerpo esta completamente echa a mi forma, a mi medida, a mi gusto. Su silueta era brillante, y su vagina la tomaba muy soleada o resplandeciente, el efecto del PCP hacía ver las cosas más puras, más irreales y extrañas.

4:50 am. Riendo por la gran noche, recostados en la cama decidimos levantarnos e ir a servirnos un trago y ver que había pasado en la fiesta, nos vestimos frente a frente, mirando que el efecto de esta droga había pasado, pero que ambos realmente lo habíamos disfrutado en grande.

—Te espero afuera.—Mientras me terminaba de amarrar los trenzas.

—No quiero que te vayas mientras me visto ante ti, espera aquí adentro, siéntate.—Me dijo.

—Creo que me gustas demasiado.—Le dije mientras estaba un poco impresionado.

Caminó semi desnuda hacia mi y me dio un beso, lo tomé con que no quería decir un también, sino un calla que lo sé. Mientras se vestía frente a mi solo veía una vez más que no había un lugar imperfecto para mi en su cuerpo, recuerdo que conservaba un lunar en su espalda para mi era una de las cosas que más adornaban su cuerpo, y la noté tan perfecta, ella era imperfecta pero su imperfección era totalmente exacta a mi amar. Amo esa sonrisa mientras la miro y siente pena por mi mirar pero quiere evitarla conmigo.

Todos estaban en sus mundos, drogados, algunos durmiendo en el piso de tanto alcohol ingerido y estábamos nosotros, en nuestro mundo, tomados de manos e íbamos a la cocina a buscar dos vasos, una botella de algún ron, algo de coca-cola y algo de chucherías. Después de encontrar todo esto nos fuimos al cuarto a ver películas, mientras seguíamos en el intentar embriagarnos a la vez comiendo algo de chucherías y esas cosas. Por siempre recordaré esa película tan mala que vimos, era un tal llamado esclavo de dios, creo que ha sido lo más malo que he visto en mi vida, pero ambos reímos de eso, estábamos felices.

Era hora de irnos, y sabía que no eramos nada pero a la misma vez todo, ella debía irse con sus amigas y yo con mis amigos, yo no debería decirle que quiero verla nuevamente, y se que ella tampoco, pero se que en el fondo queremos volver a vernos y serlo todo, intentar ser nosotros mismos en nuestra extrañeza.

—Gracias por todo lo ocurrido anoche.—Le dije mientras besaba su mejilla.

Fue un poco extraño, porque todo terminó un poco vacío, quede con ganas de tenerla para mí pero en el fondo sabía que no era mía, ella quizá no era para mí. 

Alma Caótica. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora